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viernes, 7 de febrero de 2014

encontré al General Ovando en casa del Embajador Eufronio Padilla en Buenos Aires. "cómo usted aquí también exiliado?" y reiniciamos una muy fraterna amistad. algunas jornadas pasamos juntos varias horas en cordiales tertulias. amable y atento tengo de Ovando el mejor recuerdo.

La vida del Gral. Alfredo Ovando Candia, (nacido en Cobija  el 6 de Abril de 1918 y muerto en La Paz el 24 de Enero de 1982), estuvo siempre marcada por el misterio. Ovando, todavía como Presidente interino, inauguró la Empresa Nacional de Fundiciones  (ENAF) en Vinto (Oruro)  el 30 de Julio de 1966. Barrientos había renunciado para habilitarse como candidato presidencial en las elecciones de ese mismo Julio. Ganó con  mayoría absoluta. Su discurso en Vinto fue emocionado pero breve. En otras cosas dijo: “Nos hicieron creer que en nuestro país no se podía fundir metales, sin embargo ahora lo hacen nuestros ingenieros. (…) Que la riqueza de nuestro país no sólo sea materia prima exportable sino productos elaborados”.  

Detrás de Ovando que mira a Marcelo firmando la nacionalización de Bolivian Gulf se ve a Tinino Rico Toro de triste memoria en la persecusión y represión de "sus enemigos", al nefasto Arce Gómez, al lado el General Ruiz Canciller de la República en el Gobierno de un año, golpeado por Torres Gonzáles.


La fundición de Vinto comenzó a producir estaño 30 meses después de haber sido inaugurada. Barrientos era ya Presidente Constitucional.

Como Presidente de facto nacionalizó la Bolivian Gulf Oil el viernes 17 de Octubre de 1969. El Ministro de Minas y Petróleo de entonces era Marcelo Quiroga Santa Cruz. YPFB asumió el control de todas las operaciones de la Gulf cuyas instalaciones fueron ocupadas por el Ejército. El lunes siguiente, 20 de Octubre, se proclamó feriado nacional con suspensión de actividades por ser el “Día de la Dignidad Nacional”. Se trató de una segunda nacionalización de los hidrocarburos. Ya la Stand Oil había sido nacionalizada en 1937, tras la Guerra del Chaco.

Ovando había dirigido un Golpe de Estado el 26 de Septiembre  de 1969 contra el Presidente Constitucional Luis Adolfo Siles Salinas, posesionado tras la muerte de Barrientos de quien era Vicepresidente elegido en las urnas. Siles huyó a Chile.

Fue un militar de cara triste y vestido de misterio. Como Presidente salía de Palacio a las diez de la noche. Su amarillenta mano izquierda lucía un cigarrillo prendido. Miraba a los periodistas acreditados, les insinuaba una sonrisa que casi nunca mostraba y sin haber pronunciado una palabra ingresaba con agilidad a la movilidad oficial rumbo a su domicilio en la calle 20 de Octubre del barrio de Sopocachi de La Paz.

Un Golpe Militar derribó a Ovando. La rutina de los Golpes de Estado se había apoderado de la Patria y los militares se sucedían uno tras otro como en una ruleta misteriosa.

El 7 de Octubre de 1970, el gral. Juan José Torres ocupó el Palacio de Gobierno. El capitán falangista de pasadas décadas se hizo con la dirección de un gobierno “revolucionario”. Torres había sido Jefe de Estado Mayor del Ejército cuando los militares mataron al Che Guevara en La Higuera el 9 de Octubre de 1967, tres años antes.

Bolivia vivía angustiada por sus frecuentes Golpes de Estado y en Fides los jesuitas estaban enfrentados internamente también.

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