Tras la persistencia de los familiares de desaparecidos, víctimas de aquel aciago 17 de julio de 1980, el presidente Evo Morales respondió evidentemente molesto que los invitaría en el mes de enero a ingresar al Estado Mayor con él para que comprueben que los archivos clasificados sobre los desaparecidos ya no existen. El Mandatario, que también es Capitán General de las Fuerzas Armadas, dijo además que los familiares de las víctimas de 1980, apoyados por algunos fiscales cuyo interés es proyectarse jurídicamente, están haciendo uso político de este tema. Días antes, los familiares de los desaparecidos habían refutado las afirmaciones de Morales sobre la inexistencia de esos documentos recordando que, de acuerdo con la Ley Orgánica de las FFAA, la documentación clasificada tiene carácter secreto e inviolable, lo que refutaría las palabras del Presidente, lo contrario supondría que la institución armada ha incumplido su propia ley incurriendo en delito. Incluso mostraron fotocopias de una serie de documentos que siguen en poder de la institución. Ellos aseguran la existencia de papeles clasificados relacionados con la represión ejercida durante 18 años por las FFAA, en la Sección Segunda de Inteligencia del Ejército. En febrero pasado, un juez había ordenado la desclasificación de dichos archivos, aunque, según el fiscal del caso, los militares se dieron modos para no cumplir con la orden judicial. Recordaron incluso que facilitaron una gaveta con correspondencia de unidades de provincia y tarjetas de felicitaciones de Luis García Meza. Los familiares de los desaparecidos respondieron las acusaciones de Morales, reiteradas por su ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, sosteniendo que no se trata de movimiento político alguno, y recordaron que dada su declarada tendencia, el Gobierno actual tiene una deuda moral en este caso. Por paradójico que parezca, la Cámara de Diputados condecoró a las FFAA con la Medalla al Mérito “Marcelo Quiroga Santa Cruz”, uno de los desaparecidos cuyos restos se pretende que esa institución ayude a encontrar. En este mismo juego, hace algunos meses el Comandante de la institución armada declaró “socialistas” a las FFAA e incluso adoptaron oficialmente la consigna cubana de “Patria o muerte, ¡venceremos!” Es en este punto en el que no se entiende la posición adoptada por nuestra institución armada en el caso de los desaparecidos. Se supone que dada su naturaleza “socialista”, los miembros del Ejército nacional deberían agotar esfuerzos para colaborar en la búsqueda de quienes fueron víctimas del fascismo. ¿Cómo entender la actitud del presidente Morales, quien, más allá de su gran afecto que manifiesta por las FFAA, se supone que en su condición de líder de un proceso que conduce al país hacia el socialismo, su primer impulso debería ser ordenar la investigación de los crímenes de los regímenes fascistas? Se supone que si —como lo asegura— los documentos han desaparecido, él debiera instruir una investigación exhaustiva a fin de recuperar los restos de esas personas. Un ejemplo que debiera seguir es la actitud asumida por el Gobierno argentino frente a quienes encabezaron las dictaduras militares de los años 70 en ese país. (La Prensa.fotos granaderos argentinos)
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