El “supra gabinete” podrá pedir informes a cualquier ministro o funcionario y, en su caso, pedir su destitución. Estará conformado por representantes de las distintas “organizaciones sociales” que responden al MAS pero principalmente a Evo Morales. Cabe hacer notar en este punto que las facultades fiscalizadoras del Órgano Legislativo han sido severamente restringidas en la nueva Constitución Política del Estado.
Está claro que este “supra gabinete” no estará sujeto a disposición legal alguna y por tanto su funcionamiento responderá a la capacidad de presión que puedan tener los “sectores sociales” y sus respectivos dirigentes. En realidad es, paradójicamente, una expresión del desmontaje del “Estado Plurinacional” que se pretende estructurar.
De esta forma, las “organizaciones sociales”, “sectores sociales” o como quiera llamárselas se constituirán en el primer poder del Estado por cuanto tendrán facultades fiscalizadoras, legislativas y operativas, aplicando además la presión y la violencia de acuerdo al caso y el mandato del caudillo.
Al tema del “control social” la nueva Constitución Política del Estado del Estado le dedica apenas dos artículos y en ninguno de ellos se menciona a alguna instancia constituida por las “organizaciones sociales” que tengan por atribución controlar las actividades de las instituciones del Estado.
Sin embargo esta modalidad de coacción y chantaje que ahora se denomina “control social” ha venido siendo aplicado a lo largo de los cuatro años de gobierno del MAS y las principales víctimas fueron instituciones como la Aduana Nacional, YPFB, Cotel.
Quienes se atribuían la potestad de ejercer un “control social” actuaban bajo una lógica muy simple. Se apersonaban por las entidades identificadas y exigían, portando avales, la incorporación de parientes y allegados a diversos puestos para los cuales, en la mayoría de los casos, no estaban calificados.
Exigían también aportes para financiar “movilizaciones” y, como es de suponerse, sus exigencias eran atendidas en la gran mayoría de los casos ya que de lo contrario se anunciaba que el “x” o “z” director no contaba con el respaldo de las “organizaciones sociales” lo cual equivalía a una excomunión e inmediata expulsión del paraíso masista.
Todo esto ya ha sido debidamente ensayado y a partir del 22 de enero solo será institucionalizado. Además se debe tomar en cuenta que el MAS tiene el compromiso de satisfacer las exigencias de los dirigentes de las “organizaciones sociales” que ahora no están dispuestos a conformarse con las migajas del festín.
En suma el denominado “supragabinete” será un órgano paralelo que les permitirá a sus dirigentes acceder a todas las pegas que se les antojen y tendrán a su entero servicio al “Estado plurinacional”.(del sitio de www.ej.org)
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