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martes, 29 de marzo de 2016

Claudio con su texto "este oficio sí me agrada, mandadirulirula..." tonadilla que cantamos de ninos en Potosí, nuestra ciudad natal y que termina..."y daremos la vuelta entera mandandiru...dirula" a propósito de los chatts de Gaby con Quintana en medio de piropos y frases porno de doble intención...(?)

El pobre chico venido de los amores anormales de un tipo ya maduro y una menor de edad, hijo del dicho presidente, ha pasado de un estado más o menos normal al de brucolaco, que en la tradición griega es un ser que vaga entre la vida y la muerte, amén de otras características, a cuál más dramática, incluyendo el vampirismo. No sabemos detalles, solo que a costa de él, muy seguro a su pesar, se han tejido historias de zombies, de muertos vivos, Made in Bolivia, donde la seducción de Evo Morales, junto a una enrevesada tramoya de millones, nos ha convertido en los hazmerreíres del siglo XXI.
Alrededor de las partes pudendas –y nefandas- del líder supremo, se agolparon en forma de falda, según retrataba un hábil caricaturista, una horda de alcahuetes con ánimo de fiscales, ministros, diputados, o, ya que se caracteriza el régimen plurinacional por su “respeto” a las mujeres: fiscalas, ministras, diputadas, mariscalas, generalas y etcéteras... también etcéteros, seamos justos. En el bodrio carnavalero no caben ya géneros porque de acuerdo a las malas lenguas existe en la Bolivia “socialista” un coito ininterrumpido y, llamémoslo, ambiguo, que haría envidiar a las suecas y a Calígula, tanto que -otra vez, se dice- los moteles se han transformado en aviones y las curules (porque es la silla curul, femenino) en culules, valga el neologismo en su acepción directa.
Pues utilitaria ha sido la aparición de la señorita Zapata y sus dotes de amante, quizá con lamento de víctima, para ocultar el robo en el Fondo Indígena por citar ejemplo. Aparte, a manera de confundir más y continuar echando humo, el aturdido García Linera profiere tales sandeces que ya ni sabemos si es burla, retraso, masturbación, abuso, estupro, violación, sentina, chiquero o qué. El drama ha alcanzado condiciones bíblicas. La Sodoma plurinacional, la Gomorra masista, evista, crece con hambre cernícala y envuelve al todo de la sociedad. Cuando pesa sobre la multitud un espectro maloliente y enfermo se pierde no solo la confianza, también la dignidad. El resultado de diez años de Evo Morales se reduce a un simple y burdo excremento de elefante.
Apenas parece agotarse el amañado y oscuro recurso filial (¡qué tremendo tener un padre así!) regresan a la cantaleta chilena, al Silala, ahora, y la Corte de La Haya. Se ha tildado de todo en las redes al individuo presidente, en muchos casos con un tono innombrable. Pero él sigue aferrado al trono, no quiere dejar por nada la mamadera del poder que le ha dado acceso al erario colectivo y a asuntos carnales. Es porque manda, no manda porque es, y de ahí nuestro drama: condenados al arbitrio del caudillo vanidoso de las mil y quinientas noches.
Se quiso distraer a la gente, que al fin se dio cuenta que nada de lo que se decía era cierto, y que ninguno de los cabecillas se asomaba a un esbozo de lo que juraban ser. La embarraron en parte a propósito y en parte porque poco se puede esperar del coeficiente intelectual de la oclocracia reinante. Interminable galería de payasos, y payasas, con o sin sombrero, opinaron. Nunca se vio mayor malgasto de palabras.
Creo que alguna vez Evo Morales invitó a Bolivia al cineasta James Cameron, que no vino. Cameron debiera venir, tendría inmejorable material con esto del niño que nace, crece y muere, que muere, crece y nace, que no nace pero muere, que crece sin nacer y muere sin crecer. No es trabalenguas sino vudú del presidente utilizando carne y sangre propias. Charada sin resolución, orbe del matemático vicepresidente que afirma, con dedos y gestos que observa con cuidado en el espejo, que dos y dos son tres. Este oficio sí me agrada, mandandirundirundán.

viernes, 11 de marzo de 2016

Pedro Shimose había escrito hace 12 anos una frases proféticas sobre Evo Morales...nos lo recuerda hoy cuando todavía estamos sorprendidos por la conducta muchas veces inexplicable del "originario presidente"...vemos:

Hace 12 años y pico, EL DEBER publicó Evo, el protestante, comentario que escribí ante el furibundo rechazo del diputado y líder cocalero Evo Morales a una reunión de concordia nacional, convocada por el cardenal Julio Terrazas (+) y la Conferencia Episcopal de Bolivia. Hoy transcribo fragmentos del citado artículo:

“¿A quién se le ocurrió pensar que Evo es católico? Tarde nos dimos cuenta de que Evo es protestante. (…) El protestantismo de Evo no tiene nada que ver con Martín Lutero; nace de sus lecturas de la coca [//] Un buen día, Evo decidió practicar el libre examen de la Constitución Política del Estado, mediante bloqueos de caminos, manifestaciones callejeras y toma de ciudades. Así se fundó el MAS boliviano, que no es copia del MAS venezolano fundado en los años 70 por Teodoro Petkoff y otros disidentes del Partido Comunista Venezolano. [//] El MAS de Evo es un movimiento hacia el socialismo cuando el socialismo real ha caído con el Muro de Berlín y la Unión Soviética ya no existe (lo de China Popular no es socialismo, sino un modelo muy chino, mezcla de nacionalismo, militarismo, confucionismo y capitalismo de Estado)”.

“Evo es calvinista. (…) Como su maestro ginebrino, Evo sueña con imponerse por la fuerza y la amenaza, estigmatizando a políticos corruptos, ministros ladrones, jueces prevaricadores, aduaneros pícaros y empresarios voraces de la economía globalizada. Su sueño con olor a chamusquina se ha visto interrumpido por sus meditaciones en torno a la doctrina calvinista de la predestinación. Evo se cree predestinado a ser el Gran Refundador de Bolivia”. [//] Los votos que obtuvo el MAS en las elecciones de 2002 no fueron a favor de Evo, sino en contra de unas medidas económicas neoliberales impuestas por receta y como paliativo a la hiperinflación de los 80 y a la corrupción desatada e incontrolable en tiempo de dictaduras militares”.

“Ya quisiera ver a Evo de presidente de la República. Lo imagino en Palacio Quemado, rodeado de corruptos, hipócritas, adulones y sinvergüenzas; acosado por manifestaciones callejeras y bloqueos de caminos, y enfrentado a nuevos Evos que, siguiendo su mal ejemplo, le exigirán ‘pegas’, prebendas y privilegios (…) O quizá me equivoque y lo que Evo quiere es otra cosa” [EL DEBER, 19.09.2003].

Ahora, casi 13 años después, sabemos que Evo quería “otra cosa”. Madrid, 11.03.2016.