© Wilson García Mérida | Redacción Sol de Pando en Brasilia
El pasado 10 de abril, la agencia cubana de noticias Prensa Latina (PL)
cerraba su despacho sobre la posición expresada por el Embajador de Bolivia ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), repudiando el
bombardeo norteamericano contra Siria acaecido el 6 de abril, con el siguiente párrafo:
“
De acuerdo con Llorenti, Bolivia es un país pequeño, sin Ejército, pero sí con principios para defender la carta de Naciones Unidas, el derecho internacional y la paz mundial”.
El despacho de PL citaba unas declaraciones que el embajador Sacha Llorenti había efectuado al programa “El Pueblo en Línea” del canal estatal Bolivia TV; pero esa parte referida a que Bolivia es un país “sin Ejército” no corresponde a lo declarado por Llorenti a la televisión boliviana, al menos así lo comprobó
Sol de Pando.
Es probable que la agencia cubana haya extractado tal afirmación atribuída a Llorenti de un despacho difundido dos días antes, el 8 de abril, en la edición española de la agencia Russia Today (RT) que informó sobre la posición boliviana en la ONU con este titular en su portal, poniendo de relieve lo supuestamente afirmado por Sacha Llorenti:
En el
lead de aquella insólita noticia, el portal del Kremlin refiere que el Embajador de Bolivia defenderá “
los principios de la Carta de Naciones Unidas hasta el último aliento”, no obstante que los bolivianos según palabras textuales atribuídas a Llorenti,
“no tenemos un Ejército”.
Russia Today precisó que dichas afirmaciones de Sacha Llorenti fueron realizadas “
en una rueda de prensa tras la sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad que el país sudamericano convocó este viernes tras conocerse el bombardeo estadounidense contra una base aérea en Siria”.
Sol de Pando no ha logrado obtener dichas declaraciones oficiales de Llorenti en esa presunta rueda de prensa en Nueva York (sede de la ONU), aludida por RT, posterior a su discurso en la sesión del Consejo de Seguridad de dicho organismo. La única fuente directa y disponible de esa información acerca la inexistencia de un Ejército en Bolivia, sostenida por un Embajador boliviano, es el portal Russia Today.
El discurso del embajador Llorenti ante la ONU fue calificado unánimemente por la izquierda internacional como una excelente pieza oratoria. Pacifista y humanitario, Sacha Llorenti pronunció un alegato que desnudó la arbitrariedad unilateral e ilegal del gobierno de Donald Trump al ordenar el bombardeo de una base aérea en Siria en represalia por una masacre cometida en ese país con armas químicas. El Embajador de Evo Morales hizo notar que el presidente Trump precipitó el bombardeo norteamericano sin contar con la autorización del Congreso de su país, como mandan las propias leyes de EE.UU., ni en consulta previa al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tal cual dispone la Carta de la ONU en materia antiterrorista como un asunto multilateral. Llorenti denunció también que el bombardeo norteamericano del 7 de abril se produjo cuando la ONU se hallaba en vísperas de emitir una Resolución disponiendo una meticulosa investigación sobre la
masacre con bombas de gas contra inocentes habitantes de Iblid el 4 de abril, atribuída por la CIA —sin ninguna prueba fehaciente— al Gobierno sirio que preside el líder pro-ruso Bashar al-Ásad.
Sin embargo, echando por tierra su exitosa intervención que estuvo a la altura de un país que preside el Consejo de Seguridad, poco después de aquel respetable discurso en la ONU Sacha Llorenti proclamó —según Russia Today y Prensa Latina— que Bolivia no tiene Ejército. Y ante esa falacia incomprensible de desconocer la existencia de las Fuerzas Armadas bolivianas, nada menos que en la sede de la ONU, el Gobierno boliviano mantuvo un sepulcral silencio.
