Trascendencia del documento eclesial
Mauricio Aira
“Los cielos y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán” frase eterna de contenido real en la Fe de los Cristianos del mundo entero que avala a la Iglesia como institución divina más brillante y maternal con el pueblo de Dios, ángel protector de la bolivianidad que tiene el vigor de reclamar por sus derechos y de estar siempre al lado de los más humildes y más pobres de nuestras comunidades. “Estaré con ustedes hasta el final de los tiempos” promesa viva que nos está mostrando la vitalidad de la Iglesia a pesar de todos los avatares del tiempo y del espacio.
Varios medios, entre ellos Los Tiempos, han puesto de relieve el contenido del último mensaje de los pastores reunidos en la ciudad de Cochabamba y que contiene un inexcusable conglomerado de temas de actualidad que son motivo de preocupación de los líderes de la comunidad, de los observadores internacionales, de los verdaderos amigos de Bolivia preocupados por esta especie de carrera hacia la destrucción que se vive hoy.
Con precisión y claridad los Obispos se han vuelto a referir al narcotráfico que amenaza a la democracia y a la vida de la Patria, se ha convertido en un creciente flagelo cuya producción y consumo deben ser combatidos por las autoridades, pero también por los ciudadanos y las instituciones. Cuando hace algo más de dos años el Cardenal Terrazas abordó el tema, las reacciones oficialistas no tardaron en traducirse en insultos, amenazas, intrigas. Ahora mismo se sucederán las respuestas y serán muy agresivas y no es que la Iglesia lo ignore sino que a pesar de las consecuencias proclama su palabra sin tapujos.
Corroborando las propias fuentes eclesiales para lanzar su pensamiento, se han dado a conocer informes tanto de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, el gobierno de los Estados Unidos y otros refrendados en sendas estadísticas que no admiten duda alguna. Son hechos reales autentificados por personalidades responsables y que el Régimen no ha logrado rebatir pese a sus intentos a todo nivel. De modo que si los Obispos afirman que el narcotráfico está creciendo dentro del país y aumentando su poder frente a una sociedad cada vez mas indefensa es un hecho que no debe llamar a dudas.
Otros temas importantes como la inseguridad ciudadana, el aumento de la delincuencia y la violencia traducidos en la pérdida de vidas humanas y que representa el poco respeto a la vida y a la dignidad humana, valor supremo de la Creación, son parte del paquete de asuntos que remueven los Pastores con la finalidad de reflexionar en ellos y encontrar juntos autoridades y ciudadanos las soluciones pertinentes. Aún cuando hace pocos días el Cardenal Julio Terrazas se refirió a la manipulación de la Justicia, el documento de la 86ª. Conferencia Episcopal reitera su preocupación por cuanto, según lo anticiparon los medios, con el nombramiento de Tribunos (a dedo) por el Presidente, está motivando juicios y persecusiones en otro tiempo impensables y hoy fruto de la suma de poderes asumidos por el Presidente Morales.
No menos importante el respaldo de toda la cristiandad al movimiento que busca nuevas formas de actuación frente al cambio climático con un cambio de actitudes más acordes con la madre Naturaleza para evitar que se revierta en deterioro de la vida y la destrucción de las fuentes de alimentación y supervivencia en el planeta. Apoyo efectivo que respaldó con hospedaje y alimentación para más de un millar de visitantes a la ciudad de Tiquipaya convertida durante dos días en el Centro de la reflexión medioambiental.
Contiene el mensaje una convocatoria para buscar la reconciliación entre todos los bolivianos, deponiendo divergencias e intransigencias que con motivo de discordia y enfrentamiento perjudicial al clima de Paz que reclama el mensaje evangélico
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