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domingo, 27 de julio de 2014

Carlos Mesa atribuye al Referendo del 2004 la nueva política de hidrocarburos por tanto los ingresos espectaculares de los que goza Bolivia. Referendo que resultó un éxito. resulta de gran utilidad conocer la circunstancia histórica de tal medida y su repercusión hasta nuestros dias.

Si hubiese podido adivinar lo que quería decir esa palabra para el presidente Morales, hubiese “nacionalizado” el gas sin dudarlo. Una “nacionalización” cuyo resultado es que las empresas transnacionales siguen operando en el país, con los mismos contratos originales modificados
El 18 de julio de 2004 –hace exactamente una década– llevamos a cabo, después de una lucha contra viento y marea, el “Referéndum del Gas”, el primero Constitucional y con voto universal de nuestra historia.
El Referendo cumplió uno de nuestros compromisos cruciales, revisar la política de capitalización de los hidrocarburos y establecer las bases para una nueva política sobre el tema. La consulta popular, que gozó desde el primer día del apoyo de la población, enfrentó la cerrada oposición del Congreso, de las elites, de las empresas petroleras y de los partidos políticos. Fue tal la presión contraria que tuvimos que aprobar un decreto de convocatoria en abril del 2004 e iniciar una campaña nacional de explicación de su contenido que forzó al Congreso –a regañadientes– a convertir el decreto en ley. Esos sectores adversos hicieron una campaña contra las preguntas y el propio líder de la oposición, Evo Morales, después de un par de reuniones en las que discutimos los objetivos y alcances del Referendo, decidió apoyar tres de las cinco preguntas y oponerse a dos de ellas (la 3º y la 4º), irónicamente las dos que más le conciernen hoy.
Las preguntas pueden resumirse así: 1. Abrogación de la Ley de Hidrocarburos vigente. 2. Recuperación para el Estado de la propiedad de los hidrocarburos en boca de pozo. 3. Refundación de YPFB y recuperación de las acciones de los bolivianos producto de la capitalización. 4. Uso del gas como recurso estratégico para la salida soberana al mar. 5. Garantizar el consumo interno, industrialización e incremento de impuestos hasta por lo menos a un 50 por ciento del valor de la producción.
El Referendo fue un éxito. Los porcentajes del SÍ a las preguntas fueron: 1.- 87 por ciento. 2.- 92 por ciento. 3.- 87 por ciento. 4.- 55 por ciento. 5.- 62 por ciento. Fue el pueblo boliviano el que decidió y definió la nueva política de hidrocarburos que continúa hasta hoy.
A pesar de que el Referendo era vinculante y de ejecución inmediata, el Congreso no aprobó el proyecto de ley que presentamos inmediatamente a su consideración. Peor que eso, lo rechazó y redactó el suyo propio. Fue un error muy grande de nuestra parte no imponer nuestra Ley y forzar su aprobación basados en el mandato popular. Pero su fuerza era incontrastable. Dos hechos fueron producto del Referendo, y ni se explican ni se justifican sin su realización: La Ley de Hidrocarburos promulgada en mayo de 2005 y el decreto de “Nacionalización” de mayo de 2006. La prueba de ello es que el Capítulo II de la Ley se titula “Ejecución y cumplimiento del Referendo”, a su vez, el segundo párrafo de los considerandos del Decreto menciona al Referendo como columna vertebral de su imposición. En consecuencia, el Impuesto Directo a los Hidrocarburos y el sustancial incremento del porcentaje de impuestos, se basan en el mandato del Referendo.
Hoy, como suele suceder, aparecen muchos padres de la criatura sin considerar que su único padre es el pueblo boliviano. Nuestro único mérito fue hacer la Reforma Constitucional que incorporó el Referendo como institución vinculante de consulta popular y llevarlo a cabo exitosamente. Eso fue posible porque nos apoyamos en el respaldo popular y en la certeza de que cumplíamos su mandato.
Si esto es así ¿Por qué no promulgué la Ley de Hidrocarburos y no nacionalicé los hidrocarburos? No promulgué la Ley porque su texto estaba concebido para desestabilizarme, era incongruente y tenía errores técnicos que han generado graves consecuencias al país. Si la promulgaba, la extrema derecha me hubiese estrangulado. Si no lo hacía serían los “movimientos sociales”, como de hecho ocurrió, los que me ahorcarían. Pero más allá del hecho político, el absurdo mecanismo de un impuesto ciego para gas y líquidos, para campos grandes y pequeños, desincentivó la inversión indispensable para sustituir los campos declinantes y para superar el desequilibrio entre producción y consumo de líquidos, que ha llevado a Bolivia a una subvención de esos combustibles que desangran al TGN. Adicionalmente, la parcelación caprichosa del IDH y su distribución injusta han convertido ese ingreso en un nuevo feudo intocable de determinadas regiones y no ha compensado los graves desequilibrios entre regiones productoras y regiones no productoras, que debió ser uno de los objetivos prioritarios de ese impuesto.
En cuanto a la nacionalización. Si hubiese podido adivinar lo que quería decir esa palabra para el presidente Morales, hubiese “nacionalizado” el gas sin dudarlo. Una “nacionalización” cuyo resultado es que las empresas transnacionales siguen operando en el país, con los mismos contratos originales modificados y con el reconocimiento de los más de 3.000 millones que dicen haber invertido antes de 2006, poco tiene que ver con el concepto intrínseco de la palabra nacionalización.
Por eso, es imprescindible colocar las cosas en su lugar. Fue el Referendo de 2004 el que propició la nueva política de hidrocarburos de Bolivia y los ingresos espectaculares de los que goza hoy el país.

