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domingo, 4 de septiembre de 2011

político de fuste Carlos Valverde fue respetado por sus ideas que algunos calificaron de desquiciadas aunque terminaba demostrando con su entrega personal, tener fe en sus ideales. ha muerto sin dejar de dar batalla por una Bolivia unida, pero justiciera, libre y soberana


No vacila en asegurar que morirá luchando por Santa Cruz y contra el centralismo. Su sueño es concluir la obra de Ñuflo de Chávez y Andrés Ibáñez. Cree en un sistema federal, pero a partir de una nueva república conformada por Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija.

Fundador del Movimiento Federalista Democrático
- ¿Le gustan los reconocimientos, como el que le entregaron el pasado jueves?
- Me gusta que reconozcan lo que uno ha hecho, pero no lucho por que me reconozcan.
- ¿Cuántas distinciones ha recibido ya? ¿Cuál es la que más aprecia de todos?
- No recuerdo cuántos, pero este tiene un significado especial, porque no sólo me lo dan a mí, sino también a todos los descendientes de Andrés Ibáñez. Además, como dije el día que recibí esta medalla: debió haberse entregado hace 130 años a mi abuela, a las hijas de Andrés Ibáñez. Tardaron mucho, pero lo han hecho, y eso es lo esencial.
- ¿Espera recibir más reconocimientos?
- Siempre que haga algo bueno para que lo reconozcan. Si simplemente me dedico a mirar la tragedia del pueblo, no debo esperar reconocimiento, pero estoy dispuesto a luchar hasta el día de mi muerte por conseguir aquello que querían Ñuflo de Chávez y Andrés Ibáñez.
- ¿Sigue con la idea de que se debe implantar en Bolivia un régimen federal?
- Eso era cuando creía en Bolivia, pero ya no creo. Sigo con la idea de mantener un régimen federal, pero en una nueva república formada por cuatro departamentos: Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. No tenemos nada que hacer con Bolivia, ni Bolivia con nosotros. Además, ellos (occidente) nos detestan y quiero ser claro, no tengo nada contra los bolivianos, pero lo que todos los gobiernos de Bolivia han hecho es perjudicarnos. Fíjese lo que acaba de realizar Carlos Mesa: ha cambiado algunos elementos del escudo, y con esas alteraciones su intención no va de oriente a occidente. ¿Por qué más bien no cambia la fotografía del Mariscal de Santa Cruz? Es antihistórica porque lleva la medalla con la enseña rojo, amarillo y verde, cuando en aquella época la bandera boliviana tenía sólo dos colores: rojo y verde.
- ¿En qué sustenta su propuesta de que Santa Cruz deje de pertenecer a Bolivia?
- En que el centralismo nos ha hecho mucho daño y nos va a seguir perjudicando. Nunca hizo nada por nosotros, no le interesa el oriente. Cotas, Saguapac y CRE las creamos los cambas. Mientras que las demás ciudades las formó el Estado, el desarrollo de Santa Cruz se debe a su gente.
Una prueba del centralismo es el petróleo que quieren sacar por Perú; es decir, que las riquezas hidrocarburíferas de Tarija, Santa Cruz y Sucre se vayan a La Paz, para que así ellos puedan desarrollar industrias y una termoeléctrica. ¿Usted cree que si Mutún y Puerto Busch estuviesen en Oruro no estarían funcionando? Están paralizados porque se encuentran en Santa Cruz.
No tengo nada contra los bolivianos. No soy separatista, que quede bien claro; soy independentista. Mis primeros años de vida los pasé en Bolivia y conocí Santa Cruz muchos años después. Me defino como absolutamente independentista. Creo en una nueva república formada por los cuatro departamentos que antes mencioné, y si algunos de ellos no quieren ese sistema, Santa Cruz puede sola; y cuando seamos república independiente vamos a comenzar a aislar a Bolivia, porque ese país está mal gobernado y fue mal administrado por todos los presidentes; los únicos buenos fueron los dos extranjeros: Bolívar y Sucre.
