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martes, 22 de febrero de 2011

Clarín de Buenos Aires nos trae una crónica lo más próxima a la realidad que se vive en Libia donde parte de los militares ya no se cuadran al tirano.


Aparentemente el fin se acerca para Muammar Kadafi y su revolución verde. Sin prensa internacional de testigo, con comunicaciones difíciles, Internet bloqueada, la revuelta para derrocar al régimen avanza con inusitada rapidez y en medio de una “masacre”, según las información fragmentada que llega. La “primavera árabe” progresa, sangrienta pero irrefrenable. Parte de los militares libios se están plegando a los rebeldes. Kadafi habría perdido el control de ciertas bases militares y se habría retirado a su pueblo natal, aunque dos de las tribus que siempre le fueron fieles se han plegado a los rebeldes.

El contagio de la revolución de las Jazmines en Túnez y la revuelta egipcia se extiende como una epidemia por Oriente Medio y no perdona a ningún autócrata, ni siquiera al dictador de un gran productor de petróleo como Libia. La fuerza y velocidad del movimiento es mucho más fuerte que la voluntad política de la Unión Europea, cautiva de los suministros del oro negro libio y con moderada condena, a pesar de las “masacres” denunciadas por los opositores durante la represión liderada por los dos hijos de Kadafi.

El alza del precio del petróleo y un descontrol de suministros aterroriza a Europa y a Estados Unidos frente a un Kadafi impredecible, sobre el que nadie puede ejercer la más mínima influencia porque sus alianzas son frágiles e interesadas.

Los ojos de la UE ya no están en Libia –una causa perdida– sino en Arabia Saudita, que puede ser el próximo en estallar. Si la inestabilidad continua, el mercado petrolero podría subir otros 10 dólares en el más corto plazo.

Kadafi amenazó a la Unión Europea con frenar el control de la inmigración ilegal si Europa sigue promoviendo la revuelta en su territorio. La sola idea y una mayor invasión de ilegales sobre la isla italiana de Lampedusa aterroriza a los líderes europeos, que han duplicado las patrullas en el Mediterráneo.

Mikhail Gorbachov, el ex líder soviético, comparó la revuelta en espiral en Medio Oriente con la caída del Muro de Berlín y de la Unión Soviética. Para él es inexorable y necesaria. “Lo mismo está pasando ahora en Oriente Medio. La genteestá protestando porque quiere vivir en mejores condiciones ”, explicó.

La guerra civil y el caos fueron blandidos como una amenaza por Saif al Islam Kadafi, hijo del dictador y con un PHD de la London School of Economics. Para intimar a los que protestan, predijo caos y una invasión norteamericana y europea para asegurar las exportaciones de petróleo. El nivel de violencia de Kadafi no es una sorpresa. En 1996, la rebelión en la prisión de los prisioneros de Abu Salim le costó la vida a 1.200 presos.

Si bien los militares libios son asimilados al régimen al igual que sus fuerzas de seguridad, la brutal represión de los civiles con helicópteros y misiles azoró a sus miembros, Muchos se han pasado a las filas de los rebeldes y dos tribus que siempre han apoyado la revolución exigen el fin de la represión inmediata o cortarán los suministros petroleros en el oeste del país. Los militares se han fracturado, no solo ante la violencia sino por adhesión tribal.

Como en Egipto, es probable que el ejército sea la garantía de una transición, más tarde o más temprano, en un país sin organización democrática después de 42 años de dictadura. Kadafi ha prometido pelear hasta la última bala. Probablemente morirán peleando, pero todo parece demasiado tarde para salvar al excéntrico y salvaje dictador.

domingo, 20 de febrero de 2011

lo democrático se convierte en patrimonio universal verdadera experiencia histórica indetenible. Carlos Mesa sobre "el terremoto árabe"


Todos coinciden en que el tsunami político que está viviendo el norte de África, corazón del mundo árabe, es una eclosión surgida del seno y la base de la sociedad de Túnez y Egipto (en pleno proceso de expansión hacia otras naciones de la región). El pedido fundamental, el pilar de la demanda que terminó derribando a dos Gobiernos dictatoriales, fue tan simple como esencial: libertad y democracia, derecho a elegir al Gobierno, hartazgo de dictadores que disfrazaban mal su autoritarismo en sucesivas elecciones amañadas que ganaban siempre con más del 90 por ciento de los votos. Hartazgo, en suma, de largas dictaduras, de censura de prensa, de represión y cárcel, de prohibición de partidos y sindicatos.