El autor fue Presidente de la República

viernes, 25 de julio de 2014

Winston Estremadoiro se refiera al nuevo artículo de Duda Texeira al que compara con Thomas Friedman del NYT a la revista VEJA (el NYT brasileño) que ha documentado más de 100 vuelos de máquinas venezolanas, para llegar a Bolivia sobrevolando Brasil. de comprobarse sería contundente prueba de "la intervención venezolana" a nuestra Patria.

La revista Veja de Brasil, proporcionalmente equivalente en difusión a la estadounidense Time, que no sé si patalea todavía ante el embate de la noticia digital, publicó un artículo de Duda Texeira, analista que para mí es el equivalente brasileño del inteligente Thomas L. Friedman del New York Times. Su reportaje se tituló  “Connivencia diplomática” . Algunos de los sinónimos españoles del latín ‘conniventia’ son amaño, conjura, complicidad, trama, conspiración, complot, contubernio, combinación. En lingo boliviano, ‘combinola’. Enhebrando definiciones, más que diplomática quizá la connivencia era ideológica, al tratar del disimulo o tolerancia del superior (Lula da Silva) acerca de las transgresiones (más de una centena de vuelos sobre territorio brasileño) que cometía su subordinado (Hugo Chávez) el 2007, enviando aviones cargados de soldados venezolanos y vehículos blindados en auxilio del entonces acosado régimen del ahijado del socialismo del siglo 21 (Evo Morales).
Sobre el tema de la masacre de Porvenir, en 2008 escribí  “Perfidia en Epitafiolandia” . Anotaba entonces que el Gobierno echaba la culpa de los luctuosos eventos a la eterna nalga de nuestras penas: Estados Unidos. Refería la declaración de una dama pandina que ayudó a los heridos: “La propaganda del Gobierno decía que venía una marcha pacífica de campesinos.
Entonces, ¿por qué tenían cintas amarillas en sus brazos para reconocerse en la refriega?”  ¿Por qué los encintados difuntos tenían “desde 200 hasta 2.000 bolivianos en sus bolsillos”? “Bien entrenados en tácticas militares, ¿por qué disparaban al hospital, a las ambulancias? ¿Cómo es que algunos de esos muertos eran fortachones bien nutridos de casi dos metros de altura?”
De hablar esos muertos, sería con acento caribeño, decía yo. Ingenuo, entonces conjeturaba que ciertos vuelos secretos al aeropuerto de Chimoré, quizá traían un diezmo de los cien mil rifles Kalashnikov que Venezuela había importado de la mano armamentista del dispendioso ebrio de petrodólares, el dictador de Sabaneta. Sabe Dios que cargaban retornando a Caracas.
El no intervencionismo es una doctrina de la política exterior que tal vez empezó con la llamada “Doctrina Monroe” América para los americanos que luego daría luz verde a la intervención gringa en países del nuevo mundo, empezando por el robo del gentilicio. Un siglo después, quizá cansado de la intromisión y abuso estadounidenses, México pasó a liderar la posición no intervencionista con la Doctrina Estrada, que fundamenta el principio de no intervención porque ningún país puede juzgar, aprobar o desaprobar a otras naciones. El concepto es “la obligación de los Estados de abstenerse o intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de otro Estado con la intención de afectar su voluntad y obtener su subordinación”.
El principio de no intervención, como los reclamos por el espionaje, me recuerdan a Celia Cruz cantando “Songo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé, Bernabé le pegó a Muchinanga…” ‘Googleando’, pareciera que todos se quejan de todos de infringir el principio. En una docena de entradas de las 168.000 que saltan escribiendo el ribete, Colombia y Venezuela se quejan de EEUU; Honduras de la ALBA; China de EEUU, Perú de Japón. La infortunada metida de pata del embajador Rocha anatemizando al candidato cocalero, que a la postre le favorecería, es un ejemplo de intromisión. Conocer la verdad sobre la masacre de Porvenir, revelaría la intromisión en asuntos internos del país por parte de Venezuela.