El análisis de Huascar Sandóval
Según comenta el analista Huáscar Sandóval Bauer —experto en temas militares a la sazón—, “
así como le hicieron decir que nuestro país no tiene Ejército, no sabemos con qué propósitos, tengo fundadas sospechas que ese brillante discurso anti-imperialista de Sacha Llorenti en la ONU (de cuyo antecedente como principal represor contra los indígenas de Chaparina siempre nos acordaremos cuando fue Ministro de Gobierno), no fue concebido por él, sino, a mi parecer, fue redactado por los jerarcas rusos y cubanos que influyen sobre la política, la diplomacia y la propaganda en el gobierno de Evo Morales. Me parece que este señor es un dócil subalterno del Kremlin. No entiendo cuál es la razón por la que el neo-estalinismo promovió semejante mentira de que Bolivia no tiene Ejército, los bolivianos tenemos derecho a exigir una aclaración”.
La coherencia del discurso de nuestro Embajador en la ONU, “
se contradice flagrantemente con esa absurda declaración, tan falaz, de que Bolivia es un país sin Ejército”, dijo Sandoval a
Sol de Pando. “
Una cosa es que la Constitución estipule que el Estado Plurinacional es pacifista; pero ello no implica negar la existencia de nuestras Fuerzas Armadas”
Silencio total en Bolivia
Para Huáscar Sandóval, “
llama poderosamente la atención que en el país nadie reclamó con la energía debida por aquella afirmación de que, según Sacha Llorenti, Bolivia no tiene un Ejército. Y es más llamativo que las propias Fuerzas Armadas mantengan un sepulcral silencio ante semejante ninguneo internacional que es una afrenta contra la institución fundadora de la República”.
El analista lamenta también que la prensa boliviana no sólo haya recibido pasivamente las declaraciones de Sacha Llorenti desconociendo ante el mundo la existencia del Ejército boliviano, sino incluso
algunos medios escritos del país reprodujeron textualmente y sin ningún tapujo esas declaraciones propaladas por Russia Today. “
Ningún medio de prensa en el país emitió ni siquiera un subeditorial exigiendo una explicación o aclaración oficial sobre semejante negación a las Fuerzas Armadas de Bolivia”, remarca Sandóval.
En palabras del analista, “
es una vergüenza el grado de obsecuencia y sumisión al que han llegado los generales del Alto Mando Militar; ninguno dijo nada para defender a su institución, o por lo menos para hacer notar que existen. Del ministro de Defensa, ni hablar, ya todos sabemos para qué sirve”.
Bolivia sí tiene un Ejército y es glorioso
Huáscar Sandóval Bauer es hijo de un General del Ejército boliviano y tiene un conocimiento detallado sobre la historia de las Fuerzas Armadas del país.
“
El Ejército nacional nació incluso antes que la República, y la fundó desde las republiquetas luchando junto a los libertadores Simón Bolívar y Antonio José de Sucre”, recuerda. “
Nació en los campos de Aroma, cuando Esteban Arze, el caudillo de los valles, al mando de sus aguerridos cochabambinos propinó una importante derrota a las huestes colonialistas españolas. El Ejército de Bolivia nació con los heroicos guerrilleros de la independencia, con Lira, Chinchilla, Lanza, Padilla, Méndez… y muchos otros héroes anónimos que ofrendaron sus vidas para que tengamos Patria”.
Luego agrega: “
Como hijo de militar, estoy indignado porque se quiere hacer creer al mundo que Bolivia no tiene Fuerzas Armadas. Pasé mi niñez y adolescencia en los cuarteles o muy cerca de ellos. Acompañé a mi padre por todos sus destinos, desde Achacachi a Puerto Suarez, de Guaqui a Yacuiba, en tiempos en que era toda una aventura trasladarse con la familia, y todos los bártulos que componen un hogar, de un punto a otro de la hermosa pero difícil geografía nacional”.
El Ejército de Bolivia “
no es solo el que desfila en las paradas militares, ni en cuanto acto se realice para halagar al jefazo”. —dice Sandóval Bauer— “
También está presente en los más recónditos y olvidados parajes de nuestro país. Crevaux, Dorbigni, Ibibobo, ColchaK, Huachacalla, son sólo algunos nombres que la mayoría de la gente desconoce. Cabe destacar la sacrificada labor que realizan muchos de sus miembros con escasos o casi nulos medios, más allá de la propaganda oficial”.
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