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miércoles, 27 de agosto de 2014

arrogante. vanidoso. García Linera convencido de ser "el único que conoce la verdad" trató de mostrarles resultados "de la nacionalización" a los líderes Samuel Doria Medina y Tuto Quiroga. actitud nada edificante.

El vicepresidente Álvaro García dedicó este miércoles una conferencia de prensa a los candidatos a la Presidencia, Samuel Doria Medina de Unidad Demócrata y Jorge Quiroga Ramírez del Partido Demócrata Cristiano, para que “mejoren su performance electoral” y su campaña proselitista para hablar sobre temas energéticos.
García, desde la Vicepresidencia y empleando diapositivas, se dedicó a mostrar datos económicos de los beneficios de la nacionalización en hidrocarburos por el Gobierno de Evo Morales. Asimismo mostró los datos de cuánto dinero se recibía por la renta petrolera en el Gobierno de Quiroga (2001-2002) y cuáles serían las consecuencias de la propuesta de Doria Medina sobre el 50% de ganancias para las petroleras y el 50% para el Estado.  (La foto y el texto de ANF)

martes, 26 de agosto de 2014

excelente título de El Dia, "Democracia Chacota" cuando describe lo que está pasando. Evo viola la disposición del TSE y dice "estoy dispuesto a pagar la multa", luego no se lo notifica ni castiga a los medios (4 canales) que difundieron la infracción. despues de la Iglesia, son las NNUU que demandan equidad y mayor transparencia al TSE

Al pronunciamiento que hizo la Iglesia católica hace unos días demandando mayor transparencia, respeto a las leyes y también menos derroche en la campaña electoral, ahora se suma el pedido de la representante de la ONU en Bolivia , Katherine Grigsby, quien ha manifestado que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) tiene la obligación de garantizar la limpieza de los comicios del 12 de octubre.
No se sabe qué le van a responder a la diplomática, pero en lo que respecta a la Iglesia, la reacción gubernamental ha sido furibunda, con acusaciones e insultos subidos de tono, como si los obispos hubieran manifestado alguna opinión tendenciosa, fuera de lugar o alejada de las leyes y el sentido común.
Algunos observadores que han estado presentes en procesos electorales en Venezuela, Ecuador, en algunas naciones centroamericanas e incluso africanas, aseguran que la manipulación que se está produciendo en Bolivia no tiene parangones, con instituciones, recursos, maniobras y todo el aparato estatal volcado a favor de un candidato que pretende arrasar, al mejor estilo de las repúblicas bananeras del pasado y de las que figuran solo en las novelas del realismo mágico.
No hace falta apelar a esos testimonios para comprobarlo, especialmente cuando se observa que el Gobierno no solo desobedece los procedimientos establecidos, sino que se burla de ellos con la complicidad del TSE. A dos días de lanzada una prohibición expresa que ha permitido anular y silenciar por completo a los candidatos de la oposición en los medios masivos, el presidente-candidato aprovecha la inauguración de una obra pública para presentar a los postulantes del MAS, algo que a todas luces fue premeditado, pues inmediatamente prometió pagar la multa correspondiente.
El supuesto desliz del partido oficialista fue transmitido por cuatro canales de televisión, los mismos que podrían convertirse en los “pagapatos”, pues sucede los señores del TSE se olvidaron de notificar a los verdaderos infractores y por lo tanto, la sanción no solo quedará demorada sino que podría quedar en nada, en medio de un marco de impunidad que se presta a nuevas transgresiones.
El Gobierno y las autoridades electorales no deberían tomar tan a la ligera lo que está ocurriendo. Ellos miran con demasiada liviandad, el modo carnavalesco con el que están llevando adelante las elecciones en un país donde la esencia de la democracia  se resume prácticamente al acto de votar ya que la inmadurez de nuestros pueblos todavía no ha llegado a otros niveles, como la interpelación a los gobernantes y el respeto a las formas, que en democracia es fundamental.
El irrespeto al sufragio, por ejemplo, fue lo que sepultó el proceso revolucionario nacido en 1952 en Bolivia y fue el que llevó al descrédito y a la peor crisis política al chavismo en Venezuela, donde Nicolás Maduro no atendió los requerimientos para buscar mayor transparencia y ocasionó una conmoción social que todavía persiste y que fragiliza cada vez más al régimen gobernante. El fraude fue la sepultura del régimen de Ahmadinejad en Irán y en Bolivia no debería confiarse tanto en la fortaleza de los candidatos, en la cooptación política de las Fuerzas Armadas y la Policía para asegurar que todo quedará en nada. La indignación de la gente suele volverse incontenible cuando se supera todo límite de racionalidad.
El Gobierno y las autoridades electorales no deberían tomar tan a la ligera lo que está ocurriendo. Ellos miran con demasiada liviandad, el modo carnavalesco con el que están llevando adelante las elecciones en un país donde la esencia de la democracia  se resume prácticamente al acto de votar ya que la inmadurez de nuestros pueblos todavía no ha llegado a otros niveles, como la interpelación a los gobernantes y el respeto a las formas, que en democracia es fundamental.