La verdad es joya que no encontraremos si nos atenemos a voceros del Gobierno, los cuales apelan al manido truco de apalear a la ultraderecha boliviana. De ser verdad la intromisión venezolana en la masacre de Porvenir, se pincha otra de las burbujas –léase tramoyas– que el régimen de Evo Morales ha utilizado para afianzar su tenebrosa marcha, no al socialismo, sino hacia el prorroguismo autocrático. ¿No es efímera espuma el autoexilio del otrora poderoso virrey del Gobierno, Soza, que hoy despotrica contra el entorno presidencial que antes le dio cuerda, revelando detalles de la conjura gubernamental? Otra pompa fue el asesinato múltiple de dormilones en un hotel de Santa Cruz de la Sierra: sólo los tontos, ignorantes u obcecados creen en el ‘separatismo cruceño’. Otro espumarajo se reventó con el ‘embajador’ Sean Penn, la fuga de Ostreicher, y la muestra de rateros y extorsionadores que le acosaban. ¿Alguien cree en la plurinacionalidad de 36 etnias endiosadas en la Constitución del MAS, si ya se toma cuenta del sesgo aymara de la hegemonía?
Sea lo que fuere, de ser verdad lo indicado en el reportaje de Duda Texeira en ‘Veja’, explotan unas burbujas de gran tamaño en la falaz construcción de imposturas del Gobierno: ¿cuán involucrado, directa o indirectamente, está el régimen en socapar el intervencionismo extranjero para afianzarse en el poder, a despecho de la verdadera democracia? Más delicada aún es la cuestión de los vínculos de personeros del Gobierno en el narcotráfico. Por mi parte, discrepo con el policía encubierto apodado Confucio, que clama porque “los esfuerzos que hace nuestro amigo y hermano Evo para erradicar la corrupción caen en saco roto y eso puede ser utilizado por la oposición para manchar su honra” . Hallo enigmático que un mandatario vivísimo, egocéntrico y autocrático, con una veintena de doctorados honoris causa, ignore la podredumbre que pudiera existir en su entorno más íntimo.
El autor es antropólogo
win1943@gmail.com

viernes, 18 de julio de 2014

OPINION recuerda que Bolivia, la Democracia tienen una deuda con Marcelo Quiroga, cuyos restos hasta hoy, 34 años después de su asesinato, no aparecen. lo mataron los paramilitares, lo remataron sus mandantes los militares del Cuartel de Miraflores. el Régimen ni siquiera ofrece un intento de haber reparado la injusticia y la sepultura cristiana del gran líder político Marcelo Quiroga

Una investigación debe partir abriendo los archivos militares clasificados de aquella época y de los años posteriores. Es la gran deuda de la democracia y de los tiempos de cambio.
El Gobierno del presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, puso en vigencia la Ley N. 004 de 31 de marzo de 2010. Una ley que sanciona con dureza y de manera retroactiva e imprescriptible los delitos de apropiación indebida de dinero del Estado. Establece penas de diez años de cárcel, tipifica nuevos delitos como el ”soborno internacional”, “cohecho pasivo y activo internacional”, obstrucción de la justicia” y “falsedad en la declaración jurada de bienes”.
purga sus crímenes en Choncho Coro, pero nodice dónde están restosdel lider nacional  Marcelo Quiroga

Es una ley contra la corrupción. Lleva el nombre de Marcelo Quiroga Santa Cruz, como un homenaje al líder que fue asesinado por las hordas de paramilitares instruidas por el exdictador Luís García Meza y su ministro del Interior Luis Arce Gómez, que tomaron el poder en un golpe de estado cruento, hace 34 años, un 17 de julio de 1980.

