Vistas de página en total

martes, 12 de octubre de 2010

Issac Bigio nos ofrece su versión de las leyendas negras en torno a la llegada de Colón a nuestra América. Interesante material de lectura

Leyendas negras

En torno al viaje de Colón se han generado varias leyendas negras tales como:

1) Los caribeños eran unos antropófagos salvajes, por lo que ellos dieron pie al vocablo “caníbales”.

2) Los pueblos del nuevo mundo estaban rezagados con respecto a los del viejo mundo.

3) Los españoles (y portugueses) eran unos sanguinarios y ladrones por naturaleza.

Tanto el término “indio” como el de “caníbal” son fruto de errores. A los habitantes nativos del nuevo mundo se les empezó a denominar “indios” porque Colón pensó que había llegado a las Indias. El equiparar a los nativos caribeños con el canibalismo fue una manera de justificar la matanza de una raza tan supuestamente perversa. Hoy en las Antillas hay más gente de origen del subcontinente de la India que de los autóctonos indios caribeños.

En la América precolombina muchos pueblos (como incas, aztecas y mayas) hacían sacrificios humanos y otros en el Caribe y el Amazonas comían partes de sus enemigos derrotados pues pensaban que así heredarían sus fortalezas. Sin embargo, los caribeños construían aldeas y vivían de la agricultura, la pesca, la caza y el comercio (y no de seres humanos).

Los europeos de entonces solían arrasar pueblos enteros en sus guerras y quemaban vivas a las mujeres independientes a las que se les calumniaba de “brujas” y a todas aquellas personas que no se ciñeran al culto oficial. Mucho más sanguinario que el sacrificio de prisioneros fue la matanza de decenas de millones de amerindios y africanos y su esclavización. Europa luego fue el continente que conquistó al resto del mundo y donde se gestó y se pelearon las 2 guerras mundiales.

Cuando los europeos llegaron a la capital azteca, se toparon con una ciudad más grande, hermosa, organizada y limpia que las de su propio continente. Los mesoamericanos hicieron algo que nunca antes nadie había hecho: crear un gran alimento (como es el maíz) el cual no es una simple domesticación de un grano. Su astronomía y calendario era más sofisticado y habían elaborado el número cero siglos antes que los europeos. Los andinos crearon los puentes colgantes, caminos y construcciones antisísmicas y aleaciones metálicas desconocidas en la Cristiandad. Las civilizaciones amazónicas fabricaron un tipo de suelo (“terra preta”) que les permitió cultivar masivamente sobre la frágil y delgada capa fértil de la selva y poblar tal jungla en números superiores a los actuales.

El viejo mundo se impuso al nuevo por una serie de factores. Uno fue el de las enfermedades que trajeron. Mientras los europeos tenían milenios conviviendo con ganados y habían generado anticuerpos a los virus de éstos, los amerindios quedaron inermes a las plagas que los blancos trajeron como parte de su milenario contacto con vacas, puercos, caballos y ovejas. Los pocos amerindios que se libraron de perecer con las pestes quedaron debilitados o desmoralizados para hacer frente a la conquista material y espiritual.

Recién hoy se viene descubriendo que en las dos cuencas mayores de Norte y Sur América (el Misisipi y el Amazonas, respectivamente) se generaron grandes civilizaciones, las mismas que se despoblaron apenas llegaron las nuevas enfermedades ante las cuales no había vacuna alguna.

Los incas y aztecas fueron diezmados por esas plagas, las mismas que generaban tales cadenas de contagios que terminaban infectando a pueblos que aún nunca habían visto a un barbudo. Una de éstas mató al inca Huayna Cápac y a su heredero antes de que llegasen los blancos y la lucha por su herencia generó una guerra civil que Pizarro supo aprovechar.

Esos dos grandes imperios cayeron, además, porque muchos de los pueblos que ellos sojuzgaron prefirieron aliarse con los europeos creyendo que así se librarían (cuando pasó lo opuesto). Los ejércitos que derrotaron a los incas y aztecas estaban compuestos o apoyados ultra-mayoritariamente por descontentas etnias locales.

Los propios amerindios fueron capaces de derrotar militarmente a los españoles. Paradójicamente, varios de los pueblos que lograron frenar a los europeos (araucanos, patagones, ashánincas, nativos del oeste norteamericano, etc.) solo llegaron a ser sometidos en las repúblicas criollas.

Las potencias enemigas de España difundieron la leyenda de que los peninsulares eran sanguinarios. Esta fue una guerra psicológica alentada por Inglaterra para debilitar a la iglesia católica y a Madrid. Ello le sirvió para ganar como aliados suyos a los criollos separatistas (y luego afianzarse como los mayores socios comerciales de las nuevas repúblicas) o para que Londres o Washington fuesen conquistando en Norte y Centro América una serie de territorios a los hispánicos.

La actual globalización se da porque previamente Portugal y España fueron las primeras potencias que unificaron al mundo. Estas fueron las que crearon la navegación y el comercio globales. Los iberos trajeron al nuevo mundo el trigo, las reses, los caballos, las uvas, los puercos, diversas aves, la rueda, la pólvora y muchos otros productos. Ellos también hicieron que en Europa se popularizase el té o las especias, y que el maíz, la papa, el pavo, la vainilla, el chocolate y otros productos llegasen al viejo mundo. La revolución industrial que desencadenaría luego otra potencia atlántica europea (Inglaterra) tuvo en ellos como a su primer peldaño.

Hoy la principal religión del mundo es el cristianismo, pero este credo solo salió de Europa y el Mediterráneo debido a los iberos quienes la convirtieron en la mayor fe que haya tenido la humanidad.

En tono satírico se dice que dios creó al hombre, pero los españoles crearon al mestizo y los portugueses al mulato. De hecho los españoles y portugueses buscaron bruzarse con la población local, por lo que sus idiomas son hoy los únicos del mundo que son más hablados como lengua materna por pueblos mestizos que por los de sus razas originarias. El inglés, sin embargo, caló primariamente en las poblaciones europeas o esclavas que ellos trasplantaban a sus colonias.

Los iberos, al igual que todos los anteriores imperios amerindios, fueron sanguinarios. Si Pizarro y Cortés fueron capaces de derrotar a los incas y aztecas ello se debió a que se apoyaron en el descontento de pueblos nativos que habían sufrido masacres, desplazamientos forzados y explotación de parte de ellos.

Los nuevos Estados americanos, paradójicamente, organizaron masacres tan terribles o peores que la de los conquistadores. Varias repúblicas que van desde EEUU hasta Argentina exterminaron tanto a sus propios indígenas que de sus antiguas naciones poco o nada queda. A los uruguayos se les dicen “charrúas”, aunque esta república exterminó a casi todos sus indios charrúas.

En el gigante brasilero menos del 1% de sus casi 200 millones de habitantes es amerindio. Este es el Estado que más tierras ha conquistado a más vecinos en el mundo mientras que la guerra que éste, Argentina y Uruguay desencadenaron contra Paraguay eliminó a casi todos los varones de esa nación. Los EEUU hicieron mayores limpiezas étnicas que los europeos mientras que son la única potencia en la historia en haber asesinado a cientos de miles en segundos (con las bombas atómicas de 1945).

No hay comentarios:

Publicar un comentario