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miércoles, 20 de noviembre de 2013

copia del "aguinaldo o bono patriótico de otro autoritario" del General Bánzer que pretendió ganarse con ello el respaldo a su postulación presidencial. Centa Rek lo deja claramente marcado desde la Comisión de RREE del Senado Nacional.

La presidenta de la Comisión de Política Internacional del Senado, Centa Rek, comparó el Decreto Supremo 1802 que establece el pago de doble aguinaldo a los trabajadores del sector público y privado, con uno similar emitido por el entonces dictador Hugo Banzer el año 1973, cuando determinó el pago del “Aguinaldo por las Fiestas Patrias”, con el simple objetivo de ganar la adhesión ciudadana a su gobierno de facto.

Rek dijo que el decreto de Morales de hoy es un “aguinaldazo”, que terminará quebrando a la naciente economía de las medianas y pequeñas empresas del país, y que tiene el único objetivo político de buscar su re reelección presidencial.  

“El aguinaldazo” es una medida populista que terminará quebrando a la economía naciente de los pequeños y medianos empresarios, es una bofetada a la gente progresista del país y las consecuencias se empezarán a sentir en el corto plazo con una inflación que sentirá todo el pueblo boliviano”, señaló Rek.

La legisladora por Santa Cruz agregó que el “aguinaldazo” de Morales ataca directamente a los empresarios nacientes del país y destruye a los sectores productivos, como el agropecuario, con el fin de quebrarlos; asegurando que la medida no afecta a lso grandes capitalista que en su mayoría son extranjeros que terminarán adquiriendo las empresas que podrían quebrar con esa medida.  

Rek señaló además  que el gobierno de Morales “despilfarra los recursos públicos, otorgando un beneficio que no beneficia ni al 20 por ciento de la población y pone en riesgo la estabilidad económica de todos los bolivianos, porque se incrementará la inflación. El presidente Morales sigue manejando los recursos económicos del país con fines políticos y nos está llevando a un desastre en el mediano plazo”.

Finalmente, la senadora pidió a los empresarios del país dejar de defender las pésimas medidas económicas del gobierno ya sea por conveniencia o cobardía y de una vez por todas “deben darse cuenta a dónde no están conduciendo. Morales y Maduro que son  unos demagogos muy peligrosos”.

En julio de 1973 el gobierno dictatorial de Hugo Banzer firmó el DS 10965, estableciendo “el Aguinaldo de Fiestas Patrias,  con carácter general permanente para todos los trabajadores activos del sector Público y Privado, que perciban remuneraciones en moneda nacional”, similar al emitido el día de hoy por Morales.  


domingo, 17 de noviembre de 2013

ha tenido que difundir el INFORME presionado y mostrar que la hoja y la cocaína son vitales y tienen que tratarse con transparencia. rotundo fracaso. más cultivos, más cocaína. basta de seguir mintiéndonos sobre el tema, sostiene Los Tiempos