Quiroga Santa Cruz, el hombre más odiado por los militares que llegaron al poder fue asesinado el mismo día en que empezó uno de los gobiernos de factos más bárbaros de la historia nacional. El asesinato y la tortura se registró cuando los paramilitares asaltaron la sede de la Central Obrera Boliviana en La Paz, donde se realizaba una reunión de altos líderes populares, entre ellos, Juan Lechín, que habían sido convocados para luchar contra el golpe que derrocó a la única presidenta, Lidia Gueiler Tejada.

El líder socialista, que combatió duramente el régimen de Bánzer y contra el que instauró un juicio de responsabilidades, había escalado rápidamente por su inteligencia y por su gran oratoria, en la preferencia del electorado y obtuvo el cuarto lugar en las elecciones de junio. En todos su actos demostró ser un firme defensor de los recursos naturales. 

Mucho se ha escrito sobre el líder socialista, sobre su contribución a la democracia boliviana, al esclarecimiento del pensamiento socialista en Latinoamérica, sobre sus firmes convicciones e integridad moral, y de lo que el país esperaba de su liderazgo futuro. Ahora mismo, la Ley más rigurosa contra la corrupción lleva su nombre, tal vez como un homenaje incompleto sobre lo que él representó en esencia para Bolivia y la región .

La democracia tiene una deuda con Quiroga Santa Cruz. Su cadáver nunca fue devuelto por los golpistas de esa época ni tampoco posteriormente. Figura en las listas de desaparecidos de las dictaduras militares de América Latina. Algunos gobiernos en democracia prometieron investigar y desvelar el lugar donde se encuentran los restos mortales. Incluso el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada en un acto de demagogia y oportunismo a su turno anunció que había instruido una investigación.

El Gobierno actual en alguna oportunidad, también anunció lo mismo, pero después de 34 años de su asesinato, la democracia boliviana no ha logrado dar sepultura cristiana al hombre que hizo mucho por la democracia combatiendo a las dictaduras militares y defendiendo los recursos naturales del país.

Una investigación con voluntad y firmeza podría descubrir, no solamente donde están los restos del líder socialista, sino aportar al conocimiento de una serie de hechos sobre los días luctuosos del gobierno de García Meza, quien menos mal, purga sus culpas en la cárcel. Una investigación debe partir abriendo los archivos militares clasificados o secretos de aquélla época y de los años posteriores.

Esta es la gran deuda de la democracia y de los tiempos de cambio.

lunes, 14 de julio de 2014

la mayoría de legisladores renunciantes pertenecen a la oposición. los masistas son pocos. lista preliminar que entregó alosmedios el Tribunal Electoral de La Paz.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) registró hasta el medio día de este lunes las renuncias de 16 asambleístas nacionales, nueve concejales, un asambleísta departamental y un alcalde que se postularán como candidatos a diferentes cargos en la elección general del 12 de octubre.
En la lista de senadores renunciantes se encuentran: Carmen Eva Gonzales (CN), Bernard Gutiérrez (CN), Jeanine Áñez (CN), Maria Elba Pinckert (CN), Nélida Sifuentes (MAS) y Gabriela Montaño (MAS).