Andrés Ibáñez hizo revolución federalista hace 177 años. En esa época no existían caminos, los habitantes eran 14.500, y él tenía la visión y la certeza de que Santa Cruz iba a ser federalista, porque sabía que los gobiernos de Bolivia nunca nos darían nada.
- ¿Es diferente federalismo de país autonómico?.
- Completamente. La diferencia es que el primero es independiente y tiene el fin de formar una república federal; autonomía es simplemente una medida, una concesión aparte; no es lo mismo que ser una república. No quiero sólo autonomía, quiero federalismo.
- ¿Cree en la lucha del Comité pro Santa Cruz por la autonomía?
- Creo en todas las luchas por la autonomía y las apoyo porque es el camino para lograr la nueva república. He formado un partido federalista, igual que el que creó mi bisabuelo, Andrés Ibáñez, Los Igualitarios. Infelizmente, no he podido llevarlo adelante, porque en este tiempo se necesita tener dinero para eso. Sin embargo, creo que el federalismo es la solución a los problemas para cualquier nación nueva. Pero los presidentes son tan ignorantes que dicen que el federalismo divide a la República; pregunto: cuándo ha habido unión en Bolivia. Nunca hubo. Creo en la independencia, quiero que cuando vayamos a Bolivia lo hagamos con pasaporte y cuando ellos vengan hagan lo mismo. Además, que vengan con carné de salud y con contratos de trabajo.
- ¿Se siente usted frustrado tras varios años de lucha sin éxito por el federalismo y ahora por la independencia?
- Voy a luchar hasta el día en que me muera. El hecho de haber estado catorce años desterrado y haber escapado dos veces de la cárcel nunca me frustró, siempre volví a la lucha. Cuando me retiré de mi partido, la Falange Socialista Boliviana, uno de los más combativos y combatidos de la República, nunca dejé de luchar, y sigo luchando. Me sentiré frustrado el día que haya cerrado los ojos y no haya conseguido nada.
- ¿Cree que está a punto de lograrlo, o todavía se ve lejos?
-Creo que hemos avanzado mucho, ya que la autonomía es el camino para lograr un sistema federal; aunque ahora diga Carlos Mesa que está de acuerdo con este sistema; pues cuando era gonista, expresaba que el federalismo y la autonomía eran un crimen. Los partidos políticos hablan de autonomía y federalismo, pero cuando llega el momento de decidir votan en contra. Por eso debe haber primero un referéndum autonomista y después una Asamblea Constituyente, para que los que vayan a sufragar lo hagan por la autonomía, no por el centralismo.
-¿Qué va a pasar si no surge esta nueva república con la que usted tanto sueña?
-Creo que va a surgir máximo en dos años más, porque de lo contrario habrá guerra.
-¿Quiénes contra quiénes?
-Nosotros contra los otros (occidente). Considero que esto debe hacerse por las buenas, pero también creo que la libertad es una diosa que se alimenta de sangre y hay que darle sangre para que viva. Y si nosotros para lograr la libertad tenemos que matar, tendremos que matar. No creo en que el verdadero patriotismo es morir por su patria, creo que el verdadero patriotismo es matar por ella y vivir para servirla.
- ¿Qué diagnóstico hace usted de Santa Cruz en este momento?
-Está mal en todo sentido, porque estamos sin una buena dirección, aunque intentamos encaminarnos y creo que lo vamos a conseguir. Pero si seguimos recibiendo aquellos rebalses que vienen de los otros departamentos, no creo que lo logremos. Hasta cuándo vamos a dar posibilidad a éstos y vamos a aguantar que estén contra nuestra economía. Esto es un negocio para el Gobierno.
- ¿Cómo ve a las élites cruceñas?
- Les está faltando decisión, desprendimiento, ideología y principios. Y lo que es más importante, les falta amor; y estamos hablando de todos los líderes.
- ¿Están a la altura de los líderes de los años 60?
- Han pasado muchos años. No podemos decir que no haya gente. Lo que sucede ahora es que no hay a quién liderar; antes se guiaba. No es falta de caudillos, vaya a cualquier barrio y encuentra pandillas que tienen hasta cuatro cabecillas. Necesitamos gente que siga a los líderes. Infelizmente, los caudillos se han ocupado de sus propias familias o de su refugio.
