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sábado, 17 de julio de 2010

Atinada y oportuna la sugerencia de Hugo Bilbao de publicar un breviario de los 200 años de Cochabamba que debería comprometer a la cochabambinidad

Sería oportuno y más que eso memorable que este año 2010 en que Cochabamba celebra los 200 años de existencia libertaria –acontecimiento cuya importancia debe concitar profundo orgullo, regocijo y sobre todo reflexión sobre ese largo transcurso vivencial de su gente y esperanza en el futuro – reflejarse en un gran libro testimonial de calidad como legado a las futuras generaciones. La obra recogería las diversas etapas de su desenvolvimiento histórico-sociológico-espiritual como material además de las múltiples facetas de su trayectoria citadina cultural como rural.

Sugerimos modestamente a las autoridades municipales, particularmente al novel Concejo Municipal, que el libro en cuestión abarcaría la verdadera crónica de Cochabamba, no sólo la última etapa colonial y la republicana sino como de su realidad de manera retrospectiva, prácticamente toda su historia independiente, la valiosa obra de sus escritores y periodistas, vida comunitaria, desarrollo integral en materia de educación, arte, industria, comercio, deporte, ecología, forma de vida de las comunidades indígenas, vale decir todo aquello importante que responda a la definición de sus valores y a lo más sensible de su ser regional, sin dejar a un lado lo relativo al progreso general, su impronta humana, en función de lo telúrico y sus contrastes climáticos, sus montañas, ríos, valles y trópico y la influencia que tienen en las funciones vitales de la vida colectiva.

El libro ha de resaltar principalmente los hechos heroicos de sus hombres y mujeres que a lo largo del tiempo permitieron forjar las ideas libertarias que contribuyeron a la independencia de la Patria Grande y su actual desarrollo cultural. Debiera plasmarse en el libro ideal que sugerimos la multifacética contribución de Cochabamba al país en todos los órdenes; su búsqueda incesante del sentido de orientación patriótica de su sociedad, sus anhelos más sublimes, sus acciones significativas y, en suma, la obra de los años en lo urbanístico, institucional, productivo, intelectual y el trabajo, es decir todas aquellas vivencias y transformaciones objetivas como espirituales, todo reproducido como en una película irresistible que recoja cronológicamente la memoria viva de este gran pueblo en todas sus manifestaciones, pues como dice el ex presidente de la Academia de Ciencias de Bolivia Muñoz Reyes: “Es bueno escribir una crónica de los hechos acaecidos en un pueblo y aunque es una labor difícil y a veces ingrata porque no siempre dicha crónica favorece a los personajes que en ella actúan, pero esta labor es necesaria; ya decía el padre de la Historia, Herodoto de Turios al iniciar su obra monumental: “Los hechos de los hombres no se deben olvidar con el paso del tiempo y que las grandes acciones llevadas a cabo por los pueblos no deben perder su esplendor”.

Esta iniciativa de publicar tal libro conmemorativo debiera estar, en su caso, a cargo de historiadores y profesionales nacionales que recopilen la esencial contribución histórica de Cochabamba al país como su progreso natural y los logros de todas las instituciones y epresas públicas y privadas durante ese largo periodo. No importaría que dicha crónica tarde para su edición uno o más años, pero debiera asumirse el desafío, tal vez con el aporte económico de todos quienes aman y veneran a su terruño. Con seguridad creemos que todas las Empresas pondrán a disposición su aporte histórico en el libro con autenticidad y brevedad aconsejable.

Finalmente: si acaso esta propuesta merece algún interés consideramos que el esquema temático, coordinación y formato estarían lógicamente a cargo de una gran comisión de reconocido prestigio con el encargo exclusivo de llevar a feliz término ese trabajo estimable, que, de concretarse, será el mejor reflejo del alma cochabambina con gratitud a su pasado, a su orgullo presente y a su conciencia de patria y esperanza por un futuro mejor con libertad y dignidad en el bicentenario de su grito libertario.

El autor es abogado, ex dirigente cívico

viernes, 9 de julio de 2010

un caso peliagudo. la justicia paralizada y nadie sabe por cuánto tiempo mas.

octubre negro es la rúbrica de un capítulo de la historia que no puede seguir adelante. los fiscales que llevaban el caso postulan a nuevos cargos y..