sábado, 16 de agosto de 2014

Del Granado contó que García Meza les llamaba "hijitos de Gadaffi" atribuyéndoles el disfrute de recursos de Libia para el juicio de responsabilidades. no hubo tal, lo cierto es que ciertos fondos de Justicia y Paz, de Amnisty Internacional, de DDHH, ofrecieron recursos para poner en la cárcel al tirano, autor de crímenes y de violaciones.

El candidato a la presidencia por el Movimiento Sin miedo, Juan Del Granado reveló este sábado a “Bolivia Responde”  de Radio Fides,  detalles del histórico juicio de responsabilidades contra el Gobierno de Facto encabezado por Luis García Meza Tejada.



“El señor García Meza nos decía hijitos de Gadafi, de una manera agresiva, prepotente porque él sostenía que Omar Gadafi, financiaba el juicio de responsabilidades. La Central Obrera Boliviana, el año 85 logró que un monto se destine  para el juicio y la base  del proceso  con el gran abogado Aníbal Aguilar Peñarrieta. El gran maestro Juan  Lechín Oquendo nos encomendó a los dos, Aguilar que era experimentado, y yo que tenía 33 años, él (Aguilar) era un hombre formado con mucha personalidad".

García Meza y sus colaboradores fueron juzgados en la Corte Suprema por los delitos cometidos durante su dictadura y finalmente fueron sentenciados el 21 de abril de 1993. Del Granado, fue una figura clave en el proceso.

“García Meza nos insultaba y Aníbal también le respondía de igual o mayor calibre que a García Meza, eso lo achicopaló, Aníbal era la cabeza del juicio, al principio yo recibí el juicio con un García Meza un poco más tranquilizado”, recordó.

sábado, 9 de agosto de 2014

ante el Altar de la Patria, en la Casa de la Libertad de Sucre la Capital de Bolivia, Carlos Mesa encuentra inspiración para hablar del pasado común de bolivianos que pusieron lo suyo para la creación de Bolivia en una combinación de diversas etapas de nuestra historia

Acordes con los tiempos que corren, a tiempo de cambiar el nombre de Congreso Nacional por el de Asamblea Legislativa Plurinacional, los actuales gobernantes decidieron incorporar a la pareja Túpac Katari-Bartolina Sisa en la testera del edificio del Legislativo, sustituyendo dos obras maestras de la pintura republicana (el Bolívar de Toro Moreno y el Sucre de Michelena). En su lugar aparecieron emparejados el matrimonio indígena y el Libertador y el Mariscal de Ayacucho, estos últimos también en pareja en una obra de dudosa factura.
Ahora le ha tocado a la capital del Estado (afortunadamente tan republicano como siempre). Encima de los retratos de cuerpo entero de los tres próceres criollos, Antonio José de Sucre, Simón Bolívar y José Ballivián, aparecen los cuadros de los dos próceres indígenas elevados también a los altares patrios.