La primera conclusión es extraordinariamente importante. Más allá de la cultura, más allá de la religión, más allá de las grandes diferencias con el mundo occidental, la reivindicación de los pueblos en cuestión fue y es la construcción de una democracia. No una democracia especial referida a la tradición nacional de cada quien, sino una democracia basada en premisas elementales como libertades básicas, entre ellas libertad de expresión, pluralismo político, voto directo para cada ciudadano y alternancia en el poder.

Segunda conclusión: Lo que vale para un dictador en el norte vale para un dictador en el sur, para uno en el este y otro en el oeste. Los dictadores del mundo deben comenzar a comprender que más temprano que tarde les llegará un cuestionamiento que se hará insoportable por muy larga y profunda que haya sido su dictadura.

Tercera conclusión: No es verdad que haya sociedades más preparadas y menos preparadas para la democracia. La democracia está basada en la libertad y ésta en lo obvio, la soberanía está en el pueblo y no hay argumento que valga para escamotearle al pueblo el derecho de ejercerla.

Cuarta conclusión: En el siglo XXI, los mecanismos de clausura de la libertad están cada vez más expuestos (afortunadamente). El papel del Internet, traducido en instrumentos como las redes sociales (Facebook y Twitter), se ha convertido en arma de una fuerza devastadora contra el silencio forzado y la represión.

Quinta conclusión: No se puede entender la transformación hacia la libertad de cualquier sociedad sin la combinación de un pueblo movilizado, medios de vanguardia y medios “viejos”. La televisión sigue siendo un catalizador de las fuerzas de convocatoria de las redes sociales. Pero la gente es el principio y el fin del movimiento, por si las dudas.

Sexta conclusión: Es posible, contra muchos pronósticos, llevar adelante un cambio de régimen dictatorial con una movilización pacífica. No es verdad que el único camino para derrotar la violencia sea la violencia.

Séptima conclusión: Debe tomarse en consideración la posibilidad de que una movilización popular iniciada por detonantes específicos que se desarrolla sin un liderazgo individual o partidario culmine con éxito. Pero es evidente que el éxito de largo plazo depende de la construcción de fuerzas políticas y liderazgos con fuerte base social, que hagan viable un mecanismo genuinamente democrático.

En el caso específico del mundo árabe, la equivocada tesis occidental de que los dictadores eran una garantía de paz interior y de freno al islamismo radical se ve en entredicho. Si bien es verdad que el desenlace de estos procesos no se ha dado totalmente, todo parece indicar que la apertura del espectro a fuerzas del más diverso signo no conducirá necesariamente al fundamentalismo. El islamismo es, no lo olvidemos, la religión mayoritaria de toda la región. Es perfectamente posible, como ocurre en Turquía, compatibilizar un sistema político democrático en una sociedad islámica.

La paradoja se da precisamente aquí. Estados Unidos y Europa respaldaron esas dictaduras que contradicen su discurso moral y su discurso político, pero irónicamente, las reivindicaciones de las sociedades que derribaron a los dictadores están insufladas de un espíritu de libertad que es el discurso que la doble moral europea y norteamericana han defendido siempre mientras respaldaban a quienes lo coartaban. Hoy llegan tarde al reacomodo de fichas, lo que quiere decir que lo democrático deja de ser un patrimonio de Occidente para convertirse en un patrimonio universal, ésa es realmente la buena noticia y desmiente a quienes han insistido en que las características culturales e históricas de los diversos países impiden respuestas a las demandas de libertad y democracia de sus pueblos. El secreto del sistema democrático es que recoge la experiencia histórica de la humanidad y, con sus imperfecciones, es de lejos el mejor de los mecanismos para responder a esas demandas que son intrínsecas a nuestra naturaleza. El autor fue presidente de la República http://carlosdmesa.com/

miércoles, 16 de febrero de 2011

valiente jesuíta que dice "al pan pan y al vino vino" en pleno diario oficioso. talvez después de ésto echarán al Padre Gramunt del diario La Razón

