¡Racistas! La Razón 21.11.2011: "Quienes odian hoy al gobierno indígena, campesino, originario y popular del presidente Evo Morales son aquellos que perdieron privilegios por el apellido, el color de piel, por el idioma o de dinero", afirmó este viernes en Sucre el vicepresidente Álvaro García Linera…
¿Así que porque me llamo Meleán perdí algo y si me llamaba Morales ganaba algo? ¿Y si no soy indígena, campesino, originario o popular también no soy boliviano? ¿Cuándo aprenderán nuestros gobernantes a usar el castellano? Y si no lo pueden entonces que usen el lenguaje que dominen y si no dominan ningún0 que se queden callados, a decir tanta barbaridad.
¿Y cuál será el color de piel boliviano? ¿Cuál será el idioma boliviano, el que habla Morales o el que habla Linera, pero si ambos no saben usarlo, será un problema solamente lingüístico? ¿Y el dinero… qué tiene que ver el dinero en todo esto, cuando la nueva clase de los cocaleros gana más que uno que recibe lo mínimo, se referirán a eso con “perder privilegios”? ¿Y cómo llegaron ellos a los privilegios dictatoriales que tienen ahora, por medio de un trabajo arduo como un minero que no le alcanza ni para comprase un avioncito de papel? Linera me suena muy a originario y Morales peor, miré en los libros sabios y encontré a Ankalli Linera, traducido (el que se oculta rápido) y Cha´llqu Morales (el tira piedras), claro por eso estos dos han de tener la silla presidencial perpetua, como castigo para su pueblo.
Al hablar así están sembrando odio, porque quieren cosechar violencia, porque cuando los argumentos políticos o humanos se acaban la violencia puede servir para seguir gobernando, porque la mayoría se asustay se oculta al ver violencia y claro si la mayoría se oculta, una minoría puede gobernar hasta que la mayoría se acuerde que ella puede usar la violencia también y así se da lo que se dio en Libia, Ruanda… y Dios nos libre que lleguemos a tratarnos como enemigos, porque ahora solamente nos vemos como tal.
Polarizar diciendo pajas es normal, porque la mayoría entiende el contenido de esas oraciones estilo chisme. Porque la mayoría las usa, porque la mayoría fue de esa forma “educada”, a asaltar por medio de oraciones no fundadas, oraciones que pueden ser ciertas pero en la mayoría de los casos no lo son, por oraciones que ya tienen una meta, la meta de tocar al lado subjetivo de cada persona. Acá no se trata de un problema físico o matemático, porque en esos casos sin usar el lenguaje se puede demostrar si lo propuesto es correcto o no, acá se trata de encender el fuego con la llama del lenguaje, pero por suerte nuestros políticos no escucharon lo que es la retórica, no saben lo que es la lógica, no leyeron a los sofistas griegos, o a los filósofos griegos, porque si dominaran el lenguaje ya nos hubieran confrontado mil veces y ellos jamás hubieran sido los culpables, porque hasta la culpa la estaríamos cargando nosotros….
Por eso la ignorancia tiene sus lados buenos también, claro que es una lástima que ella nos gobierne, pero a este baile nos metimos todos los bolivianos, sabiendo cual era la canción a bailar, conociendo su texto, conociendo su melodía, y una canción no ha de ser más bonita o fea si abrimos o cerramos los oídos, una canción ha de ser de nuestro gusto cuando seamos todos los que la hagamos. ¿Pero cómo hacerla si ya de vernos estamos perdiendo privilegios y ni que hablar si nos olemos o tocamos…? Por ahí nos damos cuenta que todos, vengan de donde lo hagan, tienen cabellos, cabeza, cuello, brazos, manos, pies, y piernas y que todos respiramos, tomamos, comemos y vamos al baño y lo que sale allí no es de oro si me llamo Meleán y es mierda si me llamo Mamani…
Y ahí van los arquitectos de este mundo político, pisoteando el instrumento que deberían dominar, ¿por que qué sería de un astrónomo si sólo supiera usar una lupa e ignora lo que es un telescopio?
¿Entonces qué es un político que no sabe hablar? ¿Qué es un político, cuyas oraciones no tienen ningún sentido humano? ¿Qué es un político que necesita de un interlocutor o un traductor? Nada, simplemente naday aún así, ahí están y nos gobiernan de paso… ¡Qué joda!
*Hamburgo, Alemania
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