Ciertamente ni a Katari o Sisa, ni a Ballivián, se les hubiese pasado por la cabeza ni en el más delirante de sus sueños que iban a compartir honores en la sala más importante dedicada a recordar el camino a la libertad del país. José Ballivián, cuyo retrato está donde está por su triunfo militar en la batalla de Ingavi, que consolidó la independencia boliviana frente a las aspiraciones peruanas de anexarse Bolivia, era nieto de Sebastián de Segurola llamado para defender a La Paz precisamente cuando los Katari iniciaron los terribles cercos sobre la ciudad; el primero en marzo y el segundo en septiembre de 1781. Los esposos Katari que asediaron sin tregua la ciudad del Illimani, tuvieron como su principal enemigo al jefe español, abuelo del estadista paceño. En una guerra a matar o morir los indígenas estuvieron a punto de doblegar a Segurola. Atacantes y defensor demostraron gran destreza militar, decisión inquebrantable y una actitud implacable y brutal con los adversarios. Los hechos de sangre, la cantidad de muertos, el suplicio de los sitiados víctimas del hambre y las enfermedades, dejaron constancia de dos mundos radicalmente enfrentados. Entonces, el triunfo  fue para Segurola a nombre de la Corona española. Con el apoyo de Ignacio Flores, el  general José de Reseguín y el mando del Oidor Tadeo Diez de Medina, el abuelo materno de Ballivián salvó a La Paz y cobró el precio. Por decisión de Diez de Medina, Túpac Katari fue descuartizado el 14 de noviembre de 1781 y Bartolina Sisa fue ahorcada en septiembre de 1782.
Poco más de doscientos treinta años después, la imagen de Katari se coloca encima de la de Sucre y la de Bartolina Sisa encima de la de Ballivián.  El general y Presidente está a los pies de la mujer rebelde que tuvo en jaque a su abuelo. El vencedor de Ingavi debajo de quien acabó ahorcada por los jefes militares colegas de Segurola.
En un salto extraordinario y difícil de ligar dentro de la lógica de causas y efectos, cinco personajes se unen en un mismo lugar, aunque las razones que los han llevado hasta allí sean muy distintas. Está claro que los Katari no hubieran apostado jamás por un Estado como el que es hoy Bolivia, como probablemente Ballivián tampoco hubiese vislumbrado el país de hoy. No por lo evidente, la transformación imperativa que provoca el paso del tiempo, sino porque ni unos ni otro lucharon por las mismas razones. Los líderes aymaras querían recuperar un territorio, liberarse de la tiranía de los impuestos del imperio y querían expulsar a españoles y criollos de la geografía de los Andes. No parece muy plausible que desearan compartir lo que consideraban suyo con los descendientes de los europeos que invadieron y conquistaron el imperio de los incas. El Presidente Ballivián, originalmente alineado en las tropas realistas, derrotó a los peruanos en Ingavi para fortalecer la república liberal nacida en 1825, sobre el ideario bolivariano de una nueva forma de ciudadanía y desde su mirada aristocrática y de lo que él entendía por civilización.
De algún modo, sin embargo, el que las cinco figuras compartan un mismo espacio (consideraciones estéticas al margen) y unas no hayan sustituido a las otras, es una señal imprescindible hoy, la de una nación que debe integrar su pasado más allá de las consideraciones que fuerzan ciertos hechos o que reinventan ciertos caminos. La idea que parece sedimentarse hoy es la de desterrar la absurda intención de negar y borrar el pasado que no se acomoda a la visión de los gobernantes.
Por los caminos más tortuosos y a través de las lecturas más caprichosas, encontramos la ruta que permite enhebrar dos hilos en una misma aguja. La “virreina” indígena acaba, por los extraordinarios azares de la construcción política, mirando de reojo al descendiente de los Segurola, y eso es definitivamente una forma de reencuentro, no entre dos enemigos, sino entre dos constructores que a su modo hicieron posible lo que hoy vivimos. A fin de cuentas nadie puede adivinar lo que los siglos le tienen deparado si, como Katari, Sisa y Ballivián, merecen por diversas razones ser recordados por los bolivianos.

martes, 5 de agosto de 2014

Bolivia posee fuentes de agua con caídas excepcionales que se pueden utilizar para generar electricidad, en lugar de gastar en una utópica planta atómica. OPINION se ocupa de la bomba atómica lanzada en Hiroshima.

El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó la primera bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. Causó más de 100.000 muertos. Posteriormente fallecieron otras 50.000 personas a causa de la radiación del artefacto. La devastación que ocasionó esa bomba fue decisiva para forzar la rendición de Japón y poner fin a la II Guerra Mundial.

Hace una semana, murió en Estados Unidos el oficial Theodore Van Kirk, el último con vida de los 12 tripulantes del bombardero B-29 “Enola Gay” que arrasó con Hiroshima. 

El 9 de agosto de 1945 cayó otra bomba sobre el puerto de Nagasaki, al sur de Hiroshima y causó unos 70 mil muertos.

El periodista del diario Clarín de Argentina Miguel Wiñazki describe la historia de las dos únicas fotos que reflejan lo que vivieron las víctimas de la bomba atómica. 

El fotógrafo Yoshito Matsushige capturó las imágenes del horror. Solo pudo disparar su cámara siete veces. Las dos fotos de Hiroshima se publicaron en la revista Life en 1952, las únicas del horror, porque el ejército estadounidense confiscó todas las imágenes de la bomba y sus efectos.

Matsushige caminó diez horas y todo estaba destruido. Las lágrimas le cegaban la vista. Confesó que le pedía perdón a Dios, “cada vez que pisaba un cadáver”. La radiación de la bomba atómica calcinó a seres humanos, plantas y animales en Hiroshima. 

El estadounidense Van Dirk dijo en una entrevista radiofónica en 2005: “lanzar la bomba atómica fue la mejor decisión”.

La energía nuclear usada en la bomba atómica fue devastadora. Sin embargo, la energía nuclear tiene múltiples usos pacíficos, entre los principales está la producción de electricidad y su uso en medicina.