Me dicen que los medios de prensa —especialmente los escritos de mayor circulación— se equivocan al denunciar los errores o los hechos de corrupción que se producen en el Gobierno del Estado Plurinacional. Quien me daba esta opinión debería reconocer que esos medios de comunicación independientes representan legítimamente a un sector muy respetable de la opinión pública mejor preparada por su experiencia de vida, así como por otras cualidades, cualquiera sea su condición económica y social.

Lo que sí es cierto es que los comentaristas más serios y ponderados no abundan en incensadas y, muchísimo menos, en untuosas adulaciones al gobierno masista. Así como tampoco sobreestiman a una oposición, hasta ahora, flacuchenta, desorejada y dispersa. La pena es que el Gobierno, a su turno, desdeña esos comentarios independientes. Y no sólo esto sino que, tanto el Sr. Presidente como su Vice y, todavía más, su Ministro de Gobierno, se explayan injustamente contra la gente de prensa independiente. Creo que los tiempos han cambiado y ya no están para que el Gobierno se enorgullezca por haber ganado unas segundas elecciones presidenciales y que todavía aspire a perpetuarse en el poder, gracias a una prensa subordinada, obsecuente y adormilada por el sopor de las prebendas, por ejemplo, unos buenos kilos de azúcar. Para el Gobierno, ésta es una forma de autoenceguecimiento y de corrupción.

Hecha esta somera introducción, hay que dejar establecido que los periodistas independientes no tienen la culpa de que el gobierno masista haya descuidado la política agraria, de haber boicoteado la agroindustria cruceña, abandonado a sus tradiciones milenarias a los campesinos originarios, de no haber desarrollado la pequeña industria, de que no se hayan concretado las fabulosas promesas de explotación del litio o del uranio. Los periodistas no son culpables de que se haya ahuyentado la inversión extranjera por falta de seguridad jurídica, y de que los cocaleros sigan depredando el suelo y arrasando los parques nacionales. Los periodistas no son culpables de los muertos en carreteras y caminos a causa del caótico y corrupto transporte público y el mal estado de los caminos. A los periodistas no se les puede achacar falta de patriotismo por los deficientes resultados de la política internacional, en particular, con EEUU y Chile.

No creo que se pueda acusar a los informadores y columnistas, de la politización de la justicia ni de la criminalización de la política. Y, a pesar de que conozco las habilidades de muchos periodistas-comunicadores, no se les puede culpar de haber montado el sanguinario culebrón del seudoterrorismo contra supuestos independentistas cruceños. Mentiría quien dijera que los periodistas han tejido la maraña de irregularidades constitucionales y reglamentarias para que asciendan a generales del Ejército nacional, los menos calificados y se degüelle la carrera a los coroneles con mejor puntaje.

Pues bien, yo retruco a ésas y otras muchas falsas acusaciones y sostengo, junto con todo el gremio de los informadores y columnistas independientes que, gracias a sus observaciones sobre los fallos del gobierno, de cualquier gobierno, las autoridades que se encaramaron en el candelero oficial, puedan corregir errores. Salvo que esos gobernantes sean unos empedernidos obstinados.

José Gramunt
es sacerdote jesuita y director de ANF.

sábado, 12 de febrero de 2011

jóvenes que tumban una dictadura de 30 años. utilizan internet para sus proclamas y concentraciones. son ambiciosos y tienen fe. destaca LT en Egipto


Tras 18 días de admirable paciencia y perseverancia, el pueblo egipcio acaba de escribir una de las páginas más memorables de su rica historia. Una página con la que se cierra un ciclo y se abre hacia un porvenir todavía incierto pero tan amplio que del curso que vaya tomando durante los próximos días depende no sólo el futuro de Egipto, sino el de todo Oriente Medio.

Son tantos y tan complejos los motivos que han confluido para desencadenar la revolución egipcia, que es necesario esperar a que se disipe el impacto inicial antes de lograr una cabal descripción, explicación y comprensión de lo ocurrido y, más aún, de sus efectos sobre el futuro inmediato. Mientras tanto, sólo cabe identificar algunas certezas en medio del mar de incógnitas que quedan abiertas.