Además de impulsar un gran y transparente debate interno sobre el tema, el Gobierno debe abandonar su conservadora posición prohibicionista, alineada con los exponentes más reaccionarios de la política estadounidense
Presionado por la comunidad internacional y varios sectores del país, el Gobierno ha tenido que difundir los resultados de una investigación sobre consumo de hoja de coca, financiado por la Unión Europea.
Más allá de los resultados difundidos y de su cuestionada credibilidad, y pese a que las autoridades intentan limitar el debate sobre ellos con los productores de coca, lo cierto es que el tema de la hoja –y su inevitable relación con la producción de cocaína y sus derivados– es central para la vida del país y, como tal, debe ser tratado en forma transparente y participativa para definir una política de Estado.
Se puede constatar que lo que hasta ahora se ha hecho constituye un rotundo fracaso: han aumentado los cultivos de coca y la producción de cocaína.  Además, hay un evidente empoderamiento de ciertos sectores productores de coca que se relacionan con fabricantes y comercializadores de drogas ilegales, lo que limita la capacidad de interdicción del Estado. Así, mientras que, de un lado, se puede considerar como un éxito el aumento del volumen de las incautaciones y reducción de cultivos, del otro lado se confirma la mencionada expansión.
Hay que añadir que aumenta el consumo interno de drogas ilegales y los países vecinos denuncian el crecimiento del ingreso de éstas desde Bolivia y Perú, lo que afecta a sus propias sociedades y los convierte, además, en puertos de salida de esos productos hacia el mundo desarrollado. Asimismo, se debe sumar el ingreso de drogas sintéticas y su creciente consumo en el país.
Se trata, en definitiva, de un complejo problema que trasciende visiones particulares. Es decir, sería un error que el Gobierno debata sobre el tema sólo con los productores de coca, pues éstos, más allá de su identificación política (ya no tanto ideológica) con éste, harán primar sus propios intereses que, ahora, están contrapuestos a los del resto de la sociedad. Es decir, ya no sucede, como pudo creerse en el pasado, que la defensa de la producción de coca es una cuestión de dignidad nacional o un instrumento de lucha contra el “imperialismo”. En las condiciones actuales, esta situación sólo tiende a deslegitimar interna y externamente al Gobierno y ha sido el propio presidente del Estado quien implícitamente lo ha reconocido hace algunas semanas  frente a su principal base de sustento.
En ese escenario, el Gobierno, además de impulsar un gran y transparente debate interno sobre el tema, debe abandonar su conservadora posición prohibicionista, alineada con los exponentes más reaccionarios de la política estadounidense, y acercarse a Gobiernos y personalidades de la región que, al margen del signo ideológico que representan, han decidido impulsar un proceso de reflexión sobre las estrategias de lucha contra la producción, comercialización y consumo de drogas ilegales.
Si para esto sirve este mal nacido informe sobre consumo de coca en el país, se habría dado un paso adelante. De contrario, asistiremos a una situación en la que, fundamente, todos seguiremos mintiéndonos, ahondado el problema.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

verguenza: Bolivia a la cola por incumplimiento de contratos. es que como el Jefe opina "metéle nomás" por encima de toda norma, las cosas llegan al extremo. Banco Mundial y Corporación de Finanzas ponen a Bolivia la cola con Ecuador y Venezuela que no cumplen con los negocios. Es el cambio?

El periodista Andrés Oppenheimer ha publicado un ilustrativo artículo intitulado El ranquin del cumplimiento de contratos (La Nación. Buenos Aires, 5.11.13), relativo a un nuevo estudio comparativo de 189 países, realizado por el Banco Mundial y la Corporación Internacional de Finanzas, sobre las facilidades que se otorgan para la creación de nuevas empresas y cuán fácil –o difícil– es hacer valer un contrato en cada país.
Ciertamente, los ranquins del comportamiento de los países contribuyen a precisar el lugar que ocupan en el mundo en ciertas áreas de actividad, mostrando necesidades y urgencias. Y, en este caso, como en muchos otros, hay una constante: los países latinoamericanos con gobiernos populistas y autoritarios, figuran entre los últimos, es decir, están ubicados en la franja ominosa de los perdedores.
En el estudio Haciendo negocios 2014 se examinan las facilidades que los gobiernos otorgan para la creación de nuevas empresas, y el resultado no es sorprendente: los latinoamericanos mejor ubicados, entre los 189 países estudiados, son Chile (34), Perú (42), Colombia (47) y México (53) –todos miembros de la Alianza del Pacífico. Entre los últimos figuran Nicaragua (124), Argentina (126), Ecuador (135), Bolivia (162) y Venezuela (181), es decir, al final de la tabla comparativa.
En cuanto se refiere al cumplimiento de los contratos en los mismos 189 países, los resultados tampoco son halagadores. “El tiempo promedio para que un tribunal haga cumplir un contrato es de 270 días en Rusia, 405 días en China, 426 días en Perú, 590 días en Argentina, 610 días en Venezuela, 725 días en Uruguay, 731 días en Brasil, 1.288 días en Colombia y 1.402 días en Guatemala. La excepción a la regla es México, donde lleva 400 días, dice el estudio”. Y Oppenheimer comenta: “Uno puede llegar a viejo antes de hacer cumplir un contrato de negocios”.