Con lo ocurrido en Hiroshima y Nagasaki, así como los accidentes en las centrales nucleares de Chernobyl (1986 Unión Soviética) y Fukushima (Japón 2011), el uso de la energía atómica despierta susceptibilidad.

En Chernobyl murieron 30 de los 600 trabajadores de la planta. En la zona se presentaron 4.000 casos de cáncer de tiroides, mayormente en niños y adolescentes víctimas de la contaminación derivada del siniestro.

En Bolivia el uso médico de la energía atómica data de hace varios años. Hoy se pretende dar los primeros pasos en el uso de la energía atómica y para ello se solicitó la cooperación internacional.

viernes, 1 de agosto de 2014

"Tienes que completar tu obra" le habría dicho la Reina Sofía a Evo, "lo que me impulsó a buscar la reelección", frase similar escuchó VPE



Reelecciones impopulares

Mauricio Aira

La historia es sabia. Nos presenta ejemplos de lo que conviene evitar y de aspectos positivos del pasado. Referirnos a las elecciones de 1964 con la reelección de Victor Paz Estenssoro cuya caída algunos meses más tarde por obra de los militares (Ovando-Barrientos) y los trabajadores (COB-Juan Lechín Oquendo), arrastró consigo la contrarrevolución de 1952, imponiendo una sucesión de regímenes militares que abarcó nada menos que 18 años del “estrangulamiento de la democracia y las libertades ciudadanas” y la distorsión de las medidas como la Reforma Agraria mediante un pacto militar campesino.

Han tenido que transcurrir mucho tiempo para entender que la reelección de VPE  constituyó un craso error político. En sus años postreros el indiscutible líder reconoció que había sido el Departamento de Estado,  recordar que John Kennedy invitó al Jefe de Estado a una visita oficial en la Casa Blanca y ponderó ante los medios “la Revolución Boliviana como un modelo” a ser imitado. Kennedy ofreció todo su apoyo para que el MNR y VPE continuasen la obra revolucionaria hasta alcanzar sus nobles objetivos.

De un modo u otro, alentado también por su entorno partidario VPE llegó a la conclusión que lanzarse a la reelección sería la manera más realista y positiva de contribuir al desarrollo de las grandes medidas en marcha, Nacionalización de Minas, Reforma Agraria, Diversificación de la Economía y de la prospección y explotación de los recursos carburíficos. No cayó en la cuenta que mientras el Departamento de Estado alentaba su reelección, el Pentágono opuesto a las políticas de Kennedy, alimentó con toda clase de recursos la conjura contra el MNR,  el coronel Edward Fox, agregado militar proveía medios a René Barrientos de forma secreta y reservada, mientras que Douglas Henderson el  embajador estimulaba la prosecución de VPE como la mejor garantía de la construcción del desarrollo boliviano.

Cuando el actual Jefe de Estado, Evo Morales Ayma pretende justificar el porqué de su ilegal e inconstitucional reelección menciona su conversación con la Reina Sofía de España, hoy acogida a la jubilación, “Evo tienes que terminar tu obra”, suena igual que cuando Henderson repetía a VPE. “Sr. Presidente, sin su presencia es imposible garantizar el apoyo a Bolivia, a la Revolución de Abril, a las tareas del desarrollo”,  uno y otro escuchan los consejos de fuera y en el caso primero VPE fue a la reelección contra viento y marea siendo derrotado por un golpe de estado a los pocos meses y tuvo que salir huyendo para conservar la vida hacia Lima en un avión militar al resguardo de uno de los jefes de la conjura el General Ovando.

Quiero creer que es el amor por Bolivia y su mejor destino que mueve la voluntad para la reelección, aunque no se puede olvidar que estas decisiones personales, son como en el caso de 1964, de resultado funesto. La división del MNR en tres falanges Siles, Guevara, Lechín contribuyó al golpe. De nada sirvieron las experiencias de Gobierno de Ovando primero (nacionalización de la Bolivia Gulf Oil) y de Torres González, que NADA pudo lograr en su muy corto mandato con el anuncio de establecer una Asamblea Popular, al estilo soviético, que quedó ahí inscrita en la utopía.

Paz Estenssoro ganó las elecciones de Mayo del 64, es posible que Morales Ayma pueda ganar las de octubre 2014, aunque nadie podrá dudar de la impopularidad de ambas. Quién podría garantizar que a continuación sobre venga un programa autoritario, castrense autoritario como el interregno de los 18 años perdidos, si aquel fue anticomunista, liberticida el periodo que remontaría una elección “ganada a la fuerza de propaganda y chicanería, de tinte de izquierda extrema en algunos aspectos y en otros de capitalismo secante”,  con el denominador común de hacerse del poder en forma interminable, teniendo al mando ambiciosa élite conservadora, interesada tan solo en dominar.