Entre ellas, la primera y la más importante es que la revolución egipcia ha dado fin con mucho más que el régimen de un individuo. Ha dado fin con las bases de todo un sistema de poder político (el de los despotismos árabes) que bajo formas tan diversas como las monarquías (como la saudí) hasta las dictaduras militares modernas (como la egipcia) ya no podrán sostenerse ni ser sostenidas, como hasta ahora, por las principales potencias del mundo occidental.

No menos importante es la necesidad de adaptación que se plantea a regímenes islamistas como el iraní y sus satélites estatales y paraestatales como Hamás e Hizbollah. Es que la revolución egipcia está muy lejos de responder a corrientes fundamentalistas como la que se apropió de la revolución iraní de 1979, y es mucho más probable que los proyectos autocráticos y teocráticos sucumban ante el impulso democratizador a que ocurra lo inverso, como temen sin mucho fundamento los sectores más conservadores de Israel, Estados Unidos y Europa.

Los motivos que dan pie a esa visión optimista son felizmente muchos y se los ha visto en abundancia tanto en Túnez como en Egipto. El principal de ellos, y el más importante, es que el movimiento revolucionario no ha sido preparado ni dirigido y mucho menos inspirado por los islamistas, sino por jóvenes, la mayor parte de ellos nacidos bajo los regímenes que están siendo derrocados. Son jóvenes modernos, democráticos, diversos y admiradores de la diversidad, audaces y ambiciosos, muy conocedores de la revolución tecnológica y de los desafíos que trae consigo; jóvenes cuya mirada está puesta en el futuro y no en las concepciones medievales propias de los radicalismos religiosos.

Una revolución tan juvenil –organizada a través de Internet y que durante sus 18 días de duración no empuñó ningún tipo de armas, ni siquiera las típicas bombas Molotov, sino teléfonos celulares y computadoras portátiles cuyas municiones no fueron balas sino ideas y sentimientos transmitidos en formato digital– no es, no puede ser, compatible con ninguna forma de totalitarismo. Y ese solo dato es por demás suficiente para que la revolución egipcia pueda ser vista con optimismo por quienes creen en la libertad y la democracia, y con pavor por quienes desde uno y otro extremo del espectro ideológico o teológico quisieran poder controlar las mentes y los corazones de sus pueblos.

lunes, 7 de febrero de 2011

Argentina prohibe comercialización y uso de medicinas de la coca, así como cosméticos por cuanto no tienen autorización legal.

El Gobierno argentino prohibió la comercialización y el uso en el país de 35 productos cosméticos y medicinales "no autorizados", procedentes en su mayoría de Perú, Bolivia, Paraguay y Colombia, informaron hoy fuentes oficiales.

Los productos, que no cuentan "con antecedentes de inscripción ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), fueron incautados en el marco de un procedimiento realizado por la Policía Federal, precisó el Ministerio de Salud argentino en un comunicado difundido por el espectador.

La cartera recomendó a los consumidores que se abstengan de adquirir y consumir tales productos, en su mayoría cremas y ungüentos de uso medicinal de venta sin receta médica, destinados a distintas patologías, como reumas, artritis y bronquitis, entre otros.

La mayoría de las presentaciones fueron fabricadas en Perú y Bolivia, seguidos por productos de Paraguay y Colombia, en tanto al menos uno de los artículos mencionados fue fabricado en Brasil y otro en Argentina.

domingo, 6 de febrero de 2011

la movida de Evo apareciendo como víctima "me quieren matar" tuvo éxito porque desató persecusión contra "lo camba". la trampa, la intriga. K.Mercado


Cuando en la madrugada del 16 de abril del 2009 un grupo de hombres embozados rompió puertas escandalosamente y abatió a balazos a Eduardo Rózsa, Árpád Magyarosi y Michael Dwyer, que dormían cada uno en su habitación en el hotel Las Américas, comenzó a escribirse en Bolivia una novela negra que algún día tendrá autor. Empezaba un drama producido en Santa Cruz de la Sierra, que no relataba un hecho policial de bandidos y delincuentes, sino que era parte de un maléfico plan político ajustado hasta el último detalle.

