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jueves, 26 de junio de 2014

el problema es viejo, es actual y seguirá siendo problema en el futuro próximo. demasiados niños abandonados en las calles, proclives a la delincuencia, vecinos de toda clase de peligros, víctimas del perverso sistema excluyente. El Deber. SC

E l eufemismo burocrático los identifica como niños “en situación de calle”. Son menores que literalmente viven en la calle, abandonados, explotados, abusados y víctimas de la violencia callejera. Hay niños empujados por sus padres a trabajar en las calles, pidiendo limosna con juegos interminables en las esquinas de las avenidas de nuestras ciudades, pero que después regresan a sus hogares, en general, humildes, determinados por la pobreza. Y están los menores que no tienen otra casa más que el cemento, los puentes y los canales que cruzan las urbes bolivianas. Allí se ganan la vida con monedas que llegan con cuentagotas.
Son las víctimas de un sistema perverso que se sustenta en la exclusión social con graves consecuencias para uno de los sectores más vulnerables y frágiles de la sociedad. No pocos son hijos de migrantes o de trabajadores en situación de extrema pobreza.
Un revelador informe publicado por EL DEBER muestra que, además, son niños asfixiados por las drogas y la violencia. La Gobernación de Santa Cruz registró a 500 niños y adolescentes disgregados en 18 zonas de la ciudad que enfrentan esta gravísima situación.
La realidad es que las autoridades nacionales, departamentales y locales hacen poco para atender a este grupo social de alto riesgo. Las iniciativas son tímidas e insuficientes. En el fondo del problema está la desigualdad social que enfrenta Bolivia como sociedad. Si bien los índices de pobreza se han reducido lentamente en la última década gracias a las políticas sociales, lo cierto es que la mayoría de los bolivianos enfrenta el problema de la pobreza y la informalidad, que lleva a la falta de trabajo y la marginación.
Cómo tratamos a los niños en Bolivia es un reflejo de cómo somos como sociedad. Por eso, cualquier extranjero no deja de sorprenderse cuando en las calles se ve niños directamente abandonados a su suerte, enfrentando situaciones de extrema peligrosidad, situación que no pasa en otras latitudes. La prioridad deben ser los niños, porque ellos son el futuro de un país. Vivienda, alimentación, educación, salud y contención familiar son los bienes más preciados que tienen que recibir todos los niños de un país.
Si hay niños abandonados es porque hay una sociedad que los abandona, unos padres que los dejan en el camino y unas autoridades que no impulsan políticas sostenibles concretas para que esto no ocurra
Consejo Editorial: Pedro F. Rivero Jordán, Juan Carlos Rivero Jordán, Tuffí Aré Vázquez, Lupe Cajías, Agustín Saavedra Weise y Percy Áñez Rivero

jueves, 19 de junio de 2014

Loos Tiempos ejercita un repaso a la historia del Rey de España y lanza un pronóstico para el futuro inmediato con Felipe VI convertido en el nuevo monarca que asume varios desafíos. sacar a España de la profunda crisis en que todavía se encuentra.

