continúa Fides ofreciendo una magnífica reseña de sus 75 años de vida. Eduardo Pérez se ocupa de los Tres Grandes de la hiistoria de la Revolución Nacional, aunque el editor invierte el orden Paz, Lechín y Siles. Veamos

Hernán Siles Zuazo, Víctor Paz Estenssoro y Juan Lechín Oquendo fueron los Tres Grandes de la política Boliviana del siglo XX. Tuvieron relación directa con Fides, en el otoño de sus vidas.

sin ellos no habría Revolución Nacional. sin ellos no se hubiese destruído. sin ellos habría sido diferente

Síles Zuazo regresó por segunda vez a la Presidencia en Octubre de 1982 y poco tiempo después enfrentó, como ya había sucedido en 1959, una terrible hiperinflación. Don Hernán se caracterizó por su calidad humana, por su profunda valentía y por su vocación de servicio al pueblo. Dirigió la Unidad Democrática Popular  (UDP) conformada por Partidos de Izquierda. Con enorme generosidad personal y política renunció a la Presidencia en 1985 para adelantar las elecciones nacionales. Su cigarrillo y su cafecito fueron compañeros inseparables durante las amenas charlas que sostuvo con Epi durante la década de los 80s en diversos escenarios.

Víctor Paz Estessoro entró a Palacio en 1985 y sin pérdida de tiempo promulgó el famoso Decreto Supremo 21060 el 29 de Agosto de 1985. Derrotó con decisión la descontrolada hiperinflación, sentó las bases de una estructura económica liberal, dinamizó la economía y dejó un legado de madurez, probidad y sabiduría presidencial. Presidió la entrega del Cóndor de los Andes a Fides en sus 50 años de vida, el 2 de Febrero de 1989, y estuvo atento a su trabajo. Fue oyente diario de “La Hora del País” durante su último mandato. En sus charlas con Epi, mantuvo un difícil equilibrio entre la cordialidad, el respeto y la distancia.

Juan Lechín Oquendo fue prototipo político. Dirigente sindical inimitable, hábil negociador, experimentado luchador social y simpático a toda prueba. En sus charlas con Epi, el “Maestro”, como lo denominaban sus seguidores, se refería a Epi como “curita”   con ternura especial. Pocas semanas antes de su viaje a la eternidad, le confesó que se arrepentía por haber bloqueado a Siles Zuazo en su último mandato, haber propiciado su renuncia y la promulgación del 21060. Murió en La Paz el 27 de Agosto del 2001.

Esos tres grandes compañeros de luchas del MNR, aliados circunstanciales, enemigos íntimos, luchadores por un país mejor, aunque desde perspectivas diferentes. Paz Estenssoro destacó por su inteligencia y su capacidad de gestión. Siles Zuazo por su lucha incansable, por su sencillez y por su autocontrol. Fue un combatiente permanente de la política y prefirió la Patria antes que otros intereses. Lechín, mago de las relaciones humanas, estuvo siempre dispuesto a escuchar con paciencia y a encarar cualquier dificultad. El legado de los tres, pese a sus divergencias, distancias y pugnas, no puede ser comprendido sino de forma conjunta. Protagonizaron, con inevitables contradicciones, con luces asombrosas y con una constancia destacable la segunda mitad del siglo XX en Bolivia. Fides les debe profundo agradecimiento porque estuvieron dispuestos, de manera generosa, a respaldar su trabajo porque creyeron en su misión. Cuando Epi les preguntaba, en charlas personales a uno sobre los otros dos, respondían con leve sonrisa y pocas palabras.