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miércoles, 2 de mayo de 2012

Karen Arauz con delicado tacto nos lleva de la mano "con algo de poesía" al encuentro del Uno de Mayo Evista.


Esperar pacientemente que SE el Presidente evacúe su discurso conmemorativo al 1 de Mayo, es sin duda una ejercicio de estoicismo. Lo hice porque si quería escribir esta nota, debía estar medianamente informada y por otro lado, si la ocasión había requerido de un feriado extraordinario con la planificación que caracteriza a este gobierno, algo grande y sustancial seguro resultaría.
Cayetano Llobet que menciona Karen en su exquisito texto
Manifestaciones de loas y alabanzas al proceso de parte de múltiples oradores -ningún sector asalariado presente- tuvieron como común denominador el desprecio al gremio médico. Etiquetados como los nuevos zánganos del Estado Plurinacional en virtud de haber tenido la desfachatez de estudiar y ejercer su profesión por años y encima pretender se cumpla la CPE, fue el marco necesario a la esperada intervención presidencial.
Sin embargo, la expresión de un rostro por ahí me distrajo y por esas trampas de la mente me encontré repasando en mi memoria fragmentos de un poema de Benedetti…”vi en pleno gozo y en plena euforia y en plena risa su rostro simple… seré curioso… de qué se ríe señor ministro, de qué se ríe….”.
Encarrilando mi atención al acto en la sede transitoria del Órgano Ejecutivo, pretendí seguir con rigor las palabras de SE. Nuevamente los médicos fueron objeto de alusiones vejatorias sobre su falta de patriotismo al pretender ser remunerados acorde a las leyes. Los aumentos decretados tanto para el básico nacional como a los salarios, es un lanzallamas a la COB que debe estar afilando dardos. Ni hablar de los dirigentes de la Confederación de Empresarios Privados, quienes se deben sentir muy desencantados con estos aumentos, pese a su solícita e infructuosa presencia en la cumbre social de Cochabamba.
El plato fuerte del mensaje presidencial fue sin duda la “nacionalización” de la Red Eléctrica Española. Los militares -como en los últimos tiempos- pertrechados con toda esa utilería dramática que sonroja, ocuparon simultáneamente las instalaciones y el Presidente declaró: “somos serios con las empresas, si hay que devolverles su inversión, les devolveremos”.
Lo que equivale a decir que se está expropiando y/o comprando las acciones de la española. En primer lugar, ya hemos comprendido que comprar, adecuar contratos, expropiar o nacionalizar, son todos sinónimos para este gobierno. Y segundo, su seriedad con las empresas es discutible. O pregúntenle a Soboce si el Estado le pagó por su parte en Fancesa.
No ha sido un regalo como se esperaban los trabajadores en su día. Más parece un homenaje pre-póstumo (gracias Cayetano por heredarme esta expresión, es muy gráfica) al mentor y mecenas del Evo Cumple. O un gesto amistoso y solidario con Cristina K para que no sea la única en ser vilipendiada por los españoles que dicho sea de paso, están pasando muy malos ratos. Su Rey caza elefantes lo que es feísimo. El Barcelona y el Real se quedaron sin la Champions. Pep Guardiola se va a Brasil. El yerno real está siendo investigado por malos manejos. Los desempleados se suman por millones, Cristina les dio un batacazo por la espalda y ahora Evo le pone la cereza al todo. Anda España, que al menos en el caso de Bolivia, es poco lo que tiene que ver con ustedes. Es una gambeta interna. La intención es mediatizar la medida en pretendido recurso de aplicar compresas frías sobre otras situaciones que se están tornando incontrolables.
Los que sí tenemos de qué preocuparnos, somos los bolivianos. Las acciones del gobierno están signadas por la improvisación. Un feriado tomado de los pelos, dictado en viernes casi a media noche, dejó sin ninguna opción a cualquiera que tuviese que cumplir un compromiso el lunes supuestamente día hábil y laboral. No se puede jugar con el tiempo y las responsabilidades de los demás sólo para ganar algo de tiempo para seguir improvisando. Y un feriado luego de la arrebatada defensa en sentido que el trabajo dignifica y que el día debería tener 36 horas, es por decir lo menos, desaprensivo.
Por otra parte, preocupa la manifiesta falta de iniciativas para efectivamente brindar a los trabajadores del país buenas noticias en su día, como podría ser ventajas y apoyo a aquéllas industrias que inviertan fuertes cantidades que resulten en estables y bien pagados empleados. O que se conjure vía retroceso y diálogo honesto, marchas, huelgas, bloqueos y otras cotidianidades. O que se encare de verdad políticas de fomento a las actividades productivas generadoras de empleo y de riqueza.
Mis divagaciones irreales que eso pueda ocurrir, sumada a la algarabía que causó en la audiencia el efectista decreto de “nacionalización”, ocasionaron que mi pensamiento se refugie nuevamente en la poesía y volví a Benedetti con otro fragmento…”sus hombres hacen sufrir al hombre y eso no sirve después de todo usté es el palo mayor de un barco que se va a pique…seré curioso…de qué se ríe…de qué se ríe…”.

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