España tiene un nuevo rey, Felipe VI, quien asume esas funciones en medio de la crisis más profunda que atraviesa esa nación desde que, de la mano del rey Juan Carlos y una élite política forjada en la resistencia, transitó del franquismo al sistema democrático, creando una sui generis estructura política administrativa.
Se trata de una nación democrática con un rey que reina pero no gobierna; un sistema de partidos en el que dos han dominado el escenario político sin excluir, empero, a otras denominaciones nacionales y regionales; un sistema de descentralización profundo (del que Bolivia ha adaptado muchos conceptos) y con su incorporación plena a la Europa moderna.
Hasta el inicio de la crisis mundial, España fue ejemplo de continuidad de políticas estatales de desarrollo, con una economía altamente abierta y un sistema político muy dependiente de aquél, pero con una performance que mostraba diferencias a la hora de su aplicación. Con la crisis, el sistema político se ha visto muy afectado porque ha mostrado su seguidismo a políticas inflexibles que han afectado el empleo y liquidado parcialmente el denominado estado de bienestar.
En ese proceso la monarquía española ha sufrido un severo desgaste que ha llegado a niveles extremos al punto que se ha dado curso a la abdicación de Juan Carlos, con la esperanza de que la entronización de Felipe VI frene la caída de imagen y confianza en la monarquía y la familia real, para luego recuperar los elevados grados de legitimidad que tuvieron durante el reinado del primero.
Hay que tomar en cuenta que una base fundamental de esa legitimidad que ha perdurado en el tiempo es la adhesión del rey a los principios democráticos, la capacidad de la corona de respaldar la unidad de España y su gran capacidad de relacionamiento con el mundo. De ahí que muchos especialistas sostienen  que si bien el debate sobre si se mantiene el sistema monárquico democrático o su cambio por un republicano estará vigente en el debate público, garantizar la unidad de España sólo será posible, en el mediano plazo,  con la vigencia de la monarquía.
En relación a América, el cambio real no supondrá mayores cambios. De una u otra manera, por una serie de coincidencias (no siempre felices, por lo demás) España ha logrado convertirse en  la puerta de entrada a Europa de la región, y en ese proceso, el rey Juan Carlos ha jugado un papel muy importante y dado que el rey Felipe VI ha sido pieza fundamental de esa política, probablemente incluso habrá más posibilidades de interrelación
En resumen, hay coincidencia en que España comienza una nueva etapa en la que si bien el sistema político institucional aún tiene la suficiente fuerza para mantenerse por un buen tiempo, el debate sobre su reforma, incluyendo la abolición o no de la monarquía, ocupará buena parte de la agenda española y –lo que es una verdad de Perogrullo– buena parte del desenlace que se dé al debate dependerá de cómo el nuevo rey asume sus funciones dentro y fuera de España.

domingo, 15 de junio de 2014

si Cristina pudo plantear el tema de Las Malvinas en la Cumbre, su alegato contra Gran Bretaña, porqué Bolivia no pudo abrir la boca en el tema del MAR contra Chile? Cristina no consiguió sino un respaldo muy general, ninguna resolución taxativa. volvió con el cuento de "los fondos buitres"que se tragan los capitales...

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, agradeció hoy la solidaridad del Grupo de los 77 (G77) y China en el conflicto que su país mantiene con el Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas.
Durante su intervención en el plenario de la Cumbre del G77 y China, que se celebra desde ayer en la ciudad boliviana de Santa Cruz (este), la mandataria agradeció la solidaridad del bloque "en este tema" y consideró "una vergüenza" que en el siglo XXI sigan existiendo "enclaves colonialistas".

Fernández hizo estas declaraciones al denunciar las prácticas dañinas del sistema financiero, las cuales, sostuvo, "no necesitan siquiera la forma colonial típica de los siglos XIX y XX".
"Que por cierto, siguen existiendo enclaves (colonialistas)", denunció la mandataria, quien detalló que la mayoría de los enclaves que persisten, casi una veintena, "pertenecen al Reino Unido", lo que consideró "una vergüenza".
Argentina reclama la soberanía de Malvinas, que está en manos del Reino Unido desde 1833, pero el Gobierno británico no acepta negociar y alega que la decisión corresponde a los malvinenses, los cuales en un referéndum, no reconocido internacionalmente, se pronunciaron en 2013 por seguir siendo británicos.
En abril de 1982 tropas argentinas desembarcaron en las islas, lo que desató una guerra con el Reino Unido que terminó con la rendición de Argentina en junio de ese mismo año.
En el conflicto murieron 255 británicos, tres isleños y 649 argentinos.
Argentina, según un comunicado de la Presidencia argentina, acudió a la Cumbre del G77 con la pretensión de lograr una declaración de respaldo sobre sus reivindicaciones territoriales por las Malvinas y otra sobre el litigio en Estados Unidos con los fondos de inversión especulativos, también denominados "fondos buitre".
El Gobierno argentino se mantiene "expectante" a la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos sobre la revisión de un fallo adverso para el país, que obliga al Estado argentino a pagar a los fondos litigantes 1.300 millones de dólares más intereses.
Los denominados "fondos buitres" adquirieron deuda argentina con altos tipos de interés y riesgo, con la esperanza de obtener importantes beneficios mientras Argentina atravesaba una severa crisis económica y social que llevó a declarar el cese de pagos a finales de 2001.
En los canjes de deuda de 2005 y 2010, Argentina logró una adhesión del 93 % de los inversores para reestructurar una deuda en mora inicial de 102.000 millones de dólares, con una quita del 65 %, fuertes ahorros en intereses y plazos de pago extendidos.

