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domingo, 5 de agosto de 2012

Victor Hugo Cárdenas describe con precisión la caída de las 3 máscaras del MAS. ausencia de producción, aumento de corrupción, ineficencia, contrabando y narcotráfico...interesante


El exvice-presidente hace una evaluación de los 365 días transcurridos desde el pasado 6 de agosto a partir de un punto de vista indígena y opositor a la administración nacional.
¿Qué cambió en Bolivia desde el 6 de agosto de 2011?
Durante este año se desgarraron tres máscaras del Gobierno: la máscara popular, con el gasolinazo y sus efectos en la elevación de precios de la canasta familiar; la máscara indígena, con la masacre de Chaparina y la campaña denigratoria a la novena marcha del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS); y, por último, la máscara democrática e institucional con la elección digitada del nuevo Órgano Judicial con personas afines al oficialismo.
Desde agosto de 2011, hubo cambios, pero cambios hacia atrás: ineficiencia en la gestión pública, corrupción, represalias en contra de opositores y persecución política. Los nuevos funcionarios del Órgano Judicial comenzaron a pagar la factura de su designación en el caso del nombramiento irregular de notarios, el baño de constitucionalidad de la Ley 222 concertada con el Conisur y la exclusión del exministro de Gobierno Sacha Llorenti del caso Chaparina.

¿Cuál es la evaluación de estos últimos 365 días de la gestión de Evo Morales?
En el aspecto económico, los altos ingresos por nuestras exportaciones de gas y minerales no se tradujeron en nuevos proyectos productivos. Todos los intentos fracasaron por la ineficiencia y la corrupción. Empeoró el contrabando, la producción de droga destinada al Brasil y Europa y el consumo de la droga en nuestra sociedad.
En lo social, se quebró el Pacto de Unidad, sostén social del Gobierno. Se incrementó la inseguridad ciudadana y aumentaron los casos de asaltos, asesinatos y secuestros.
Cayó su máscara proindígena con la octava y la novena marcha de los indígenas del TIPNIS y la demagogia del discurso de defensa de la Madre Tierra.
En lo diplomático, fue un golpe duro el asilo del senador Róger Pinto en la Embajada de Brasil y la torpe reacción del Gobierno complicó las relaciones entre los dos países. Hoy Bolivia está más aislada que durante los últimos 30 años.
Al final, el Gobierno trató de dedicarse a la gestión pública, pero con resultados negativos. Fracasó en los proyectos del litio, del hierro del Mutún, Papelbol o Cartonbol. Lo único que marcha viento en popa es la creciente producción de coca y droga. 

¿Cómo estaba el Gobierno antes del 6 de agosto de 2011?
En una situación crítica por la pérdida de rumbo y de agenda gubernamental. Muy temprano, entre 2006 y 2007, después de las consignas electorales de 2005, extraviaron el Plan Nacional de Desarrollo e improvisaron la gestión de estos seis años. Por eso, trataron de identificar algunas prioridades en el Encuentro Plurinacional de Cochabamba, pero sólo logró mayor confusión y desorientación, allí se desataron las presiones de los cocaleros del Chapare, de los cooperativistas mineros y de los contrabandistas y los loteadores de áreas rurales y urbanas.

¿Qué pasará con Bolivia en los próximos meses?
El Gobierno ya se entregó de lleno a la campaña de la reelección. Por tanto, descuidará la gestión pública de las necesidades nacionales y populares y se dedicará a hacer una serie de regalos por todo el país para intentar recuperar el apoyo perdido.
Lamentablemente, aumentarán los conflictos locales, las ocupaciones de minas y otros centros productivos frente a la ausencia de Estado y de cualquier fuerza policial. Proseguirá la actitud negligente con la creciente producción de coca y droga. Aumentará la hostilidad internacional con Bolivia por la negligencia en la lucha contra las mafias de la droga. Seguirá el incremento de compras del exterior de alimentos.

¿Será el inicio al Pachakuti el 21 de diciembre o del quinto sol de los mayas? 
Esa declaración fue la única de del Canciller, cuyas funciones fueron expropiadas por la Presidencia, la Vicepresidencia del Estado Plurinacional, el Ministerio de la Presidencia y los presidentes de la Asamblea Legislativa. Mientras otros se ocupan de las pésimas relaciones de Bolivia con los países vecinos y de otras regiones, la Cancillería se ocupa del porvenir de la Coca Cola y del mokochinchi. No hay coherencia en el Gobierno.
“El discurso indígena murió en la masacre de Chaparina, en la torpe agresión del Gobierno a la novena marcha y la exclusión de indígenas en niveles de decisión”.
“El Gobierno ya se entregó de lleno a la campaña de la reelección. Por tanto, descuidará la gestión pública de las necesidades nacionales y populares”.
“Mientras otros se ocupan de las pésimas relaciones de Bolivia con los países vecinos y de otras regiones, la cancillería se ocupa del porvenir de la Coca Cola y del moqochinchi”.

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