Los ranquins han venido mostrando comparaciones que resultan penosas para los pueblos bajo regímenes populistas, los que no figuran entre los exitosos. En este caso cobra significación lo que el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, afirma: el estudio prueba que “las economías con mejores regulaciones para el sector privado son más propensas a animar a los empresarios locales a crear más empleos, otro paso en la dirección correcta para acabar con la pobreza extrema en 2030” (citado por Oppenheimer). Este es uno más de los muchos ranquins que muestran el rezago de algunos países de América Latina, creando tanta decepción

martes, 12 de noviembre de 2013

Freddy Zárate repasa la historia de los partidos políticos y de gobiernos en que "la credencial del partido" era, como hoy el único aval para ocupar cargos de responsabilidad.

La dictadura de Luis García Meza (1980-1981) fue un periodo protagonizado por la violencia, la intolerancia y abuso excesivo del poder autoritario. Un hecho muy notorio de la época fueron los crímenes de la calle Harrington. El 15 de enero de 1981 se reunía la dirección clandestina del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). El grupo fue delatado e interceptado por Luis Arce Gómez, quien organizó un operativo de aniquilación que culminó con el asesinato de ocho dirigentes del MIR, donde –según la prensa de la época– milagrosamente se salvó la dirigente Gloria Ardaya. Este hecho político fortaleció enormemente al partido de izquierda revolucionaria. No por nada el líder principal, “el político de raza”, Jaime Paz Zamora fue el acompañante a la vicepresidencia de Hernán Siles (UDP). En esos años el MIR aglutinaba a sectores universitarios y “clase” media.
Entre sus dirigentes más destacados se encontraban Óscar Eid Franco, Alfonso Ferrufino, Antonio Araníbar, Miguel Urioste, Guillermo Capobianco, Fernando Cajías de la Vega, Ramiro Velasco Romero, entre muchos otros. La idea tan popular y extendida de ese tiempo era el retorno de la democracia. En otras palabras, dadas las circunstancias históricas, políticas y emocionales de la dictadura, la democracia se convirtió en un proyecto de poder. Las guerrillas “revolucionarias” del Che Guevara y Teoponte no tuvieron éxito alguno. A decir de Fernando Molina hubo una “conversión sin fe”. Transitaron de revolucionarios a demócratas convencidos.
El 10 de octubre de 1982 se instaura el parlamento y por consiguiente se reconoce la victoria electoral de junio de 1980 de Unidad Democrática Popular (UDP). Hernán Siles Zuazo ganó las justas electorales con el 507.173 votos (38,74 por ciento).
Una coalición que reunía al Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y el Partido Comunista de Bolivia (PCB). Como toda coalición a pesar de ser “revolucionaria”, implica también pugnas por espacios de poder, ministerios, direcciones, en fin, todo lo que se pueda controlar a favor de cada uno de estos partidos.
En esa época muchos dirigentes, políticos y jóvenes intelectuales volvieron del exilio político, o simplemente retornaron a Bolivia porque ya había condiciones de estabilidad política. Los años 80 fueron para esa generación, ni duda cabe, el comienzo de una “nueva Bolivia democrática”.
Pero una cosa es el discurso, la retórica y la ideología y otra cosa muy distinta la realidad fáctica que se contrapone a esos discursos bien intencionados. En tal sentido es ilustrativo un hecho que se repetirá ya sea con revolucionarios o neoliberales.
En esa época, una conocida política de izquierda como cuota de poder tenía a su cargo la Dirección de la institución Flacso con subsidiaria en La Paz. En ella recibía a “intelectuales” para emprender cursos de formación política e iniciar una revista sobre teoría política. Pero los postulantes tenían que tener ciertas credenciales (no necesariamente méritos académicos): en lo principal era ser militante del MIR o del PCB. Muchos jóvenes intelectuales de gran nivel académico no fueron tomados en cuenta por no tener esas credenciales políticas que certifiquen su militancia “revolucionaria”.
Esta figura se repite constantemente, ya sea con partidos de izquierda o de derecha. La pugna política (independientemente de su ideología) es en el fondo por cargos y “pegas”. La burocracia boliviana, al carecer de suficientes lugares de trabajo necesita avales o recomendaciones para acreditar su militancia. Está en segundo plano la formación académica o el tener méritos administrativos. Lo que importa y prima es la “lealtad” política. La historia burocrática de Bolivia es fecunda en enseñanzas políticas que tipifican su modalidad espiritual, sus costumbres profundas y sus procedimientos que no afectan a la ideología que profesan, sino que generalmente son símbolo de la versatilidad de los políticos.
El autor es abogado