para empezar. las resoluciones de "la cumbre" no obligan a nada. son enunciativas. piezas literarias y para el programa político de ciertos países. de modo que "el kerkerío de Evo" servirá para las crónicas noticiosas y luego pasará al olvido, como sus anteriores intervenciones por falta de coherencia. en este blog recogemos lo sucedido en SC, porque pertenece "a la historia" es decir al pasado reciente.

Países en desarrollo reunidos en la cumbre del G77+China, que concluye este domingo en Santa Cruz (este), trazan una nueva hoja de ruta para un orden mundial más justo y reclaman que la ONU mantenga como prioridad mundial la meta de erradicar el hambre y la pobreza para 2030.
La declaración del mayor bloque de países dentro de las Naciones Unidas hace referencia a los nuevos compromisos contra la desigualdad en el mundo, el desarrollo con protección del medio ambiente y la soberanía de los recursos naturales, entre otros puntos, que fueron leídos y puestos a consideración de los miembros del grupo.

El documento hace un llamado a reformar ampliamente el Consejo de Seguridad, y reclama que la lucha contra la pobreza debe seguir siendo el objetivo central de la agenda para el desarrollo después de 2015, cuando deben alcanzarse los Objetivos del Milenio fijados por la ONU.
El G77+China pide que se fije como meta que la pobreza sea erradicada hacia el año 2030.
"Estamos trabajando para formular una agenda universal de desarrollo sostenible para después de 2015 y el vigor y liderazgo del Grupo de los 77 y China resultan esenciales", dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, durante el cónclave.
La cita internacional celebra los 50 años del nacimiento de este bloque de 133 naciones en desarrollo, que se inició en 1964 con 77 países que buscaban un mayor equilibrio Norte-Sur.
Además de las naciones latinoamericanas, buena parte de los miembros del G77 son países africanos que viven el drama del hambre y la extrema pobreza.
"Tenemos que dejar de lado las diferencias, buscar la unidad y la cooperación que son el único camino para desarrollarnos", dijo el vicepresidente de la Asamblea Popular de China (Legislativo), Chen Zhu, que representó al país ante la ausencia del presidente Xi Jinping.
China llega a esta cumbre en el marco de su política de expansión comercial y de acercamiento a América Latina, que ingresa en una "nueva etapa", según el gobierno de Pekín.
La potencia asiática apuesta fuerte por los países latinoamericanos desde 2005, y en los últimos ocho años destinó un total de más de 100.000 millones de dólares en inversiones en la región, según registros de organismos regionales.
- Contra el Consejo de Seguridad 
El presidente de Bolivia, Evo Morales, en la presidencia pro témpore del G77 este año, propuso la futura eliminación del Consejo de Seguridad de la ONU como una de las medidas para generar un "nuevo orden mundial" sin jerarquías de países.
"Tiene que desaparecer el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, porque en vez de asegurar la paz entre las naciones ha promovido la guerra y las invasiones de potencias imperiales para apoderarse de los recursos naturales de los países invadidos", señaló.
El presidente de Uruguay, José Mujica y la presidenta argentina, Cristina Kichner, coincidieron en sus discursos ante el plenario en la necesidad de generar un sistema internacional con mayor igualdad.
"Un nuevo orden mundial para vivir mejor tiene que abordar un nuevo sistema para todos los países", dijo Kirchner y señaló que un sistema unilateral no es conveniente para la seguridad del mundo como lo demuestra el resurgimiento de la crisis en Irak.
Casi dos tercios de las naciones del mundo acuden a la reunión en la que participan unos 30 presidentes y jefes de gobierno y más de 100 delegaciones de países.
Bolivia, el país de mayor atraso y pobreza en Sudamérica, realiza por primera vez en su historia una cumbre internacional de gran magnitud.
"Somos más de 133 países hermanos, buscando formas accesibles para el buen vivir en la tierra, buscando un mismo futuro, un mismo destino", dijo el presidente peruano, Ollanta Humala, al llegar a Bolivia.
- Ausencias de Dilma y Bachelet 
A la convocatoria no asistieron la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, la mandataria chilena, Michelle Bachelet --cuyo gobierno actualmente mantiene tensas relaciones con Bolivia por el diferendo marítimo que La Paz llevó a La Haya--, ni Juan Manuel Santos, quien compite este domingo por su reelección en la segunda vuelta de los comicios presidenciales en Colombia.
Entre los mandatarios africanos que llegaron a Bolivia está el cuestionado presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, de 90 años y con más de tres décadas en el poder. Mugabe pidió en un breve discurso "que sean levantadas las sanciones contra Zimbabue" impuestas contra su régimen por denuncias de atentar contra las libertades y derechos humanos.
Antes de la cumbre, el gobierno boliviano organizó el sábado un multitudinario encuentro de movimientos sociales e indígenas en un estadio colmado con unas 30.000 personas.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y sus pares Evo Morales, Raúl Castro (Cuba) y Rafael Correa (Ecuador), entre otros representantes de gobiernos, participaron junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de ese encuentro masivo, que significó además un apoyo explícito al mandatario venezolano que afronta una grave crisis social y política y amplias protestas opositoras.

