Tras sobornar a personal venezolano y oficiales de seguridad de Cuba que trabajan como funcionarios de inmigración en el aeropuerto de Maiquetía, un grupo de siete médicos cubanos asignados a la misión Barrio Adentro arribó el miércoles a Miami.
Los desertores, que habían sido detenidos brevemente el martes en un centro del aeropuerto caraqueño, pagaron unos $5,200 a los funcionarios para que sus pasaportes fueran sellados y se les permitiera abordar un vuelo a esta ciudad.
"Reunimos el dinero entre los siete colegas que habíamos sido detenidos, y así pudimos viajar'', reveló a El Nuevo Herald uno de los recién llegados, Jesús Peralta, médico general de 26 años.
El grupo de tres mujeres y cuatro hombres quedó bajo custodia de la Policía de Inmigración y Aduana (ICE), mientras regularizan su situación.
Además de Peralta, entre los desertores se encuentran Lorenzo Toriza, de 40 años, y Yessenia Martínez y Jesús Badillo, ambos de 27. El Nuevo Herald no pudo obtener la identidad del resto. Martínez, Badillo y Toriza viajaban juntos y coincidieron con los otros cuatro en el centro de detención.
Peralta y Toriza dijeron que se les prohibió abordar un vuelo de American Airlines a las 6 a.m. del martes y fueron retenidos y sometidos a interrogatorios por parte de funcionarios de la embajada cubana en Caracas. Ambos dijeron que habían sido presionados sicológicamente y luego liberados alrededor de las 8 p.m.
Cuando regresaron al aeropuerto con la intención de volver a intentar salir, la preocupación de los funcionarios se limitó a ver si contaban con suficientes dólares para pagar el sellado de los pasaportes.
"Dependiendo de cómo te comportes con ellos en cuanto al pago, te dejan salir o te detienen'', indicó Keiler Moreno, en Miami, un médico que desertó en agosto y ayudó a varios de los recién llegados.
Moreno afirmó que se vio obligado a pagar $800 a un cubano que trabajaba como oficial de inmigración para poder obtener el sello de salida en su pasaporte.
El Nuevo Herald no pudo obtener una versión oficial de los hechos por parte de las autoridades venezolanas. Varias llamadas a la Dirección de Identificación y Extranjería no fueran respondidas.
Según diversas fuentes, los precios exigidos a médicos cubanos para permitirles la salida de Venezuela varían desde $300 hasta $2,000 por persona.
Julio César Alfonzo, que preside la organización no gubernamental Solidaridad Sin Fronteras (SSF), que ha ayudado a miles de médicos cubanos a venir a Estados Unidos, dijo que "es la primera vez que se sabe que oficiales cubanos están cobrando a los médicos para dejarlos salir de Venezuela''.
Alfonzo dijo que conocían sobre los pagos, pero ignoraba que también estuviera involucrado personal de seguridad de Cuba.
"La embajada cubana tiene que estar en combinación con esta operación'', comentó. ‘‘No creo que ningún funcionario o grupo de funcionarios se atrevan a hacer algo así por su propia cuenta''.
En el último año han llegado a Miami alrededor de 200 médicos directamente desde el aeropuerto internacional de Maiquetía, pagando cifras entre $300 y $1,000, aseguró Alfonzo.
"Les quitan los documentos hasta que pagan el dinero, y el precio varía dependiendo del regateo y la disponibilidad del que viaja, y en el negocio participan también funcionarios venezolanos'', precisó.
Moreno recordó su experiencia al fugarse en agosto. Al llegar al puesto de inmigración en el aeropuerto --relató--, una funcionaria le retuvo el pasaporte y le dijo que se reuniera con un funcionario cubano que trabajaba para la inmigración venezolana, el cual se encontraba en los alrededores.
El funcionario cubano le advirtió que debía informar de su salida tanto al gobierno cubano como al venezolano. Sin embargo, le dijo que todo dependía de "como tú te portes'', y "de cuánto traigas para resolver''.
"En este momento lo que tengo son 500 pesos'', le dijo Moreno.
"Sí, pero con eso no llego a mi casa'', respondió el funcionario cubano.
Entonces, Moreno preguntó: "¿Y con cuánto llegas a tu casa?"
"Mínimo con 1,000 pesos'', le respondió el funcionario cubano.
Moreno no se dio por vencido, recordó: "Mira, voy a un país donde no conozco a nadie, estoy solo, y lo máximo que te puedo dar son 800 pesos''.
El funcionario cubano miró al aire y le dijo: "Vete al baño y ténlos en la mano''.
Cuando el funcionario cubano tomó el dinero en el baño, le dijo a Moreno que llevara el pasaporte a la persona que se lo había retenido.
"Y así pude lograr que me pusieran el cuño en el pasaporte para poder embarcar en el avión'', comentó Moreno. "Es una corrupción descarada''.