En un verdadero dilema se están viendo dos de los responsables de sostener la acusación por los sucesos de Octubre Negro. Los fiscales Milton Mendoza y Mirna Arancibia postularon a sendas vocalías en diferentes tribunales de distrito y ganaron en sus respectivas convocatorias. Esto les alejaría, sin embargo, del caso que se desarrolla en la Corte Suprema de Justicia.Mendoza y Arancibia están a un paso de hacer realidad su legítima aspiración de seguir creciendo en la profesión del abogado, pero para eso tendrían que dejar su trabajo a medias, en el que seguramente es el más trascendental de los juicios que les tocó afrontar.Un año, un mes y dos semanas es el tiempo transcurrido desde que se constituyó el tribunal de sentencia para desarrollar este proceso en Sucre. Ministros del gabinete de gobierno de ese momento y ex autoridades militares aparecen en la lista de acusados, pero la Fiscalía General del Estado se vio impedida de hacer lo mismo con los principales implicados: el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Sánchez Berzaín, Dante Pino, Mirtha Quevedo, Jorge Torres Obleas y Yerko Kukoc.Todos ellos han huido del país y la legislación nacional no contempla la figura de los juicios en rebeldía. El fiscal Mendoza estimó que, hasta ahora, el juicio de responsabilidades avanzó aproximadamente un 50 por ciento.Los familiares de las víctimas de Octubre Negro, a lo largo de este año, debieron escuchar la versión de más de 200 testigos, mientras que los miembros del tribunal de sentencia recibieron más de 800 documentos de prueba.Todo esto en medio de recursos incidentales que han obligado a paralizar el proceso en distintas oportunidades.
A la odisea de pasar por estas largas causas en Bolivia, se sumó la deficiente actuación de la diplomacia, pues hasta ahora no se cumple la orden de extradición librada por la Suprema en el exterior. Como algunos de los acusados se encuentran en Estados Unidos, las malas relaciones con ese país contribuyen a una silenciosa impunidad.Ahora, tanto los familiares de las víctimas como el viceministro Wilfredo Chávez, piden a Milton Mendoza y Mirna Arancibia que permanezcan en sus cargos para no entorpecer el juicio. Con todo respeto: si dos funcionarios renuncian, por los motivos que fuere, el Ministerio Público sigue en pie y un proceso tan importante como éste no debería correr riesgo alguno.

miércoles, 7 de julio de 2010

Joaquin Morales Solá repite sus sabias reflexiones cuando relaciona la manida manera de acudir al insulto y las ofensas para dañar al opositor

Sólo la percepción de la decadencia explicaría la instalación de un gobierno de hombres duros, permanentemente enojados. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, perfeccionó en los últimos días su ingenio cotidiano para ofender. El canciller Héctor Timerman se parece cada vez más a un panelista constante de esos hiperkirchneristas programas de televisión en los que nadie explica nada, pero todos analizan despectivamente a los opositores y al periodismo no oficialista. El propio ministro Julio De Vido hizo conocer su opinión en público, casi por primera vez en siete años, para inculparse y tratar también con un humor de perros a los periodistas y a los opositores.

Los Kirchner nunca dirigieron un gobierno amable, pero hubo un tiempo en el que los enojos y los retos eran un monopolio de la diarquía gobernante; es decir, de Néstor y Cristina Kirchner. Nadie más maltrataba ni insultaba, aunque, todo debe decirse, Aníbal Fernández protagonizó algunas célebres excepciones. Todos los demás trataron siempre de suavizar en reserva lo que ya era demasiado ríspido en público. ¿Qué sucedió ahora para que se haya designado, por ejemplo, un canciller que se ocupa casi exclusivamente de difamar a los medios periodísticos? La historia señala que los gobiernos se radicalizan cuando ven que se acerca el fin o cuando admiten frente a un espejo implacable que les tocó vivir la mala hora. Timerman volvió a menear una acusación ("existe una conspiración destituyente") que el kirchnerismo sólo usó cuando se abatió sobre él la derrota política. Fue en 2008, al final de la guerra perdidosa contra los productores rurales.

Ahora no son los hombres de campo los que acosan al oficialismo, sino la oposición política en el Congreso. La sociedad argentina se ha despertado del exitismo mundialista, pero más grave que eso son, dicen inmejorables funcionarios, los avances opositores en el Parlamento. Aníbal Fernández tuvo el mérito de reconocer lo que parecía una deducción: el Gobierno patalea ante la probable necesidad de vetar el proyecto de ley del 82% móvil para los jubilados. ¿Cómo explicará que la Anses no tiene plata que financiar ese aumento, pero sus recursos pueden, en cambio, sufragar necesidades políticas de los gobernantes? No hay tormento mayor para los Kirchner que tomar una decisión que será a todas luces impopular.

Otras dos decisiones parlamentarias no podrán ser vetadas porque son facultades propias del Congreso. Una de ellas es la constitución de la comisión bicameral de seguimiento de los servicios de inteligencia, que ya existía, con mayoría y presidencia opositoras. Esta resolución de la oposición provocó una muy dura discusión de los opositores con el jefe del bloque kirchnerista, Agustín Rossi, otro que perdió la vieja compostura política que supo tener. La restante decisión del Congreso será la de negarle al Ejecutivo una prórroga de las facultades delegadas, que tampoco el Gobierno podrá vetar, y que incluye la recuperación por parte de los legisladores de fijar las retenciones a las exportaciones.