jueves, 12 de junio de 2014

Erika Broockmann nos muestra al MAS, como un "partido"que lo atrapa todo. su oportunismo y su instinto de supervivencia le hace "agarrarse de todo", nada limita su ambición, muy lejos del utópico "socialismo inicial" con que atrapó los votos el MAS es una mezcla del más rancio y recalcitrante aprovechamiento.

Considero necesario realizar un giro a la manera de comprender al MAS, al caudillismo y autoritarismo que lo caracteriza. De hecho, con su hábil manejo propagandístico, el MAS ha logrado que opositores y comunicadores emitan mensajes que no le hacen mella
En ciencia política, se denominan partidos “atrapa todo” a aquellos que sucumben en el pragmatismo diluyendo sus fronteras ideológicas a fin de lograr el objetivo de captura o de reproducción del poder. En este empeño, definen estrategias para seducir segmentos significativos de electores indecisos, volátiles en sus preferencias y despolitizados. En este sentido, no debiera extrañar ubicar al MAS en esta categoría al constatar su acercamiento a las élites cruceñas, empresariales y la disponibilidad manifiesta de recibir a los “neoliberales” en las filas del proceso de cambio.  Se trata de disonancias calificadas de imposturas que no parecen afectar significativamente a sus bases ni a la opinión pública en general.
El pragmatismo del MAS no es reciente. Con distinto ropaje discursivo durante los últimos años supo convencer de una idea de cambio que hoy se revela maleable y con significados tan diversos como el abanico  de sectores que lo apoyaron. Ello se refleja en el variopinto conjunto de actores que se suman al carro de masistas desencantados y arrepentidos. En la lista destacan aquellos convencidos en la promesa colectivista, indianista y descolonizadora del cambio, los pachamamistas  y medioambientalistas más o menos románticos o radicales, los marxistas ortodoxos, los nacionalizadores de viejo cuño, los demócratas de izquierda y aquellos que esperaban un cambio ético en la gestión política y el uso prebendal de los recursos.
Entre ellos se destacan aquellos ciudadanos de clases medias que incubaron gran desconfianza en la política, los políticos y de la democracia del satanizado “ciclo neoliberal” y cuya apatía se convierte en el más paradójico aliado del partido de gobierno.
En línea con este razonamiento, planteo la hipótesis contraria a la opinión de que el MAS se distancia de su base fundacional al adoptar posturas propias del capitalismo salvaje. Sostengo que es precisamente su base social campesina, cocalera y colonizadora –y recientemente de comerciantes informales y cooperativistas mineros– de su núcleo constitutivo la que tuvo y tiene muy poco apego a los valores del socialismo comunitario y ancestral con las que arropó su discurso inicial y su irreverencia antisistema. Los que abanderaban con entusiasmo religioso la descolonización era marginal frente a la mayoría sindical y  popular cuya visión desarrollista, mercantil y mayor peso electoral está fuera de duda.
Pareciera que la nostalgia por la utopía comunitaria y la visión romántica del vivir bien que cobró cuerpo en tiempos de vacas flacas neoliberales han sido desplazadas por la fascinación que despierta la tecnología moderna y toda la parafernalia que acompaña a la sociedad de consumo en tiempos de globalización. Con la bonanza como factor acelerador, esta mutación modernizante y desarrollista, afín con el capitalismo salvaje son asumidas genuinamente por Evo y sus seguidores. Van a la par de las aspiraciones más sentidas de una mayoría de la población que celebra irreflexivamente el festín del gasto y la prebenda, la parafernalia de eventos de belleza y otros espejitos colonizadores y del reino capitalista. En otras palabras, el MAS desnuda hoy la esencia de las aspiraciones corporativas, rentistas y desarrollistas que se anidan en su núcleo fundacional y en el corazón de importantes grupos de la sociedad boliviana.
Dicho esto, considero necesario realizar un giro a la manera de comprender al MAS, al caudillismo y autoritarismo que lo caracteriza. De hecho, con su hábil manejo propagandístico, el MAS ha logrado que opositores y comunicadores emitan mensajes que no le hacen mella. De ahí que han sido pocas las acciones que hayan logrado sumar una corriente sustantiva de simpatía a favor de una dividida y debilitada oposición que, en medio de sus miramientos y pequeñeces, de atrapa todo tiene poco o nada.Erika 