Mientras los diputados renunciantes son: Jaime Navarro (UN), Elizabeth Reyes (UN), Andrés Ortega (CN), Andrés Gallardo (CN), Tomas Monasterio (CN), Luis Felipe Dorado (CN), Mirtha Arce Camacho (CN), Fabián Yaksic (MSM), Adriana Arias (MAS) y Wilman Cardozo (AS).
Los concejales que renunciaron a su cargo son: María Eugenia Calcina (La Paz), Gabriela Niño de Guzmán (La Paz). Franklin Cordova Flores (Sica Sica), Álvaro Guzmán Collao (Trinidad), Franklin Valdivia Leigue (Trinidad), Margarita del Carmen Fernández Claure (Trinidad), Aleida Barbosa Gil (Trinidad), Mery Zabala Montenegro (Trinidad) y Lourdes Millares (Sucre).
A ello se suma la asambleísta departamental de Tarija, Marcela Vásquez, y el alcalde de Rurrenabaque (Beni), Yerko Martín Núñez.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) está recibiendo las renuncias de autoridades nacionales, mientras que los Tribunales Departamentales Electorales (TDE) hacen lo propio respecto a las renuncias de autoridades locales, informó la presidenta del TSE, Wilma Velasco.
Explicó, además, que en el caso de autoridades electas y designadas del sexo femenino que deseen postular en las elecciones, éstas deben presentar su renuncia de forma personal como lo establece la Ley Contra el Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres, para evitar sospechas de que hubiera alguna presión.

sábado, 12 de julio de 2014

reemplazará Evo a Isabel la Católica por Bartolina Sisa y a Tupac Katari por Cristóbal Colón, el almirante que entregó nuestro continente (lo descubrió) al mundo, a la historia, porqué entonces Evo"donó" del Tesoro, claro un millón de dólares a Cristina para reemplazar a Colón por Juana Azurduy? Manfredo Kemppef.

Conociendo al Gobierno masista, no le aguardamos muchos años de vida a la estatua de Cristóbal Colón en El Prado paceño ni a la de doña Isabel la Católica en la avenida Arce de la misma ciudad. Sobre todo el monumento a Colón, personaje a quien S.E. ya ha señalado como artífice del genocidio y del saqueo español en América y, por supuesto, en Bolivia. El trabajo perverso que unos pícaros han hecho en la mente basta de algunos personajes ha sido tan perfecto que se ha llegado a provocar odio contra todo lo que vino desde España, Europa entera, para no hablar de Estados Unidos.

Contra uno de los hombres más ilustres y grandes de su siglo, contra el gran almirante, que en un día grandioso descubriera América para el mundo, haciendo que se mezclaran razas y surgiera una nueva cultura, se están diciendo los absurdos más grandes, las acusaciones más canallescas que alguien pueda imaginar. Pero no todo queda en el repudio y el insulto, sino que se trasluce en acciones inconcebibles como es la destrucción de sus monumentos o su desplazamiento.

Son los líderes del socialismo del siglo XXI (ávidos lectores de Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano) quienes con mayor afán se empeñan en denigrar la imagen de Colón. Deben de creer tan imbéciles a sus conciudadanos, aquellos a quienes gobiernan como a borregos, que empezaron con una campaña de improperios contra lo que suponen el abanderado de los ‘colonizadores’, para después, a falta de argumentos que impacten en los ciudadanos, dar paso a los hechos mucho más contundentes.
Como no podía ser de otro modo, hace 10 años grupos de sujetos salvajes derribaron la estatua de Colón en Caracas con el propósito de remplazarla por la de un cacique. Y en Managua, para estar a la altura de Chávez, los sandinistas azuzaron a indios para que tiraran por los suelos el monumento del navegante. En Argentina, a instancias de S.E., el presidente de los bolivianos, se ha retirado la figura de Colón del tradicional sitio que ocupó durante décadas detrás de la Casa Rosada. ¿Por qué a instancias de S.E.? Pues porque como el Estado está tan rico, S.E. donó un millón de dólares a la ciudad de Buenos Aires para que en lugar de Colón ubiquen a doña Juana Azurduy.

Está claro –y anunciado– que Colón no permanecerá por mucho más tiempo en El Prado, porque ahí se erigirá, seguramente, a Túpac Katari. Y a doña Isabel la remplazarán por Bartolina Sisa, con lo que los paceños quedarán absortos y los plurinacionales, felices

viernes, 11 de julio de 2014

Pedro Shimose replica a Reymi Ferreira a raíz del contenido de artículos del poeta sobre la monarquía española. Reymi (masista?) opuesto a la monarquía creyó encontrar obra literaria favorable a sus ideas, lo que no es nada cierto a estar por la contra réplica desde Madrid.