Esas decisiones políticas erosionarán el núcleo duro de la conducción kirchnerista, porque le sacarán la caja, la información privilegiada, las operaciones encubiertas y la arbitrariedad para administrar el Estado. Esta conclusión explicaría la razón de tanto enojo oficialista.

El discurso no es sólo retórico, sino amenazante y, en algunos casos, impolítico para los propios intereses del Gobierno. Un caso claro de esta última naturaleza es la decisión de plantear, con el proyecto del matrimonio gay, una batalla cultural con la Iglesia, que no hace más que fortalecer a los sectores eclesiásticos más conservadores. En la última asamblea del Episcopado, el sector de obispos moderado, liderado por el cardenal Jorge Bergoglio, perdió una votación crucial sobre este tema con el ala conservadora que capitanea el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer. En tanto Aguer se negaba a cualquier concesión sobre el problema, los moderados plantearon su oposición al uso del término matrimonio, pero dejaban al gobierno de la sociedad la resolución de un problema social que existe.

A su vez, Aníbal Fernández le advirtió en su blog al columnista de Clarín Eduardo van der Kooy que le costará conseguir trabajo cuando "se horizontalice la información"; es decir, cuando rija la nueva ley de medios. ¿Será la ley de medios una garantía para la libertad de expresión, como lo dijo Cristina Kirchner, o será la oportunidad para que el oficialismo colonice los medios, como lo insinúa su jefe de Gabinete? Más tarde, Cristina Kirchner se mostró maternal y comprensiva con la selección argentina. Fue sólo una excepción entre tantas provocaciones, denuestos y reproches, pero excepción al fin.

Un día antes, el acorralado ministro De Vido dio un comunicado en el que intentó aclarar la oscuridad en las relaciones con Venezuela. No lo logró, pero descalificó a los diarios La Nacion y Clarín con el argumento de que son "socios en Papel Prensa", como si se tratara de una prueba definitiva sobre la culpabilidad de algún incierto delito. Esa sociedad es pública desde hace más de 30 años, cotiza en Bolsa y nunca impidió la natural competencia entre ambos diarios. De Vido confirmó la vieja ley de los políticos incurables que indica que cuando se carece de una defensa eficaz es mejor instalar la idea de que todos son iguales.

De Vido hizo algo peor: adujo, para proteger a su ex secretario privado José María Olazagasti, actual responsable del ceremonial de su cartera, que en el Ministerio de Planificación no existen honores, cargos ni medallas para desempañar algunas funciones. Se refería a las gestiones paralelas de Olazagasti en Venezuela como reemplazante del otrora todopoderoso Claudio Uberti.

Ya es raro que el ministerio de De Vido se ocupe de asuntos comerciales con Venezuela cuando existen una Cancillería, un Ministerio de la Producción y otro de Economía. Pero este último argumento es más extraño aún: ¿qué hacen los funcionarios formales de su cartera si las misiones específicas las puede cumplir cualquiera en medio de la informalidad?

Todas esas preguntas interpelan a un gobierno sin respuestas, condenado a vivir cada vez con márgenes más estrechos de poder y confinado al recurso último de ultrajar y ofender. Recurso que nunca sirvió de nada.


lunes, 5 de julio de 2010

Bolivia se convertirá en un incordio y habrá una sola manera de evitar la peste. se lamenta Dante Pino ante el fracaso del proceso autonómico y la CPE

Para nada resulta ser una sorpresa que el gobierno comience a desandar el supuesto camino de los procesos de cambio. Porque nunca se tuvo otra cosa que una sensación de cambio. Algo así como un vientecito frío que te toca y se escapa.

La caída del gobierno constitucional de Gonzalo Sánchez de Lozada y la forma en que pierde el control de su gobierno, fue en realidad el telón de fondo que envolvió las escenas que luego sucedieron en un ir y venir sin ruta clara.

Muchos pensaron que acabado ese gobierno todo era cuestión de tiempo para que la “normalidad boliviana” volviera a sostenerse en sus viejos andamios. Así que Evo Morales fue visto como el número uno del retorno y nunca como un líder permanente. Y esa clásica, romántica y descuidada sociedad de élites acomodadas alrededor de una estructura política condescendiente con su comodidad de hacer dinero fácil y de mirar el futuro sin preocupaciones, dejó que la conspiración, la traición y el engaño se hicieran voto popular.

Ese voto fue visto como el cheque en blanco para dar paso al proceso de cambio. Y con tal calificativo, que no contiene nada y puede servir para todo, la involución social, política y económica se hizo presente. Cada error visto como el producto del cambio hizo girar la rueda de la desagregación nacional.