domingo, 8 de junio de 2014

Gonzalo Lema recorrió El Chaco en busca de Pitiantuta, la laguna origen de una guerra de tres años entre Bolivia y Paraguay. Gonzalo no pudo encontrar Pitiantuta, que había desaparecido y convertídose en una k'0cha (lugar de agua sucia y barro) y que curiosamente sirvió de pretexto para iniciar las acciones de guerra.

Jamás habría de imaginar el mayor Oscar Moscoso, aquella mañana de junio de 1932, que sus deportivos disparos a los patos que sobrevolaban la laguna Pitiantuta iban a dar inicio oficial a la Guerra del Chaco. En ese junio inaudito, que bien se pudo evitar varias veces y desde años anteriores, nuestro país se jugó la vida sin necesidad con el resultado de terror de miles de soldados muertos. No sólo eso: también la pérdida total del territorio que se pudo consolidar en las mesas perfumadas y coquetas de la diplomacia, y sin un solo tiro. Lo que sucedió fue una obra típica imputable al diablo y a cuanto conductor civil se tuvo hasta entonces.
La laguna Pitiantuta era un milagro cierto en pleno centro del Chaco Boreal considerado, hasta ese entonces, el desierto vegetal más grande del mundo y, con absoluta seguridad, el más bello. En un espacio de trescientos mil kilómetros encajonados entre los ríos de agua permanente, Pilcomayo y Paraguay, los matorrales sucios, espinosos y retorcidos, los bancos de arena caliente, los árboles plomos, barrigones e indigestados, se mostraban ante los ojos bolivianos y paraguayos como un territorio a conquistar por muy diferentes y vitales razones: los bolivianos para salir al Atlántico después de la pérdida del Pacífico, y los paraguayos para tener un hábitat mínimo y respirar así a pulmón lleno y con tranquilidad cada mañana al despertar. Para ese fin, ya en el siglo XVIII se dieron a la pavorosa tarea de construir fortines de palitos, de un río al otro, unidos por picadas logradas a fuerza de machetazo limpio. Esa tarea inútil duró décadas y provocó encontronazos de patrullas que la memoria prefiere olvidar. Nada de eso, sin embargo, era la guerra misma.
Buscando por cielo y tierra al capitán Víctor Ustáriz, el explorador principal de nuestro ejército, los mayores Jorge Jordán y Oscar Moscoso, piloto y observador de un simpático avión de la fuerza aérea, descubrieron la laguna que los paraguayos ya habían descubierto unos meses antes a través de su general ruso Juan Belaieff y los indígenas chacamocos. Fue la noticia detonante para toda la desgracia que luego nos llegó. A partir de ese dato, la toma de la laguna pasó a ser esencial para evitar la guerra y lograr que los países neutrales dividieran salomónicamente la región tomando en cuenta las posiciones ocupadas por ambos países. Al mismo tiempo, si la guerra se daba, la laguna era el agua esencial, tanto o más importante que las balas. El Gobierno boliviano ordenó que se apresurara el trámite.