- ¿Cuál es su criterio respecto a las logias?
- No apoyo nada que sea secreto. No me gustan las cosas ocultas, las acciones hay que llevarlas a cabo con la cara de frente al sol y sin temor de decir lo que uno cree.
- ¿Sigue siendo político? ¿Ocuparía un cargo público si se lo ofrecen ahora?
- Sigo siendo político y me moriré siéndolo. No aceptaría ocupar un cargo público, porque creo que existe gente joven con más capacidad. Además, se debe una oportunidad a las nuevas generaciones. Soy de la cuarta edad de mi generación, pero eso no significa que no siga peleando. Nosotros (los de su generación) no tenemos derecho a sentir miedo, ése es un sentimiento que tienen que tener los jóvenes porque tienen que cuidar a sus descendientes. Pero aquellos como yo que tenemos hijos, nietos y bisnietos, dejemos a nuestros hijos que críen a los suyos y peleemos por aquello en lo que creemos.
-¿Sigue creyendo en la lucha armada?
-Por supuesto que sí. Y una cosa más: estoy absolutamente dispuesto a agarrar mi arma y a decir, como en mis épocas pasadas, síganme, porque estaré en la primera línea combate.
- ¿Es usted boliviano?
- Me defino camba cien por cien.
- ¿Tiene patria ?
- La que va a nacer será mi patria.
- Entonces; ¿este momento no posee patria?
-Santa Cruz es mi patria y voy a pelear por ella. Me siento más cómodo sin patria que teniendo por país a los pordioseros, a individuos sin capacidad, sin honestidad y pillos.
- ¿Cuáles son su bandera y su símbolo?
- Verde blanco verde, y esa bandera la hicieron Tristán Roca y el secretario general de la Prefectura, Andrés Ibáñez, mi bisabuelo. Mi símbolo es la cruz.
- ¿Le ha traído problemas en su vida familiar y social su forma de pensar?
- Seguramente, pero no me interesa. Tengo la satisfacción de contar con una familia que me sigue y lucha conmigo, aunque con algunas diferencias. Pero todos están dispuestos a pelear por Santa Cruz.
-¿Le dejó patrimonio la política?
- Perdí todo mi patrimonio. Fui el principal arrocero de Santa Cruz, y vendí mi empresa para comprar San Lorenzo. Esta casa es de mi madre, que la dejó para mi mujer y mis hijos, porque decía que yo estaba loco y la iba a vender para comprar armas y seguir peleando. Todo lo que tengo lo he hecho en el extranjero, porque sólo he trabajado cuando estaba desterrado.
- ¿Qué herencia les está dejando a sus hijos ?
- La honestidad y una familia. Pobres de aquéllos que no poseen una familia a la cual respetar. En mi caso pertenezco a una con cinco generaciones de políticos y me siento orgulloso. Sé que mis hijos nunca van a manchar mi nombre.
- ¿Qué mensaje le deja a los cruceños?
-No deben tener miedo de luchar por lo que creen, y si es necesario matar por Santa Cruz para conseguir su libertad, que no vacilen un instante en hacerlo.

Perfil
Un camba cien por cien
Carlos Valverde Barbery tiene 77 años vividos de día y de noche, como él mismo dice. Está casado con Nelly Bravo Vaca Díez. Tiene cinco hijos y doce nietos. La secundaria la hizo en La Paz y su carrera universitaria, Bioquímica y Farmacia en el Brasil. Su experiencia cívica y política es amplia y diversa. Fue senador por Santa Cruz (1965-1969), ministro de Estado, Salud Pública y Previsión Social (1971-1972), diputado cruceño (1982-1985), candidato a la presidencia por Falange Socialista Boliviana (1985), fundador y coordinador del movimiento federalista democrático a escala nacional (1986-87) y concejal. Tiene varios artículos y libros escritos. Recibió distintos reconocimientos de diferentes instituciones. El último, denominado Medalla al Mérito Andrés Ibáñez, lo recibió el pasado jueves por parte de la Prefectura. (Imagen y texto de El Deber de Santa Cruz. Bolivia)

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