jueves, 7 de noviembre de 2013

Bolivia vive exportando gas hace 50 años y todavía altos porcentajes de bolivianos viven a carbón y leña, o las zonas dueñas de esa riqueza acusan márgenes de pobreza intolerables. El Dia, SC

El presidente Morales expresó hace unos días en Tarija una de las facetas más tristes de la mentalidad boliviana, “colonizada” por la idea de que todo lo que viene de afuera es mejor y que nuestro pueblo no es capaz de surgir por sus propios medios, lo que nos conduce a un estado de baja autoestima social, al pesimismo y al menosprecio generalizado de cualquier idea o creación que brota de un cerebro boliviano.

Durante el evento “Soberanía Hidrocarburífera al 2025” (qué ironía) el primer mandatario trató de justificar por qué Bolivia no aprovecha su gas para generar industrias, para mejorar el bienestar de los bolivianos y para crear fuentes de trabajo, argumentando que “exportando gas ganamos más que usando el gas en las termoeléctricas y el pueblo gana más económicamente”.

Esa premisa sería aceptable en cierta medida en el caso de que al igual que los países nórdicos, Bolivia utilizara el dinero de la exportación del gas en la diversificación productiva, en dar un salto cualitativo en la educación, en la promoción de la ciencia y la tecnología, pero todos sabemos que la platita es malgastada en satélites, en teleféricos, canchitas de fútbol, en aeropuertos sin seguridad y otros “chiches” tecnológicos que no sabemos ni siquiera manejar y que nos los venden “llave en mano” para que un boliviano sea el guardia de seguridad, el que cobra los  boletos o el que hace la limpieza.

Se le da mucho valor a los millones que ingresan al país, pero ese dinero no sirve de nada si no se lo usa bien. El valor del dinero es relativo y depende de quién es el poseedor. Nuestra gente tiene fama de ahorrativa, pero de qué sirve que los billetes estén debajo del colchón y el dueño siga viviendo en condiciones precarias. Vemos todos los días cómo prósperos comerciantes no cambian su estilo de vida. Construyen sus casas y en lo primero que piensan es en el puesto de venta que da a la calle y ellos se quedan relegados a la parte trasera del terreno, donde se instalan en condiciones bastante precarias.

Bolivia exporta gas hace 50 años y a nadie se le ha ocurrido pensar en un equilibrio; es decir, que parte de esa valiosa energía que aprovechan los grandes centros industriales de Brasil y Argentina, se queden en el país para hacer exactamente lo mismo, ayudar a mejorar el bienestar de los bolivianos, 30 por ciento de los cuales continúan cocinando a leña.

