EVOCACIÓN DEL FASTO HISTORICO DE COCHABAMBA ESCRITO EN
1892.
FEDERICO
BLANCO (*) SOBRE LA HISTORIA DE COCHABAMBA.
“Historia Nacional. 14 de septiembre de 1810”.
(Ortografía
original y anotación al margen “Por Federico Blanco”, letra de Carlos Blanco Galindo).
Cuando arrebatado
de entusiasmo, al recordar los hechos heroicos de nuestros padres, durante la guerra de los 15 años, quise
reflejar aunque débilmente las glorias de este heroico pueblo, mi vista vagó por lugares hoi mudos i casi solitarios, i en
otro tiempo teatro de dramas íntimos, sangrientos, i espantosos. En aquella lucha titánica, encontré a la
mujer q´ conmovida con la idea de la
libertad, la sostiene, la prohíja i la santifica hasta con su propia sangre, i
transformada en héroe, empuja la rueda de
los acontecimientos cantando o llorando al embiar a sus hijos, a su
esposo, a sus hermanos, a lidiar contra
los tiranos.
Mi imaginación quedó fascinada con los días sombríos
pero arrebatadores en q´ descolló la presencia viva i animadora a la vez que
tierna i encantadora de las mujeres que concurrieron con su valor i entusiasmo a
preparar i hacer surjir la obra gigantesca con q´ el esforzado Calatayud, el ilustre Claustro de
doctores de la Universidad de Chuquisaca i las
hazañas inolvidables de Murillo i sus compañeros iniciaron la
independencia de la Patria.
Fue entonces q´ cruzó por mi mente la atrevida idea
de trazar algunas siluetas que reflejasen
p´ lo menos los actos heroicos de mujeres que con abnegación sin igual, se lanzaron a tomar parte en las primeras
cruzadas de la libertad o por lo menos llegaron a inspirar
la fuerza moral que hizo prodigios de valor i de abnegación en la guerra de la
independencia.
No narraré ahora los actos de sublime heroicidad que
hicieron decir a Martínez: “No puede
dejar de triunfar la nación en que las mujeres combaten por la causa de la
independencia i mueren al lado de sus hermanos i de su marido. Ha de triunfar
la nación en la que un oficial preguntaba cada noche en presencia del ejercito
¿Están las mujeres de Cochabamba? I otro
oficial responde ¡Gloria a Dios, han muerto todas por la Patria en el campo del
honor!”
¡Oh mujeres de la América, venditas seáis entre todas
las mujeres i venditos sean los frutos
de vuestras entrañas¡
No es menos sublime i conmovedor, el sacrificio de la
madre que consagrada toda su ser da al amor de su único hijo, lo lanza con
admirable entereza sabiendo el peligro cierto, para alcanzar la libertad.
D José Gonzales Prada, gobernador de Cochabamba, i su
suegro D Gerónimo de Marrón i Lombera, comandante de armas, autoridades
desconfiadas i suspicases como todos los tiranos, se hallaban mui alarmados con
los sucesos del 25 de mayo en
Chuquisaca, i del 16 de julio del año
siguiente en la Paz.
Por las sospechas que abrigaban contra D Francisco
Rivero, D Esteban Arze, D Melchor Guzman Quiton, los mandaron a Oruro bajo el pretexto de que allí recibirían
colocaciones honrosas.
Este mismo plan llegó a descubrirlo D´ña Luisa Ascuí,
esposa de Sr. Gomez Ortega, empleado del rey en la oficina del estanco de
tabaco, i lo puso inmediatamente en conocimiento de Rivero.
Este poniendose de acuerdo con sus compañeros Arze i
Guzman Quiton fugaron de Oruro, en la noche escalando los muros del
cuartel donde se hallaban.
Aquella heroica mujer que conocía la adhesión de su
marido a la causa del rey, con ardor asombroso, con desinteres nobilísimo se
lanza a un camino lleno de dificultades. Comprende q´ se espone a sacrificar
aun la felicidad domestica, i ninguna consideración la detiene. Con firmeza
incontrastable salva a los héroes q´ en Cbba dieron el grito de la
independencia, cuyo eco resonó en toda la América española.
Los fugitivos de Oruro se dirijen a la casa de D´ña Luisa
Ascuí, i allí en la casa de esta heroica
mujer ofrecen el juramento de dar independencia a la patria. ¡Nada tan
conmovedor, tan digno i santo como ese
acto solemne!
Bello e indescriptible es aquel cuadro en que una
mujer llena de gracia y de juventud revelando en sus grandes ojos negros,
enérjicos i puros, la imagen de la firmeza de su alma, recibe en nombre del
Dios de los ejércitos, de los esclarecidos guerreros, el sagrado juramento de dar
la libertad e independencia a la Patria!
