El gobierno ha hecho de la eliminación de los gastos reservados una de las banderas de su gestión; sin embargo, en este como en otros temas, actúa con los dobleces que lo caracterizan. En primer lugar, los gastos reservados no fueron eliminados durante la administración de Evo Morales sino en la de Carlos Mesa. Lo que está haciendo Evo es instrumentar otra vez un caso para reprimir a la oposición.
Por otra parte es falso que el actual gobierno no disponga de fondos para gastos reservados y solo tenemos que recordar los ingentes recursos que le otorga el gobierno de Hugo Chávez y que deberán ser devueltos, centavo a centavo, por todos los bolivianos a no muy largo plazo.
Estos recursos son utilizados en forma absolutamente discrecional y se calcula que en los primeros cuatro años de gobierno de Evo Morales excedieron a los cien millones de dólares. Nadie hasta ahora le ha pedido a Juan Ramón Quintana que informe sobre el uso de estos recursos, que insistimos, no son una donación o un regalo, sino de un préstamo que deberá ser devuelto.
Estos recursos son destinados en parte, a compensar los “austeros” salarios del Presidente, vicepresidente, ministros y de algunos funcionarios clave. Si alguien duda puede consultar a algunos empleados del palacio de Gobierno cuanto reciben como “refuerzo” de sus salarios.
El MAS tiene otras fuentes para obtener sus gastos reservados. Se trata de los dudosos manejos, comisiones y adjudicaciones en empresas públicas como YPFB, Aduana Nacional, ABC carreteras, Entel, entre otras y, de las contribuciones “voluntarias” de los funcionarios públicos que nadie sabe con precisión a donde van a parar. Sin embargo si se hace números se advierte que no se trata de unas cuantas monedas y que esto se refleja en campañas políticas dispendiosas y el súbito cambio en el nivel de vida de dirigentes del MAS, sus familias y ahijados, cuya inesperada bonanza económica es injustificable.
En el último tiempo y debido a que los recursos venezolanos están siendo retaceados como consecuencia de la crisis económica que afecta a ese país, por el desgobierno de Chávez; los masistas están aguzando la imaginación y han ideado otros métodos para obtener dinero.
Se trata de la campaña “Chile y Haití necesitan de ti” que fue impulsada desde el Ministerio de la Presidencia. La falta de transparencia con que ha sido manejada esta campaña es evidente. El canciller David Choquehuanca se enojó mucho cuando una periodista tuvo la ocurrencia de consultarle sobre el monto recaudado en la campaña.
Es claro que no quieren dar cifras lo que refuerza la suposición que en realidad está campaña estaba destinada a recaudar fondos para la campaña del MAS en vista a las elecciones prefecturales y edilicias del 4 de abril próximo.
Otra fuente de ingreso es el negocio del narcotráfico, que más allá del discurso oficial de lucha antidroga, representa un fuerte colchón financiero que directa o indirectamente "aporta" a la economía boliviana con centenares de millones de dólares -se sospecha que al propio Banco Central ingresan divisas en negro y salen lavados- sin que la UIF (Unidad de Investigaciones Financieras) diga esta boca es mía. La labor de la UIF se ha centrado en ayudar al gobierno y a los fiscales a reunir "pruebas" para enjuiciar a autoridades de los anteriores gobiernos por el supuesto mal uso de gastos reservados.
Otro elemento. En los operativos antidroga se habla siempre de importantes cantidades de cocaína incautada o de las proporciones de los laboratorios descubiertos pero no se reporta detenidos o algún dinero en efectivo decomisado y es más son públicas las denuncias de que algunos fiscales y policías incineran harina en vez de clorhidrato; ¿a donde va el dinero producto de estas acciones?
En el pasado el CONALTID que funciona en la cancillería informaba de importantes cantidades de dinero incautado, su monetización y su destino, pero al parecer en la actualidad los narcos han tomado la costumbre de andar con los bolsillos vacíos.
En suma si quieren saber el origen de los gastos reservados del actual gobierno, ya tienen identificadas algunas fuentes más que suficientes.
Que se investigue el uso de los gastos reservados en los pasados gobiernos está muy bien y bien también si se sanciona a quienes los mal utilizaron o se beneficiaron de ellos, pero no se debe olvidar que esta partida se enmarcaba en una disposición legal que reglamentaba con claridad que destinos debía darse a tales recursos.
Pero mucho mejor sería si el gobierno actual transparenta también sus ingresos reservados y empezando por Evo Morales se someten a una investigación, así sea con fiscales y jueces nombrados por el MAS, ya que con ello ganarían autoridad moral para cuestionar a las gestiones anteriores. (Del portal www.EJ.net)
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