El columnista Reymi Ferreira publicó, hace una semana, el artículo La innecesaria monarquía española (EL DEBER, 04.07.14), réplica a mis artículos La abdicación del rey (ED, 20.06.14) y El rey y la monarquía parlamentaria (ED, 27.06.14), en los que yo glosaba un artículo suyo titulado Las tres herencias del franquismo (ED, 06.06.14), origen de este diálogo de besugos.
En su réplica, Reymi opina que yo afirmo “temerariamente” (¿por qué temerariamente?) que “en Bolivia se desconoce la bibliografía sobre la Guerra Civil Española”. La cita es inexacta. Lo que dije y digo es que “el artículo de Reymi revela que, en Bolivia, se desconoce la abundante bibliografía sobre la Guerra Civil, el franquismo, la transición española y el reinado de Juan Carlos I”. A esos temas añado hoy el de la II República Española. Prueba de mi opinión nada “temeraria” es que Reymi parece desconocer los libros Juan Carlos. El rey de un pueblo, de Paul Preston (2003), y Juan Carlos de España (2014), de la historiadora francesa Laurence Debray –hija de Elizabeth Burgos y Régis Debray–, autora, asimismo, de otro libro –La forja de un rey–, que no he leído.
Luego, Reymi dice que en Latinoamérica “se exiliaron poetas, catedráticos y filósofos republicanos, escribiéndose aquí más libros sobre la guerra que en la propia península, con el aditamento de que en nuestro continente se lo hizo en libertad y sin censura”. Resulta obvio, aunque solo conocimos una versión parcial de la Guerra Civil. Por mi parte, añado que también se exiliaron militares leales a la II República, como el general Vicente Rojo, que honró a Bolivia al fijar su residencia en Cochabamba.
Lo que Reymi no aclara es que muchos de esos intelectuales exiliados eran republicanos liberales, católicos demócratas (como el Gral. Rojo) y anarquistas no siempre dignos, todos perseguidos y amenazados de muerte por los milicianos del Frente Popular (las famosas ‘checas’), durante la II República. Citaré a tres firmantes del manifiesto Al servicio de la República (1931): José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala, exiliados al iniciarse la Guerra Civil, en 1936. Cierto es que Marañón volvió a la España franquista en 1942; Ortega, en 1945; y Pérez de Ayala, en 1949, pero el ‘exilio interior’ fue más duro que el otro exilio. Durante su permanencia en Argentina, el Dr. Marañón y Pérez de Ayala visitaron Bolivia, en 1939. Ortega no se atrevió a pisar Bolivia por miedo a la altura… (Continuará) // Madrid, 

miércoles, 9 de julio de 2014

El Dia nos recuerda y distingue entre "Debate entre políticos y Debate Público. los mandamases no quieren debatir, se aferran al poder y cuanto menor estorbo más fácil para eternizarse en el árbol.

La última vez que la denominada “clase política” accedió al debate fue en el 2002, cuando ya se anticipaba la decadencia de la dirigencia tradicional y el ascenso del candidato Evo Morales, que, en aquellos tiempos acudía a todos lados a debatir, incluso con deslucidos personajes, con tal de ganar popularidad.

El debate se produjo porque los políticos no sabían hacia dónde conducir el país y sobre todo porque no tenían con qué, pues todavía no se avizoraba la impresionante bonanza de precios y de ingresos, que más tarde alentó a los populistas a encaramarse en el poder, porque cuando hay plata de sobra, cualquiera puede gobernar y cualquier política resulta “exitosa”. 

Eran tiempos de intenso debate social sobre la base de tres puntos importantes: qué hacer con los hidrocarburos y los recursos provenientes de su explotación; cómo reconfigurar políticamente la nación ante el agotamiento del modelo centralista y presidencialista y el surgimiento de la propuesta autonómica y en tercer lugar, cómo transformar al Estado para darle un sentido de servicio a la población y rescatarlo de manos de grupos que secuestraron la democracia.

Un año más tarde se conoció el resultado de ese debate público y la gente votó porque el gas se industrialice y sea recuperado a favor de los bolivianos; para que la autonomía reemplace al centralismo secante y retrógrado y para que la política deje de ser el botín de los caudillos de turno, prebendalistas, derrochadores y corruptos.