Todo lo que se sabe indica con certeza que el mayor Oscar Moscoso, tío de Alvarito, realizó cuanto esfuerzo le era posible para no ejecutar esa orden insólita que rezaba la toma de la laguna pero sin matar a nadie. El mayor, persuadido de que los paraguayos sabrían defender esa posición, se hizo esperar mientras razonaba sesudo en el fortín Muñoz, o se enfermaba de la vesícula y viajaba a la fría La Paz a que se la extirparan con anestesia, o se concentraba en el fortín Camacho entrenando a los soldados aymaras y quechuas y esperaba, rogando al cielo, que el tiempo hiciera comprender a los soberbios civiles vestidos de gris que entre los militares de dos países se dialoga siempre a balazos. Pero la orden fue reiterada bajo amenaza de corte marcial y paredón si no se la ejecutaba. Veinte días después, cruzando el monte y dejando la carne en los espinos, se posesionaron en una ribera fangosa de la laguna y pronto tomaron la cabaña de la patrulla paraguaya para hacer creer al mundo que ellos habían llegado primero. Para lograr que el asunto sea cierto, le cambiaron el nombre de Pitiantuta por Chuquisaca, pero igual nadie se los creyó. El resultado de esa acción fue el atroz inicio de la guerra misma que duró tres años con ocho días de infierno real.
Los paraguayos retomaron la laguna a fuerza de garra y mortero, que fue el arma que los europeos probaron en nuestra guerra. Luego, como bien nos gusta recordar en la mesa, sobrevino una de las batallas más épicas de la humanidad: Boquerón. A partir de ese momento se puede afirmar que todo fue un retroceso permanente, abandono de fortines quemados, material de guerra, muertos, hasta que se armó la última línea de resistencia en la bella y sin igual Villamontes donde esta desgracia por fin terminó.
En junio de 2010, en compañía de un buen primo, yo crucé el Chaco de la guerra en busca de la laguna Pitiantuta. Visitamos Boquerón, Toledo y Corrales, vimos el letrero de Isla Poí, que de antiguo cuartel pasó a ser un mercado, pero jamás hallamos la laguna de nuestras pesadillas porque se había reducido al simple tamaño de una k’ocha al interior de una hacienda menonita. Quedamos desconcertados y tristes al saber esa verdad. El Chaco Boreal se nos presentaba como un laberinto de caminos de tierra y espinos, deshabitado en extremo, con la pequeña ciudad de Filadelfia llena de estos alemanes que, a diferencia de los de Santa Cruz, administran gasolineras y manejan camionetas Mercedes Benz doble cabina y hasta saludan a los turistas como nosotros en clara actitud moderna.
Han pasado ochenta y dos años desde entonces. Los paraguayos, que contrariamente a la afirmación de las actas que hablan de empate, ganaron la guerra, tuvieron que vivir la euforia de sus militares por cerca a cuarenta años. Nosotros, que la perdimos, generamos una revolución y algo bastante parecido a una ideología que supo llamarse nacionalismo revolucionario. Así que es muy importante relativizar los triunfos y las derrotas en este o en cualquier otro campo. Pese a nuestras luces y sombras, nuestra sociedad se democratiza y tenemos gobernando a un nieto de la revolución. Con esto quiero decir que, en la Guerra del Chaco, además de balas y cañonazos, se dispararon también las conciencias rumbo a un futuro mejor.