Existe aun una casa de pobre y sombria apariencia frente al Camal. Sus
muros nada dicen a los moradores de Cbba; sin embargo, en vista aún después de 82
años, cuántos pensamientos están en el alma. En sus paredes cuadradas se creía
columbrar mas de una vez este sólo escrito con caracteres invisibles - ¡Aquí se reunieron i de este lugar salieron
los patriotas que juraron dar
independencia a la América española!”
Al rasgar el alba del 14 de septiembre de
1810, de imperecedera memoria p´a los hijos de Cbba, despertaron estos a los
toques de arrebato en la elevada torre de la matriz, seguidos
inmediatamente p´r las campanas de las
demás iglesias que entonces eran todavía muchas.
En pocos instantes la multitud llenaba
toda la plasa, i sin embargo continuaba afluyendo p´r todas las calles en
inmensas corrientes, produciendo comparsas e impenetrables oleadas. Grupos de
bulliciosas mujeres discutían y se mesclaban repartiendo cuchillos con los q´se
armaban muchas q´ reclamaban el derecho de destruir la tiranía q´p´tan dilatado
tiempo había pesado sobre el país.
Los anchos y espaciosos balcones de cedro
primorosamente tallado de las casas situadas en las aceras de la plaza i de las
de las calles q´estaban inmediatas a ella, se encontraban llenas de señoras,
vestidas en su mayor parte de traje de
iglesia, pues los toques de a rebato las confundieron al ir a misa. En esa
época era aun de riguroso precepto oir misa el 14 de stbre i el tumulto q´ se
formó las atrajo a los balcones.
En el inagotable manantial de sentimientos
del corazón de la mujer, el religioso es el q´ mantiene latente a todos los
demás. Es p´ eso q´ cuando una idea noble, desinteresada llega a inflamar su
corazón, transformada p´ esa idea, sale del pie del altar, de la solitaria i
sombria iglesia, donde acaba de arrodillarse sumida en lagrimas i oraciones i
esparce la chispa mas ardiente del fanatismo, se convertían en una verdadera
hoguera. Esa sagrada chispa fue lanzada el inolvidable 14 de Sepbre., i
ella convirtió al pueblo en un volcán q´ amenazaba trastornarlo todo.
No intento hacer la crónica de los sucesos
de aq uel memorable día, ni de
los q´ le siguieron; mucho menos podría pintar los admirables cuadros q´ a cada
paso se presentaban, ni menos los tiernos episodios en q´ eran actoras las
heroicas cochabambinas, no. Apenas decir de ellas i comunicar que supieron conservar sin apagarse el sagrado
fuego de la libertad q´ ardía en sus almas generosas, p´ q´ se cumpliese el
vaticinio del esforzado Murillo q´ al subir al cadalso dijo a sus verdugos – No
estinguireis la llama q´ dejo encendida”.
En aquellos inolvidables i grandes
sucesos, nadie fue meramente espectador; todos fueron actores – hombres,
mujeres, ancianos, niños, todos tomaron parte animandose i sosteniéndose mutuamente.
En esos sucesos el corazón tenía mucha
parte, i todos se hallaban embargados p´ el poder inmenso de los afectos. Por
eso no se derramó ni una gota de sangre.
Nadie podrá dejar de recordar q´ las acciones mas
nobles, mas desinteresadas, mas heroicas q´ hemos hecho, las q´ hacen renovar
nuestra alma en dulce y tranquila satisfacción, haciendo que levantemos bien
alta la frente, son hijas de las sublimes inspiraciones de la madre tierna i santa q´ supo encarnar su alma en la
nuestra o de la dulce i encantadora sonrisa con que el casto y puro amor de la
mujer q´ nos anima i nos lanza a
ejecutar los actos mas heroicos o nos hace cubrir con la radiante luz que
ilumina nuestra inteligencia.
Este ascendiente de la fuerza moral de la mujer q´
domina la violencia de muchos energúmenos
impetuosos; es la libre sumisión de nuestra alma ante el ser q´ nos inspira con
su ternura o sus encantos, actos por los que la vendecimos en nuestros momentos
solitarios de dulce melancolía, han sido
en todo tiempo los mas poderosos argumentos q´desarman al hombre de sus arranques de odio o de venganza, han
formado los hábitos i las costumbres de los pueblos, educándolas para la vida independiente.
La liberacion q´ D´ña Luisa Ascuí proporcionó a
Rivero, Arze y Guzmán Quiton, el juramento que les arrancó de sacudir el yugo
español que oprimía al país, así como las inspiraciones de las mujeres heroicas que lanzaron a sus hijos, esposos i hermanos a
la lucha el memorable suceso del 14 de septiembre.