Los que dispararon a mansalva con sus armas modernas pertenecían a la UTARC de la Policía boliviana y los masacrados eran tres aventureros, crédulos, violentos, e irreflexivos, reclutados con engaño para crear la intriga más canalla que jamás pudimos imaginar en Bolivia. El jefe, Eduardo Rózsa, boliviano-húngaro, ex combatiente en las guerras balcánicas, fue la ficha más importante del tablero que armó el Gobierno del MAS en su afán de destruir la “inteligentzia” cruceña; es decir, su élite política, cívica y empresarial. No la destruyó hasta ahora, pero persiste en su intención y la humilla con enfermizo encono.

El Gobierno masista, jurado enemigo de Santa Cruz, construyó una trampa para atrapar a su dirigencia. Sabía el Gobierno andino-centrista que los cruceños le tenían mucha resistencia, hasta el extremo que le resultaba riesgoso, al propio Presidente de la República, poner sus pies en Santa Cruz. Los masistas merodeaban lejos del centro de la ciudad, acobardados, y así era imposible consolidar el “cambio”. Resultaba vital despejar el camino y hacer que S.E. y sus seguidores tuvieran las puertas abiertas en el reducto más indómito.

¿En qué forma se podía doblegar a esta gente terca, orgullosa, que no comulgaba con el racismo aimara ni con la supremacía andina? Acusarlos de conspirar era una posibilidad. Denunciarlos de pretender matar a S.E. era otra. Pero ni lo uno ni lo otro iba a conmover a un pueblo como el boliviano acostumbrado a los levantamientos y las conjuras. ¿Qué más podía conmover al país? Ahí fue cuando se pensó en que lo único inaceptable, lo que llenaría de desprestigio a los cruceños, lo que uniría al resto de Bolivia en su contra, sería el separatismo. Desenterrar del pasado viejas ideas federalistas. Y ése era el momento apropiado, cuando Santa Cruz resistía sola e inerme el avasallamiento que bajaba de la cordillera y los valles.

Entonces se empezó a escribir apresuradamente la novela negra que culminó con tres muertos en el hotel Las Américas y con un centenar de personajes cruceños perseguidos y encarcelados. Se urdió un argumento magistral para el novelón, hay que reconocer. El Gobierno contactó astutamente a varios mercenarios inactivos, dispuestos a cualquier cosa, para que vinieran a Bolivia con el cebo de defender a Santa Cruz del acoso gubernamental, o en su defecto, encabezar un movimiento separatista. Ante la amenaza que se cernía sobre la ciudad, no fue difícil que el grupo tomara contacto con algunos cruceños dispuestos a no dejarse avasallar. Lo que no sabían ni los mercenarios ni quienes se les plegaron, era que el grupo estaba infiltrado desde antes de arribar a Bolivia porque, sin saberlo, eran marionetas del Ministerio de Gobierno.

Si los grupos represores del régimen sólo hubieran asesinado a sangre fría a Rózsa, Magyarosi y Dwyer, habría existido material para una novela negra de tipo policial. Pero la cosa fue mucho más allá. Matar a tres personas era lo de menos. Había que joder a los cruceños. Criminalizar a Santa Cruz era el plan central. Paralogizar a sus habitantes, sorprenderlos, atemorizarlos, culpando a sus cooperativas más representativas, citando a declarar, acusando y secuestrando a través de denuncias de esbirros pagados, a dirigentes cívicos, empresariales, militares, y al propio Gobernador, era el fin. Al mismo tiempo que se armaba un tinglado internacional donde se denunciaba que un grupo racista y oligárquico quería dividir a la República.

La movida del Gobierno tuvo éxito. Evo Morales dio la primicia de un fallido magnicidio e intento separatista, en Caracas, a Chávez y Raúl Castro, cuando los cuerpos de los acribillados estaban todavía tibios. Pese a que S.E. dijo que había ordenado actuar contra los tres mercenarios, quedó como una víctima. ¿Qué país iba a apoyar a un presunto grupo separatista? ¿Quiénes iban a poner en duda públicamente lo que decía el presidente de Bolivia que aún tenía credibilidad? El obediente perraje judicial inició, implacable, su tarea destructiva.

