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lunes, 21 de mayo de 2012

Saúl Paniaga nos transporta a 1979 cuando Natusch Busch dió "un golpe de Estado" justamente cuando los países se reunían en La Paz. Paniagua anticipa que "la historia se repite" que se fragua un otro "golpe de Estado" para perpetuar al régimen de Evo en el poder...por muchos años. Tendrá razón?


El inventado autogolpe cívico-prefectural en Bolivia, sostenido y avalado en el escenario de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) a través de su delfín Dante Caputo, que permitió al régimen boliviano mostrarse ante el mundillo populista latinoamericano como pobrecito y víctima de asaltantes del poder, puede repetirse cuando se instale en junio en Cochabamba la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA). Este evento continental es el escenario propicio para repetir otro autogolpe, pero esta vez como país cuya democracia es agredida por la ‘oposición’, que pretende violar la Carta Democrática Interamericana (CDI) y la “autoridad legalmente constituida”.
El editorial Cuidado con la OEA, de EL DEBER (12/05/12), es la primera alerta de lo que puede suceder si se cae en la celada que ya está tendida con los conflictos sociales actuales, que fácilmente pueden ser resueltos.
Los actores del próximo autogolpe, que pretende emular lo sucedido en 1979, cuando se reunía por primera vez la Asamblea de la OEA en nuestro país, aquella vez por militares, no son partidos de ‘oposición’, hoy inexistentes, sino movimientos políticos afines a la coyuntura que buscan ‘soldar’ el aparato ideológico para proyectarse por largos años, esta vez usando la CDI, cuyo espíritu contiene una defensa a ultranza de la democracia y su sistema de gobierno legalmente instalado.
El ‘cuidado con la OEA’ nos tiene que llamar a todos los bolivianos a proponer de inmediato una pausa social dejando que se desarrolle en paz la Asamblea de la OEA en Cochabamba, pero advirtiendo a los visitantes que los conflictos sociales domésticos de ninguna forma atentan contra la legalidad del sistema de gobierno vigente en Bolivia ni pretenden debilitarlo.
Es vital esta advertencia previa a la Asamblea de la OEA para que esta no se convierta en la quinta columna de una estrategia bien diseñada para mostrarse como víctima de los ‘violentos opositores’ que quieren desestabilizar la democracia y sacar del poder mediante la fuerza y la violencia a los administradores del actual sistema.
La capacidad de infiltración de violentos en marchas y contramarchas es una táctica que da buenos resultados cuando se tiene aliados ideológicos, como fue Caputo con la Unasur e Insulza hoy con la OEA.
La estrategia del autogolpe practicado por los regímenes populistas de Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Bolivia e incluso Argentina, con infiltración táctica cubana, ha producido réditos políticos que han permitido afianzarse en el poder como una ola de presidencias vitalicias.
Hay una ola ‘releccionista’ en Latinoamérica, donde “se ha pasado de la elección alterna a la relección continua e indefinida” (Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, IDEA, Suecia).
En los hechos, coincide con la actual agenda política en Bolivia, donde la relección presidencial consecutiva se considera necesaria para implementar el denominado ‘proceso de cambio’ emergente de la reforma constitucional en los próximos 15 a 20 años (2006-2026).
El editorial de EL DEBER nos alerta a “cuidar la OEA” para que su Asamblea se desarrolle en Bolivia con normalidad en junio y evite ser escenario de otro autogolpe que los gobiernos populistas se inventan para mantener la fiebre releccionista que sigue debilitando las frágiles democracias latinoamericanas.
El libertador Simón Bolívar, en su discurso del 15 de febrero de 1819 en Angostura, dijo : “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder, el pueblo se acostumbra a obedecerlo y él se acostumbra a mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía”. Y cuánta razón tenía.

* Abogado y docente universitario

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