Nos seré yo quien encaresca la importancia de este
suceso, no. La antigua ciudad de los
Incas dijo ya, en un manifiesto lleno de entusiasmo: “Se libera Cbba de sus
mandatarios españoles el 14 de septiembre de 1810”
La noticia de este primer paro de los cochabambinos
alienta a los argentinos q´ ya retrocedían los de Suipacha; pone en precipitada
fuga i su mercenaria tropa i abre la puerta p´ q´ penetren hasta el Perú los
orgullosos autores de la libertad.
“Este primer resultado es debido mas bien a la opinión
de Cbba, i a la influencia efectiva en la victoria de Suipacha”
El ilustrado
redactor de la Gaceta de Buenos Aires decía previendo la trascendental influencia
q´ la revolución de Cbba ejercía en la marcha de las acciones,
decía- ¡Ahora podemos decir francamente: “El Alto Perú será libre p´ q´
Cbba quiere q´ lo sea, i los bravos cochabambinos cuyos fuertes brazos no supieron
otro ejercicio que el cultivo de las tierras, i el constante trabajo de sus
útiles labores, se emplearan en deshacer a los tiranos”.
Buenos patriotas
i sea uno de los principales motores de su alegria ver a la grande
ciudad de Cbba compitiendo en gloria y heroísmo con la misma capital i fundando la igualdad que debe haber entre
todos los pueblos…
Los ilustres hijos de Cbba siempre fuimos en la
energía que hasta ahora han duplicado; serán un seguro apoyo de la libertad de
todos los pueblos.- Cochabamba, pueblo esclarecido, la Patria os congratula por
vuestra tan merecida como inspirada libertad.
En el hermoso mapa de la América libre se esparció su
lugar i distinguido, i al acercarse el viajero a vuestro recinto poseido de
admiración i respeto dirá - este es el pueblo del heroísmo i de la virtud p´ q´
es habitado p´ individuos industriosos en labranzas, valientes en la guerra,
constantes en la adversidad, i en todas
circunstancias idolatras de la libertad.
Cbba Sbre 13 de 1892
(Fdo) F. B. (Federico Blanco) (*)
COMENTARIO GASTÓN CORNEJO BASCOPÉ
(*) Este importante escrito, elaborado hace 124 años,
pergeñado a los 67 años del acontecimiento, lo he transcrito cuidadosamente del
original. Importa su rescate virtual porque su autor fue una personalidad
cochabambina notable. Don Federico Blanco Ferrufino (1827-1896). Él tenía 65
años cuando escribió el texto, y para ese entonces, era una edad sumamente
avanzada.
Profunda emoción depara el leer, traducir, escribir y
asumir con el afecto más sensible en la interioridad del espíritu este mensaje
de acendrado patriotismo, escrito a pulso, letra y pluma por el esclarecido
ciudadano Federico Blanco Ferrufino, hijo del Presidente constitucional de
Bolivia, el Héroe Libertador de la Patria, el General Pedro Blanco Heredia; hermano
de gran médico Cleómedes Blanco Ferrufino, familiar, tío en primer grado del
General Carlos Blanco Galindo, el otro insigne personaje de la historia
nacional.
Selecto contenido emerge del texto original, del antiguo papel
que respetuosamente se guarda cuidadosamente en el archivo familiar. Sobre
todo, cuánta delicadeza al tratar el tema femenino, ternura y respeto absoluto
hacia la mujer, siempre coronada de atributos espirituales sublimes; actitud natural
en los seres de educación privilegiada, en el hogar y en la escuela. Y esto, a
propósito de la vida heroica de las Heroínas de 1812 donde sufrieron destino histórico doña María Josefa De Eras y
Gandarillas y su sobrina huérfana Manuela Josepha de Eras y Gandarillas, hija
del fusilado Juan Joseph Eras y Gandarillas, así como lo fue doña Ana Ferrufino
hija del ejecutado Ignacio Ferrufino y viuda del presidente asesinado en La
Recoleta. Don Mariano Antezana, Esteban Arze, Francisco del Rivero, sus
familias y los demás protomártires guerrilleros que sufrieron lo indecible ante
el furor del cruel Goyeneche y las autoridades peninsulares de entonces.
Bendito sea el conocimiento de estos ancestros y
preclaros ciudadanos que nos antecedieron con sus mensajes de heroísmo y valores
cívicos; yo los asumo y rescato para admirarlos en la interioridad cívica como
epopeya de grandeza para las generaciones que nos continuarán en el tiempo de
Cochabamba, la Heroica.
¡Felicidades. Familia Blanco! ¡Felicidades Cochabamba!
Gastón
Cornejo Bascopé
Presidente
de la Sociedad de Geografía e Historia
Cochabamba,
14 de septiembre de 2016.
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