Ahora, con lo de "El Viejo", Andrade, Clavijo, Núñez del Prado, los miles de dólares de gastos reservados para sobornar, por fin nos damos cuenta de que el Gobierno no sólo estaba dispuesto a asesinar a tres individuos, sino a muchos más si es que el plan les fallaba. El Gobierno llegó a tal irresponsabilidad que pudo provocar una represión sangrienta en Santa Cruz. Pero la farsa ya está a la vista. El montaje es tenebroso. Sin embargo, el poder que todavía ostenta S.E. hace que la humillación prosiga y que el fiscal Soza continúe anatemizando a los cruceños. ¿Hasta cuándo?.

viernes, 4 de febrero de 2011

a vuelo de pájaro Cayetano sobrevuela Túnez y El Cairo y explaya la lucha por la democracia. "La otra hora", le llama "llegó la hora" también aquí

No hay nada tan terrible como un pueblo furioso y en la calle. Frena gasolinazos y derriba dictadores. No hay nada que lo detenga: las balas y los muertos sólo aumentan la rabia y hacen crecer las multitudes. Y no hay nada que los autócratas teman más como un pueblo en la calle. Porque son multitudes que llevan acumulando frustraciones, necesidades mal satisfechas, mentiras sostenidas durante años y, sobre todo, llevan tragándose la visión cotidiana de corruptos, abusivos, aprovechadores del poder, gozadores de privilegios, dueños de la justicia y de la fuerza.

La chispa, Túnez, desató el incendio. El mundo, no sólo el Medio Oriente, está temblando porque el escenario feliz que les regalaba estabilidad, seguridad militar, buenos negocios, tenía cimientos que se están moviendo. Toda la comedia que el mundo occidental -con Estados Unidos y Europa a la cabeza- montó sobre los regímenes autocráticos del Medio Oriente, se está viniendo abajo. Hoy, Obama exige, en nombre de los valores democráticos que dieron nacimiento y vida a su país, democracia para Egipto, ¡después de haber sostenido treinta años a Mubarak! Francia y su presidente se llenan la boca expresando su felicidad por la transición de Túnez a la democracia: ¡hace un año su canciller besaba y abrazaba al autócrata y corrupto Ben Alí, congratulándose por la democracia tunecina!

Israel, beneficiario de la autocracia vecina, con una visión cortoplacista y miope, en vez de alentar a los moderados para que sean sus próximos interlocutores, apoya a Mubarak, al que se está cayendo. Porque, suceda lo que suceda, la era del autócrata ha terminado. Fidel Castro, sin mirarse al espejo, se congratula por la caída de la dictadura… ¡el burro hablando de orejas! No creo que alguien tenga la seguridad de lo que va a venir, sí sabemos lo que está de ida. Lo sabe la mujer de Mubarak y su hijo Gamal, supuesto sucesor al trono, que ya han llegado a Londres en el jet privado, con 67 valijas, listos para ocupar su vivienda en el centro de Londres, una modesta casa de seis pisos comprada en 23 millones de libras esterlinas. Una parte, pequeña parte, de su fortuna acumulada de cerca de 40.000 millones de dólares.

Por el momento, ni en Túnez ni en Egipto, se puede decir que hubiera habido una manipulación de grupo, un escenario organizado. Todo ha sido espontáneo y esencialmente popular. Normalmente la rabia no tiene ideología, incorpora a todos, en la calle no hay diferencias, el hartazgo se comparte y el grito se hace uno solo. Lo que venga, depende de la resistencia que se ponga al clamor de la gente y la insistencia de los autócratas y sus acólitos para quedarse. Mientras más persistan en quedarse, más probabilidades de que los movimientos populares se hagan más radicales. Mientras más rápido se entregue el poder, más posibilidades de transición moderada. Los pueblos no disfrutan los extremismos: son las minorías las que los fomentan.