Ninguno de esos compromisos se ha cumplido, pues ni una molécula de gas se vende con valor agregado y la energía fluye sin falta hacia los mercados externos, mientras que los bolivianos deben esperar los sobrantes que retacea YPFB; la autonomía es un completo engaño y el régimen incentiva el centralismo, mientras que los políticos se concentran en la reproducción del poder con intenciones de eternizarse en sus cargos y para ello ejecutan una estrategia insana de derroche y clientelismo nunca antes visto en Bolivia.

La dirigencia nacional nunca ha sido proclive al debate y por eso el país ha cambiado muy poco desde que fue colonia. Los mandamases no tienen para qué debatir en un contexto en el que reina el monopolio de los recursos y el poder; en un país monoproductor y con una concentración de las decisiones que impide el funcionamiento real de la democracia.

Y menos se puede dar la opción del debate ahora, cuando las autoridades tienen los bolsillos llenos y cuando el poder les sobra para tomar las decisiones sin consultar a nadie, haciendo alarde de la clásica soberbia del político criollo, siempre predispuesto a refundar, a inventar hasta lo más elemental y destruir todo lo que hizo el anterior.

Pero no porque los políticos no debatan entre ellos, quiere decir que la sociedad no esté hablando y comunicándose, a pesar de que ya son pocos los medios tradicionales al servicio de la gente para el debate público. La gente racional está discutiendo en las redes sociales, ya no aguanta la corrupción y la impunidad; está hastiada del narcotráfico y sus poderosos cómplices y está desilusionada por la falsedad del discurso ecologista e indigenista que tanto enarbolan los gobernantes. Todos hablan de eso, como lo hicieron en octubre del 2011 con la fallida elección de magistrados en la que el veredicto popular de rechazo fue contundente.
La dirigencia nacional nunca ha sido proclive al debate y por eso el país ha cambiado muy poco desde que fue colonia. Los mandamases no tienen para qué debatir en un contexto en el que reina el monopolio de los recursos y el poder; en un país monoproductor y con una concentración de las decisiones que impide el funcionamiento real de la democracia.

lunes, 7 de julio de 2014

chutos para todos, exclama Humberto. contrabando para todos y demuestra caso por caso, los rubros de un Régimen rebasado por la delincuencia, el contrabando, la droga, el robo tolerados por un Estado incapaz de hacer cumplir la Ley.

Chutos para todos Humberto Vacaflor Ganam La Aduana Nacional admitió que no puede evitar que unos 12.000 vehículos sin placa sigan circulando en el país, burlando todas las leyes pero beneficiándose de todas las rebajas y subvenciones. Lo dijo la señora Marlene Ardaya, directora de la Aduana, pocas horas después de que la Policía Nacional admitiera que fracasó en el intento de decomisar unos 4.000 vehículos “chutos” en el Chapare. 

Un propietario de vehículo ilegal en el territorio del presidente Evo Morales dijo que no iba a permitir que se lo lleve la policía, “porque la policía sabe muy bien por dónde entran estos vehículos al país”. Traducido: que si la policía no tiene posibilidades de evitar que los vehículos ilegales ingresen a territorio nacional en la frontera con Chile, que calle la boca y acepte su derrota. Un mensaje similar envían al gobiernos los vendedores de ropa usada en las ciudades o en las fronteras con terceros países: si han dejado entrar la mercadería desde Chile, no intenten frenarla dentro del territorio nacional. Esto se está poniendo muy interesante.

Si las autoridades no se ocupan de frenar la producción de coca en los lugares donde se la cultiva, ¿cómo quieren tratar de controlar la salida de los excedentes en la frontera con Argentina, o de los derivados o semielaborados, como la pasta base? Más o menos, la propuesta es que se acabe la hipocresía. Que si vamos a ser un Estado, en el sentido amplio de la palabra, que lo seamos, pero que no nos quedemos en fingir que lo somos. 

Si vamos a prohibir la exportación de carne de res porque su precio sube, tendríamos que hacer lo mismo cuando el precio de la quinua boliviana se pone más alto que en Nueva York. Si las autoridades no son capaces de controlar a los ladrones de mineral en Huanuni, o donde sea, que nadie venga a decir que hay déficit en las empresas, o que tienen que cerrar. En suma, que los propietarios de los chutos le están diciendo al gobierno que se deje de majaderías y que si quiere, de veras, manejar un Estado como la gente, que comience por corregir todas las aberraciones. Chutos para todos o para nadie. Vacaflor.obolog.com