El 27 de febrero de este 2014 el periódico El País, de Madrid, publicó un interesante artículo del historiador Max Hastings traducido al castellano, titulado “El estallido de la Primera Gran Guerra”. Ese artículo está dentro de las reminiscencias británicas sobre la Primera Guerra Mundial, iniciada hace cien años. Recomiendo al lector interesado buscar ese artículo o sus comentarios en internet. Quisiera facilitar al lector mi opinión sobre el inicio de esa guerra y como quiero dar causas concatenadas, las numeraré por puntos.
1) Al iniciarse el siglo XX el crecimiento industrial de Alemania presentaba una amenaza para la hegemonía británica. Esta amenaza se veía agravada por lo que puede considerarse una provocación: Alemania construía una flota de guerra que, de seguir creciendo, sería una amenaza tremenda para la superioridad naval británica. Para Londres, era aconsejable una guerra antes de que la marina de guerra alemana pudiese estar en paridad.
2) Empero de la decisión británica de no correrse de una guerra con Alemania apenas pudiese ocurrir, esto por sí sólo no producía la guerra.
3) Si Alemania se abstenía de construir una flota de guerra y buscaba mantener la paz y la estabilidad, su hegemonía económica en Europa central hubiese seguido creciendo. Esta opinión es muy compartida actualmente entre los historiadores.
3) Francia quería una revancha de la guerra franco-prusiana de 1870 y recuperar Alsacia-Lorena que había perdido en favor de Prusia y luego Alemania. Ya en 1870 hubo políticos franceses que le explicaron al canciller Bismarck (en su calidad de primer ministro del imperio alemán) que tal anexión de Alsacia-Lorena obligaba a la revancha francesa y él lo entendió así.
4) Sabiendo Bismarck que la cuestión con Francia era insalvable, planteó bien claramente que la única opción de seguridad para Alemania era mantener la alianza con Rusia. Manteniéndose la alianza de Alemania con Rusia, no podía Francia actuar sola contra Alemania.
5) Aún así, Bismarck abrigaba la confianza de que incluso sin el apoyo de Rusia podría Alemania imponerse en una guerra defensiva. Pero en eso consistía el secreto de lo posible: debía ser una guerra defensiva.
6) Empero, cuando subió al trono alemán el emperador Guillermo II, se impuso el clima grandilocuente y belicista del entorno, y Bismarck vio como la nación que había gobernado durante décadas se dirigía a la guerra de agresión, lo que consideró un error fatal.
7) Por el mismo belicismo del nuevo régimen del káiser Guillermo II, Rusia se alió a Francia, con lo que la amenaza pasó a ser enorme. Aunque Rusia económicamente estaba detrás del imperio austro-húngaro, de Francia y del imperio alemán, era una potencia militar de gran calibre. De hecho murieron más alemanes en el frente ruso entre 1914 y 1917, que en el frente occidental entre 1914 y 1918.
Los puntos indicados dan el panorama que hace ver que la primera guerra fue un ensayo de la segunda.
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