Es cierto que mucha gente se pregunta, ¿y quién vendrá? Durante años, ha funcionado el mecanismo del chantaje: o apoyamos a las autocracias o vienen los islamistas. ¿Alguien les habrá contado que era la mejor forma de pavimentar el camino del islamismo? Hoy por lo menos, los que están peleando, los que están conquistando democracia son todos. Mientras más resistencia encuentren esos “todos”, más fácilmente llegarán “algunos”, los que no quieren democracia, los nuevos totalitarios, los ayatolas. También hay que cerrarles el paso. Los déspotas tienen su hora… el pueblo también quiere la suya.

jueves, 3 de febrero de 2011

actitud peligrosa que linda en lo criminoso la orden presidencial de "arreglarlo todo con abogados inescrupulosos" sumisos al originario. E.Brockmann

La primera vez que el Presidente sostuvo que los abogados estudiaban y estaban para arreglar las decisiones gubernamentales no ajustadas a la ley –léase arbitrarias– se produjo una ola de críticas sin mayores consecuencias para su entonces incuestionable popularidad. Los condescendientes moderaron la crítica por tratarse de un presidente indígena, esperanzados en la transparencia, el respeto al Estado de derecho y la lucha contra la corrupción. Los alineados a la revolución democrática y cultural aplaudieron a Su Excelencia (S.E.) ya que, desde su perspectiva, no habría pena en pasarse por alto al legado jurídico del Estado colonial y neoliberal. Desmontarlo y transgredirlo era y es aún lo deseable, un ritual revolucionario casi obligatorio.

Era el tiempo en el que se tramitaba la ley anticorrupción, la misma que, al contrario de la “flexibilidad” solicitada por el Presidente, terminó convirtiéndose en instrumento jacobino al consagrar la presunción de culpabilidad y al violentar el principio de no retroactividad de la ley reconocido por el derecho internacional.

Cuando por falta de azúcar la vida de la población se torna amarga y la gestión oficial recibe los duros golpes de la realidad del mercado en medio de gran ineficiencia, el Presidente insistió en el planteamiento de marras. Sin siquiera sonrojarse sostuvo que “si queremos acelerar la inversión (para) atender la demanda rápidamente”, no habría que seguir procedimientos y normas legales ya que diría a los abogados: “¿Para qué ustedes han estudiado (para) ser abogados? Ahora legalicen lo que hice”. Les pide “salvar las ilegalidades normativas” con tal de hacer obras y curarse en sano de toda burocracia y control gubernamental.

Con este antecedente, y de oficiar de juez supremo, S.E. ya habría liberado de toda sospecha y eximido de culpa a varias exautoridades hoy procesadas por el Estado Plurinacional. Me pregunto: ¿Qué pensarán al respecto los auditores comandados por el contralor general “interino” y diligentes fiscales ahora convertidos en sabuesos incriminadores prestos a iniciar procesos penales sin siquiera respetar el debido proceso? La incoherencia es visible. Por un lado, se desea tirar por la borda la ley Safco como instrumento de control gubernamental y, por otro, se la aplica con rigor y diligencia sesgada.

Lo cierto es que la opinión presidencial y la benevolencia judicial no se aplican a los adversarios políticos ni a aquellos críticos a su “causa”. Los casos del suspendido René Joaquino; de Juan del Granado y sus concejales; del gobernador suspendido Cossío (en algunos de los juicios que le llovieron); y del alcalde de Tarija Oscar Montes recientemente sindicado, entre otros, confirman la intolerancia política. Conste que hablamos de autoridades legitimadas por su desempeño, como que Del Granado llegó a ser calificado por el mismísimo Presidente como un “alcalde clonable” por su capacidad de gestión y de trabajo.

