Resultados poco claros
Ocho detenidos, una investigación inconclusa y un sinfín de preguntas a un año de la muerte de Rozsa
Este viernes 16 de abril se cumple un año del operativo armado en el Hotel Las Américas en Santa Cruz, donde Eduardo Rozsa y otros dos extranjeros perdieron la vida a manos de la Policía Boliviana. Este suceso destapó la supuesta organización de un grupo terrorista con intenciones separatistas que se habría armado en Santa Cruz.
Los otros dos fallecidos fueron el rumano-húngaro Arpád Magyarosi y el irlandés Michael Martin Dwyer.
Desde aquel momento ocho personas fueron detenidas preventivamente y se encuentran sin sentencia, el mismo 16 de abril fueron detenidos en el Hotel Las Américas, Elod Toazó y Mario Tadic.
Durante la investigación se detuvo a Alejandro Gelafio Santistéban, Juan Carlos Gueder, Alcides Mendoza, Hugo Vásquez, Mario Herrera y Roberto Justiniano. Sin contar a los arraigados, detenidos domiciliarmente o con otro tipo de medidas sustitutivas.
Además al menos una decena de implicados se fueron del país, de ellos los más reconocidos: Alejandro Melgar Pereira, Lorgio Balcazar, Luis Hurtado Vaca, Hugo Achá Melgar, Alejandro Brown, Guido Nayar Parada, Enrique Vaca Pedraza y David Sejas.
Pocos son los resultados reales en doce meses de investigación, las declaraciones diversas versaron sobre la organización de un grupo armado para defender Santa Cruz e incluso buscar su independencia, hipótesis que surgió de una entrevista al propio Eduardo Rozsa a un periodista europeo, meses antes de su muerte.
Incluso la investigación de una Comisión de la Cámara de Diputados del antiguo Congreso Nacional no llegó a nada, en si no se logró un resultado concreto que pueda ser afirmado sobre estas indagaciones. Oposición y oficialismo se perdieron en acusaciones mutuas y sólo se provocaron más dudas.
El inconveniente de la jurisdicción del caso fue otro gran inconveniente, la competencia de La Paz o Santa Cruz provocó una batalla legal que interrumpió las investigaciones, finalmente Marcelo Soza retomó las investigaciones y continuó a pesar de los cuestionamientos.
A un año de estos hechos, es muy difícil que se sepa la verdad, así lo considera el senador Marcelo Antezana de Convergencia, quien considera que la politización del caso y la parcialización del investigador hacen que sea complicado saber que era lo que realmente quería Eduardo Rozsa Flores en Bolivia.
“Desde un inicio primó el criterio político, se ha distorsionado y ha derivado en una especie de persecución a líderes cívicos y autonomistas, desvirtuando el sentido de la investigación. Mientras el investigador sea parte del oficialismo no se va a saber la verdad”, dijo.
Sobre este tema el viceministro de Gobierno, Gustavo Torrico, aseguró que no se trata derecordar fechas, sino de ver en su dimensión el caso, por lo que es necesario tener paciencia para conocer quienes estaban tras de este grupo que fue traído a Bolivia para impulsar un enfrentamiento fraticida.
“Creo que no es el tema que tratemos por tiempo, este es un tema de investigación que muchas veces se estanca y otras se acelera. Es un tema de llegar al fondo, de investigar y hay que ser serios de investigar, de hacer investigación porqué no es sólo decir: ya va un año y no pasó nada”, dijo.
Lo cierto es que es que en el futuro será muy difícil entender la historia contemporánea de Bolivia sin ver fijamente ese 16 de abril de 2009, día que se demostró que más allá del discurso si existían quienes querían organizar un grupo separatista en el país, pero que a la par evidenció el uso y abuso de la fuerza del poder, utilizando cualquier pretexto, convirtiendo la búsqueda de la verdad en un corte tajante e incluso injusto.
El tiempo es implacable, y con él tarde o tempran la verdad siempre llega.
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