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miércoles, 23 de septiembre de 2009

esta foto y los textos de agencias que publica Los Tiempos Digital pasarán a la historia, como la base "del cuento del tío" que contó Evo contra S.Cz.


Autoridades gubernamentales y parlamentarios oficialistas se complican y contradicen al tratar de explicar la aparición en una fotografía del jefe de la disuelta Unidad Táctica de Resolución de Crisis (Utarc), el capitán Wálter Andrade, junto a Eduardo Rózsa, presunto cabecilla del grupo terrorista desarticulado en Santa Cruz en abril pasado.

La fotografía que habría sido tomada en 2007, casi un año antes de que el presunto terrorista fuera abatido a tiros por la Policía, al igual que otros dos de sus compañeros, para la oposición es una prueba contundente, que deja en claro que el Gobierno indujo mediante la infiltración de su gente para que Rózsa venga a Bolivia “a montar un circo romano con el beneplácito del César Evo Morales”, sostuvo ayer el senador de Podemos, Róger Pinto.

Ante estas declaraciones, autoridades de Gobierno y el fiscal Marcelo Soza, que investiga a la desbaratada célula terrorista en Santa Cruz, por separado, dudaron de la “veracidad” de las fotografías difundidas por varios medios, en la que aparece Andrade, Rózsa y una tercera persona (Ignacio Villa Vargas, el “Viejo”, presentado como testigo clave por el Gobierno en el caso terrorismo) y aseveraron que deberían ser sometidas a un peritaje para verificar su autenticidad.

No obstante el viceministro de Régimen Interior y Policía, Marcos Farfán, no descartó que el capitán Andrade hubiera estado cumpliendo una misión policial cuando se le tomó la foto con Rózsa (como infiltrado) y aclaró que no existe preocupación por este tema.

Sin embargo negó que el Gobierno haya tenido conocimiento desde 2007 de la llegada de Eduardo Rózsa a Bolivia. “Con respecto a nosotros, como gobierno en 2007 no se conocía ninguna actividad del grupo de Rózsa en especial”, señaló.

El polémico jefe policial acusado de la agresión que sufrió un equipo de prensa de la red Unitel en Santa Cruz el 3 de septiembre pasado, cuando cubrían la detención del ganadero Nelson Vaca por parte de un grupo de efectivos de la Utarc, se presentó sorpresivamente el lunes pasado a declarar ante el fiscal que investiga esos hechos, Carlos Fiorilo. Su comparecencia coincidió con la difusión y aparición de las fotografías junto a Rózsa.

Fiorilo expresó ayer su molestia porque el disuelto grupo de élite de la policía —Utarc— aún no le envió el informe sobre lo sucedido durante la detención del ganadero Vaca pese a las dos conminatorias que le envió al director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, Humberto Echalar -“Reclamé verbalmente que no me llegó hasta el momento el informe de la Utarc sobre los heridos a momento de la aprehensión, se comprometió una de las autoridades de enviarme en cinco minutos, el informe sobre los hechos de la aprehensión y también la declaración del capitán Walter Andrade”, dijo Fiorilo.

El fiscal Soza, que investiga los vínculos del supuesto terrorista, ayer dijo que "no hay una razón lógica para investigar al oficial de Policía porque la foto puede que sea montada". "No se puede investigar sobre la base de una foto que carece de veracidad, además que no tiene conocimiento de esa situación", dijo.

Dijo que tiene una galería de fotografías de los mercenarios internacionales abatidos por la Policía a mediados de abril en Santa Cruz, indicó que revisará las mismas para ver la existencia de esa foto.

"Quien señala que el oficial y ex integrante de la Utarc estaba involucrado con el grupo de Rózsa tendrá que demostrarlo", enfatizó el Fiscal.

Para el presidente del Senado, Óscar Ortiz, la fotografía devela una situación muy compleja porque Andrade fue quién comandó el operativo en el hotel Las Américas y quizá, los más probable que haya sido él quién haya matado a Rózsa, con quién al parecer tenía relaciones. “Hasta dónde el Gobierno ha estado implicado en este caso y hasta dónde el Gobierno realmente puede seguir teniendo credibilidad”, dijo.

Se acogen al silencio

Los bolivianos Mario Tadic Astorga y Alejandro Santiesteban Stroebel y el húngaro Elöd Tóásó, miembros de la supuesta célula terrorista liderada por el extinto Eduardo Rózsa Flores, se presentaron ayer ante el fiscal que investiga el caso, Marcelo Soza, pero decidieron acogerse al silencio.

Los tres acusados están detenidos de manera preventiva en el penal de San Pedro, acusados por el delito de terrorismo y conformar el supuesto grupo irregular que fue desarticulado el 17 de abril pasado en un céntrico hotel cruceño. Soza los volvió a citar para que respondan esta vez por el delito de alzamiento armado.

Soza dijo que pese a la decisión de los imputados, la investigación continuará en el marco de los procedimientos judiciales y de los elementos de prueba con los que cuenta el Ministerio Público.

El abogado de Tadic, Gerardo Gianni Prado Herrera, dijo que su cliente no puede declarar sobre algo que desconoce.

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