Pues bien se llegó al punto de creer que una nueva Constitución Política era la solución final y el inicio de una nueva era. La vieja clase social y política miró el paso de una constitución a otra, como una oportunidad. Y bajo la bandera de la autonomía, creyó haber encontrado el camino del restablecimiento de pesos y medidas con los profetas del proceso de cambio. No era una mala lectura. Si además de ella se hubiera tenido el cuidado de preparar un bloque social capaz de contener al gobierno en su loca ambición de concentrarlo todo.

Pero no tuvo esa capacidad y se quedó con las banderas autonómicas pero sin sostén social. Lo paradójico de esto es que no son los autonomistas los que desequilibran al gobierno, sino las propias bases indígenas que le dieron el voto cuantas veces se lo pidieron.

Y sus demandas por autonomía regional, control de los recursos naturales y representación política propia, están inscritas en la nueva constitución. Derechos otorgados, derechos constitucionales consagrados que ahora, ante la magnitud de los que representan resultan derechos inconvenientes, derechos absurdos y pretensiones desmesuradas.

El proceso de cambio recula. Tiene miedo. Ahora que puede mirar el engendro al que dio vida, se espanta y le insulta y le ofende y le amenaza. Esa es la calidad de estos revolucionarios de gorra marca Adidas. Pero es tarde. Ya no pueden evitar que el Frankenstein se levante y reclame su vida. No se trata de una simple marcha. Se trata de arrancarle a lo que queda del Estado Nacional la última capa de piel.

Es el inicio del proceso de desagregación nacional. Donde cada pedazo de territorio izará su propia bandera. Y de este modo comienza cumplirse la profecía inicial que dimos cuando Evo era reelegido por segunda vez. Bolivia o lo que comienza quedar de ella, se irá convirtiendo en un incordio, cada vez más insoportable. Y habrá una sola manera de evitar que la peste cunda. Y no quiero decirla, porque me duele el alma.

sábado, 3 de julio de 2010

Aparece el artículo en Hoy Bolivia y es sabroso se trata de "Arroz a la Cubana". léalo ya!

Han transcurrido cincuenta años de dictadura comunista en Cuba y, al margen del majadero pretexto del bloqueo norteamericano, el régimen imperante carece de todo argumento valedero que justifique el total fracaso que ha sufrido su modelo social, político y económico.

A medio siglo de haber liquidado el aparato productivo de esa nación que no tiene nada que vender, ni con qué pagar, vemos que sus industrias están destruidas o son muy atrasadas tecnológicamente y están dirigidas por líderes políticos y personajes incapaces que sólo aportan con su fidelidad perruna a la revolución, en lugar de brindar una gerencia profesional que las torne productivas y competitivas internacionalmente.

La nomenclatura del régimen ha desarrollado una curiosa habilidad consistente en vivir de la manga; maña que la ejercieron con la Unión Soviética y, a la caída de ésta, mediante el Foro de Sao Paulo, una entelequia formada por Fidel y sus secuaces, para sustituir sus fuentes de exacción hacia países del tercer mundo como: Brasil, Venezuela, Bolivia etc.

No trataron siquiera la posibilidad de adoptar la destreza de los países comunistas que sobrevivieron a la caída del Imperio Soviético como: China, Corea o Vietnam por el simple hecho de que en tales sistemas prima la mala costumbre del trabajo. Hoy, esos acérrimos enemigos del imperialismo se mantienen boyantes, gracias a su sociedad con los grandes diablos capitalistas de América y Europa,

Para justificar este modus operandi, la viveza socialista ha inventado, como moneda de cambio, planes de salud y educación, sin ruborizarse frente al informe de los médicos de la Organización Mundial de la Salud que han determinado que en la isla, la epidemia de enfermedades de la vista, mentales y de niños nacidos prematuramente y con defectos son un problema de falta de vitaminas y proteínas ocasionados por la mala nutrición. Por su parte, en lo que a la educación se refiere, Cuba está muy por detrás de Chile, Argentina, Uruguay y Costa Rica, según la UNESCO.

Ante semejante cuadro desgarrador, el gobierno boliviano ha decidido enviar 11.000 quintales de arroz a Cuba, en el marco de una donación de tres mil toneladas que tiene estimado mandar a ese país caribeño que sufre la escasez de este producto. Es decir: San Juan regalando camisa a San Sebastián. No se descarta el envío de azúcar, ya que sus tan publicitadas zafras decayeron de 8 millones de toneladas, a sólo una en este año.

Las noticias nacionales dan cuenta que en el Chaco y el oriente bolivianos se debaten en medio de una feroz sequía que amenaza dejar sin alimentos a extensas zonas de la geografía nacional. Entretanto, sirva de consuelo saber que nuestra comida ha ido a paliar el hambre de los heroicos socialistas caribeños y que a nosotros sólo nos toca conformarnos con Arroz a la cubana, pero sin huevos.