El sui géneris criterio presidencial no es inocente, al contrario, es peligroso. El abuso en las contrataciones y compras por excepción induce a la improvisación, a incrementar costos por incumplimiento de normas mínimas de calidad incidiendo en ineficiencia y corrupción. Es el caso del avión presidencial, del satélite, de los coliseos y “regalos sindicales” del programa Evo Cumple entre otros juguetes que entusiasman al Presidente. Lamentablemente, detrás del pedido de “arreglar lo ilegal”, S.E. esconde una visión mesiánica de sí mismo frente a la ley, en una coyuntura que desnuda, como nunca antes, su vulnerabilidad y naturaleza terrenal.

martes, 1 de febrero de 2011

ERBOL ha hecho un buen trabajo de recopilar los escándalos de bolivianos pillados con pichicata enmascarada


Las ideas son interminables. Los ovoides o los maletines son “tecnología” del pasado. Ahora, muchos bolivianos se ingenian para llevar droga al extranjero, aunque no con mucho éxito. En lo que va del año, las innovaciones alcanzaron alfajores, chuño, muebles y losetas para el transporte de estupefacientes.

Con 518,3 kilos de droga confiscados (media tonelada) y al menos seis detenidos, los casos de incautación y detención que implican a ciudadanos y droga bolivianos tuvieron entre enero y lo que comienza de febrero de 2011 una frecuencia preocupante, según reportes periodísticos en Bolivia y otros países.

Al terminar el mes de enero, el día 31, dos mujeres fueron detenidas en Chile, por intervención de la Aduana Nacional, cuyos funcionarios casi fueron sorprendidos por bolsas plásticas en las que las traficantes llevaban 202 “papas de chuño” en cuyo interior estaban mimetizados 2.020 ovoides envueltos en con una cinta café, que totalizaron 2,5 kilogramos.

Al otro lado del continente, en Barcelona (España), un boliviano fue detenido el 31 de enero en el aeropuerto de la ciudad en posesión de cinco kilos de cocaína mimetizados en alfajores. El hombre, de 50 años de edad, había llegado en un vuelo procedente de Bolivia y “los agentes, al comprobar su equipaje, descubrieron que en el mismo transportaba tres cajas de alfajores (dulces)” que resultaron contener el estupefaciente, informó la Guardia Civil.

Tres días antes, el 28, la Aduana Nacional de Chile confiscó 142 kilos de cocaína oculta en puertas y marcos de madera que tenían como destino Siria. La droga, procedente de Santa Cruz, había sido enviada por una banda de bolivianos para una empresa fantasma. Dos días antes, el 26 de enero, otros funcionarios aduaneros chilenos recuperaron de los narcotraficantes 168 kilos de cocaína en medio de madera boliviana.

Otro llamativo cargamento fue interceptado por la Policía de Nigeria, previo aviso del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA). Se trataba de 110 kilos de cocaína procedente de Bolivia, cuyo valor aproximado era de siete millones de dólares.

BBC informó que la droga estaba escondida en 25 paquetes de baldosas a bordo de un barco que se dirigía hacia Europa.

En operativos convencionales, el 25 de enero, otro boliviano fue interceptado con 88 ovoides de cocaína (cerca de dos kilos), 22 de los cuales llevaba en el estómago. Los destinos eran las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar.

Horas antes, en el hito fronterizo Pampa Cerritos, en la Región de Tarapacá, también en Chile, Carabineros arrestó a otro boliviano, TFC (de de 3 años), que transportaba en su vehículo 13 kilos de pasta base de cocaína envueltos en 14 paquetes. Había sido avistado antes desde un avión vigía c-52.

El 27 de enero, según El Mercurio, MLL (28), también otro boliviano, fue detenido cuando intentaba ingresar al kilómetro 1418 de la Ruta 5 Norte, que une Antofagasta con Iquique. Transportaba 68,894 kilogramos de cocaína base de cocaína y 5,75 kilogramos de clorhidrato de cocaína de alta pureza, en cuatro sacos con 73 paquetes enguinchados con cinta adhesiva.

El 19 de enero, la Policía de Macedonia detuvo a cuatro macedonios en posesión de 1,5 kilos de cocaína de alta calidad que habían recibido como encomienda desde Bolivia.

Al respecto, según un reporte de la agencia DPA, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) expresó su preocupación por la incidencia de casos de narcotraficantes bolivianos en el exterior.

En su informe anual de gestión, el presidente Evo Morales admitió que en los últimos años Bolivia se ha convertido en un país de tránsito de la droga peruana. Hace unos días, el Mandatario planteó a la comunidad internacional su adhesión por la despenalización del acullicu (masticado tradicional) de coca.