La historia de la humanidad podría resumirse a una constante búsqueda de energía. Bolivia ha perdido gran parte de su territorio por la avidez de los vecinos por nuestras riquezas energéticas y lamentablemente no aprendemos la lección. El departamento de Santa Cruz es el único del país que ha podido aprovechar parte de esa energía y ese factor fue determinante para que se convierta en el motor de la economía nacional. Pero no se puede decir lo mismo de Tarija, cuyo subsuelo aporta hoy la mayor parte del gas que se produce, pero lamentablemente y coincidiendo con los intereses capitalistas transnacionales, el 85 por ciento de esa producción se va al exterior para generar riqueza en los países vecinos. Acá nos quedamos con la plata, que va y viene pero nunca llega a la vida de los bolivianos.
Bolivia exporta gas hace 50 años y a nadie se le ha ocurrido pensar en un equilibrio; es decir, que parte de esa valiosa energía que aprovechan los grandes centros industriales de Brasil y Argentina, se queden en el país para hacer exactamente lo mismo, ayudar a mejorar el bienestar de los bolivianos, 30 por ciento de los cuales continúan cocinando a leña.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Teresa Zubieta de la Asamblea Permanente de DDHH recordó que en la masacre de Todos Santos hace 34 años 300 murieron y otros cientos resultados heridos cuando Natusch Busch tomó el poder de manos del Dr. Walter Guevara Arce que había sido designado Presidente Constitucional. hasta ahora no hay un proceso. (LTD)

La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH), Teresa Zubieta, dijo hoy que la "Masacre de Todos Santos", en la que murieron al menos 300 personas y quedaron heridas alrededor de 500 en el golpe de Estado ejercido por el coronel Alberto Natush Busch en 1979, fue el "horror y la vergüenza en la historia del país".
"La Masacre de Todos Santos, viene a constituir el horror y la vergüenza de nuestro país", dijo en entrevista con radio Patria Nueva al recordarse en Bolivia 34 años de ese suceso que duró 16 días por la resistencia ciudadana y sindical.
La madrugada del 1 de noviembre de 1979 la ciudad de La Paz amaneció tomada por militares, en víspera de la tradicional fiesta de Todos Santos.
En ese entonces el coronel Alberto Natusch Busch, apoyado por un grupo de militares y dirigentes políticos del MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) protagonizó un violento y sangriento golpe de Estado, y derrocó al Gobierno de Walter Guevara Arce, que en agosto de ese año fue electo presidente por el Congreso.
La presidenta de la APDH dijo que ese golpe de Estado estuvo dirigido por el "narcotráfico"que ejercía un sistema de seguridad nacional coordinado con el "imperialismo norteamericano".
"Realmente un momento histórico muy difícil para el pueblo boliviano, 16 días de un militar paranoico y detrás de él un grupo de militares prorrogistas como el señor Hugo Banzer Suarez que no había aceptado su derrota después de una famosa huelga de hambre iniciada por cuatro mujeres mineras y en un segundo grupo (conformado por) nuestra compañera Domitila Chungara junto a la Asamblea de Derechos Humanos", recordó Zubieta.
Agregó que ese hecho fue generado a raíz de la mala administración de recursos económicosde los gobiernos militares, lo que provocó una crisis económica profunda e insostenible.
"El golpe de Natusch Bush se debe a que (los militares) estaban preocupados de cómo tenían quesalir de esa crisis económica y ellos estaban siendo enjuiciados por Marcelo Quiroga en el Congreso", complementó.
A 34 años de ese hecho aún no se abrió un proceso contra los responsables de la muerte de los civiles, dejando ese caso en la impunidad.
En ese sentido, la presidenta de la APDH pidió al Gobierno del presidente Evo Morales promulgar la "Ley de la Comisión de la Verdad", para esclarecer y encontrar a los responsables de esa masacre.
"A gritos ojalá el hermano Presidente estuviese escuchando que sabe que creemos en él, que la Ley de la Comisión de la Verdad es importante por estas masacres del 64 hasta el 82 que estamos pidiendo que se descubra a los verdaderos asesinos", finalizó.